Nogales - Badajoz

CAPITULO 6
DESARROLLO CRONOLOGICO EN LA HISTORIA DE NOGALES
Remontándonos a las noticias que tenemos sobre el tema, el hecho es que “una hija de Juan Mathé de Luna, Camarero Mayor del rey y luego almirante de la Mar, llamada Estebanía o Estefanía, se casó con Enrique Enríquez, hijo del infante don Enrique, y, según parece, procedentes de familia hebrea, aportando al matrimonio, como dote, la villa de Villalba, que en 1307 traspasaba a su hijo Enrique Enríquez el “Mozo”, con la aquiescencia de su marido”.1

El nogaleño Juan Manuel Gil Castaño aporta estos importantes datos sobre trámites de compras y cesiones de la villa de Nogales, datos
tomados de la obra citada en la nota anterior de F. del Mazo y J. L. del Pino. 2
Enrique Enríque(z), “el Mozo”, vinculado al rey Alfonso XI, recibe donación de este monarca (año 1333) de la villa de Almendral, con su término, renta y jurisdicción; más tarde, y, con el fin de controlar las tierras intermedias entre Villalba y la mencionada villa de Almendral, consigue el señorío de Nogales, el cual había sido vendido por Lorenzo Vázquez de la Fuenteseca 3 al rey Alfonso XI, en 1340 por la cantidad de 70.000 mrs. El monarca, a renglón seguido, lo donó a don Pedro Carrillo, quien necesitado de dinero para servir a Alfonso XI en la guerra contra los musulmanes, recurrió a Enrique Enríquez, “el Mozo”, para que le proporcionara 40.000 maravedíes, a cambio de empeñarle su villa de Nogales en 1344 Al no poder devolver el préstamo,
Pedro Carrillo firmaba la cesión del pueblo de Nogales, por la cantidad reseñada. En 1343 Enrique Enríquez había obtenido de Alfonso XI la donación de la villa de La Parra, que pertenecía al concejo de Badajoz, pero tuvo que devolverla, ante la justa protesta de la ciudad, recibiendo del concejo pacense como compensación la cantidad
de 40.000 mrs. Además de estas villas, señoríos solariegos y jurisdicciones, Enrique Enríquez fue un hábil político que practicó un estilo de adquisición de bienes, como tierras y, especialmente, casas, en Zafra, La Parra, Salvatierra y Badajoz Parte de este señorío que Enrique había adquirido por los diferentes métodos en Badajoz y su alfoz, a su muerte, pasó a su hija, Leonor Enríquez, a quien correspondieron las villas de Nogales y Villalba, valoradas 170.000 maravedíes.
Esta casó con Fernando de Castro, quien fue desterrado por el rey Enrique II de Trastámara, por “ser contrario a dicho rey”, perdiendo la posesión de Nogales.
Fernando de Castro, acérrimo partidario de don Pedro I el Cruel, perdió por ello estas posesiones, ya que con el triunfo de don Enrique de Trastámara, Fernando de Castro fue desterrado y sus bienes –como tales fueron considerados los de su esposa-, incautados por el vencedor.


1 Fernando Mazo Romero y José Luis del Pino en El régimen señorial en Badajoz durante la Edad Media, en Historia de la Baja Extremadura, pp. 693 y ss.
2 Juan Manuel Gil Castaño, Flores de mi tierra - Nogales, opúsculo mecanografiado, Barcelona, 1987.
3 Además de la guerra con los moros, hubo otra razón muy importante, que causó esta escasez dineraria,
porque sabemos que, entre los años 1343 y 1346 hubo una hambruna de grandes proporciones. La
Crónica de Alfonso XI lo explica en función de las condiciones meteorológicas adversas: “En este anno en questamos fue muy grant mortandat en los ganados, e otrosi la simiença muy tardía por el muy fuerte temporal que ha fecho de muy grandes nieves e de grandes velos”.