Ribera del Fresno - Badajoz

Esta noch'es Nochebuena y mañana Navidad;
Saca, Maria, la bota, que me ví a emborrachá.
Y después d'emborracho, tocaremos a maítine,
que ha nacido el Niño Dios, entre rosas y jamíne.

Esta noch'es Nochegüena, y mañana, cañamone;
ha parío la estanquera un celemin de ratone.

ESTRIBILLO PRIMERO:

Cantemos todo con alegria:
la noragüena daile a Maria
la noragüena daile a Maria.

En el porta de Belén gitaniyas han entrado,
y al Niño, qu'está en la cuna los páñuelos le han quitao.

ESTRIBILLO SEGUNDO:

Pícaras gítana, caras de panadero,
que al Rey de los Reye l'han quedado en cuero;
que al niño de Dios l'han dejado en cuero.

EL CALDERILLO ESTA ROTO:

El calderillo está roto, las migas se han de verté;
se viertan o no se viertan, tú no las vas a comé.

La tonada del caldero tú no la sabes tocá
como la toca mi dueño, que la sabe repicá.

La vida del hortelano es mu larga de contá:
almuerzan pan y ceboya, merienda ceboya y pan.
Y si la noche no hay oya, cenarán pan y ceboya.

Esta canción, se acompaña con un calderillo de los que sirven para dar de beber en los pozos o lagunas a las caballerías. Repicotean en el borde del caldero con el asa de éste, que luego, según lo requiere el ritmo, alzan y bajan, en sentido perpedicular. Como suelen ser varios los ejecutantes y no coinciden por lo general en el movimiento, resulta una gran variedad de ritmos.

OFRENDAS Y ALABANZAS:

Se Cánta en la iglesia después de la misa del Gallo.
Intervienen cuatro o cinco chicos y cuatro o cinco chica, de ocho a diez años, vestidos de patores.
Por turno, cada niño o niña se dirige al alta mayor donde se encuentra el portalito de Belén en un costado de aquél. Después de cantar su copla depositan a un lado del portal lo que ofrece.
Un coro, compuesto generalmente de mozas, se coloca en el alta mayor. Repite la música que comprende los dos últimos versos. Acompaña al coro el sacristán con el armonio.
Terminado el ofrecimiento proceden a recoger las predas y efectos presentados.(Quiero decir al finalizar el acto.)

Aquí te taigo Maria,/ esta oyita de miel
para que endulces la sopa,/ qu'el niño se ha de comé.
Aquí te traigo, Maria,/ esta oyita de leche
para que le des al niño,/ qu'ese cuerpo m'entristece.
Aquí te traigo, José,/ este lindo corderito
para que juegue con él/ ese Niño tan bonito.

Yo te ofresco, María,/ estos pañales curiosos
que muy bien se los merece / ese Niño tan hermoso.

(La ultíma copla suele ser ésta):

No teniendo qué ofrecerte / como las demas zagalas,
desde este mismo momento / me ofresco a ser tu críada.