La Coronada - Badajoz

Se pueden añadir más situaciones a las que aquí describo
Que reacción invade nuestro cuerpo cuando contemplamos la belleza caminando entre verdes pastos y encinas,
Cuando recorremos extasiado el leve zumbido de una abeja libando entre las frágiles flores,
Cuando contemplamos esos ojos con los que siempre hemos soñado,
Cuando sentimos la armonía del canto de los pájaros cantando a la libertad en los campos,
Cuando nos absorbe la levedad del discurrir de un arroyo entre la suavidad de las piedras,
Cuando tiembla nuestro mortal cuerpo ante la presencia de la persona amada,
Cuando sentimos la compañía de la soledad en medio de la naturaleza,
Cuando escuchamos sentados sobre el risco de un cerro la sinfonía de la brisa,
Cuando tras la fría bruma matinal, sentimos la calidez del lejano sol de enero,
Cuando contemplamos el gesto agradecido de una mano abierta que nos solicitaba ayuda,
Cuando nos contestan buenos días a nuestros buenos días,
Cuando una bella canción hace brotar una lágrima de nuestros escépticos ojos,
Cuando contigo me cruzo en la calle y en tus canas veo el paso de mis años,
Cuando recuerdo mis sueños de niño y contemplo donde se fueron ,
Cuando siento la caricia de tus ojitos acariciando los míos,
Cuando tu temblorosa mano se posa en mi boca,
Cuando al amanecer observo a la claridad vistiéndose tras los montes,
Cuando tu cómplice gesto no necesita palabras.
Cuando algo de esto sintamos habremos encontrado algo tan preciado y sencillo.
La belleza.