La Coronada - Badajoz

No se como lo recordáis vosotros, lo que como yo estáis lejos del pueblo, ni se tampoco como lo veis ahora los que vivís en él, pero yo lo recuerdo mas bien triste. Los días tenían ese desasosiego de esa estación intermedia inquieta que cambia el clima y amarillea las hojas caducas .

Era tiempo de rebuscar en el ejido los granos de trigo que las hormigas sacaban fuera para que no brotasen o para que se les reblandeciera ,nunca tuve muy claro cual era su objetivo.
Lo que estaba claro que en poco tiempo le desaparecía por una escoba parte del fruto de su duro trabajo en verano. Había que madrugar porque el primero que pasaba era quien recogía el fruto, que hasta el día siguiente no volvería a adornar en círculo la boca del hormiguero.

También era el momento de recoger las hormigas de alas, que no eran otra clase social ,que potenciales reinas que nunca tendrían un trono si el zacho conseguía llegar hasta su cámara subterránea oculta. Había que diferenciar los machos de las hembras, estas últimas mas grandes y con el abdomen mas abultado.

Nunca supe con certeza si era esta diferencia de tamaño lo que las hacía tan atractiva a los pájaros, mientras los machos eran desechados, aun poniendo dos juntos como señuelo con el fin de darle mas prominencia.

Una vez recogidas en un bote, se guardaban todo lo que fuese posible hasta la llegada de las aves migratorias invernales, era la mejor opción como cebo a la hora de poner los cepos. Tal era la tremenda atracción que surtían, que a veces para referirse a alguien que no entraba al trapo se solía decir...”no pica ni a hormiga de alas” como diciendo que ni el mejor señuelo le hacía caer.

En esta estación,el sol alternaba con las nubes ,a modo de extraña forma bipolar de sembrar el paisaje de luces y sombras .
“ En Octubre abre la tierra y cubre”, así era el dicho popular y así progresivamente se iba llenando de grano a voleo, una tras otras las tierras de labranza. Las salidas al campo de despreocupado paseante , eran siempre acompañadas por las yuntas de burros y mulas, que se repartían y dibujaban por el horizonte.A falta de mejor alternativa abrían inmisericordes surcos con la esperanza de que la esperada lluvia posterior ,llenase de brotes verdes (estos si que eran de verdad) los tonos marrones y rojos.

Hace muchos años que no coincide mi estancia en el pueblo con esta época, por eso no me queda mas remedio que seguir imaginándolo como lo recuerdo hace algunas décadas, echar mano de los archivos guardados ,que no creáis que a veces no debo hacer un verdadero esfuerzo ,para que no se borren o altere en sus detalles.

Para los amantes de la caza ,pronto las liebres dejarán de sentirse seguras y los galgos nerviosos podrán confirmar o frustrar los sueños y expectativas de sus amos. Es tiempo de volver a la guerra natural, a la competición sana , al derecho legítimo sin registro de propiedad ,donde se decide por patas, quien se queda y quien se va para siempre de esos campos verdes de esperanza. No se permite fallo alguno, los veloces se quedan , la lentitud o el menor descuido de los inexpertos se paga muy caro.

En el Almendral, los almendros irán dejando caer una a una cada hoja , en este otoño igual que en otros pasados .Igualmente a nosotros , como los cangilones en las norias de las huertas, uno a uno ,generación tras generación nos irá llegando también nuestro otoño ...¡no lo olvidéis !.

Saludos

Ahora ya quizás nadie se entera ,los medios de locomoción avanzados han perfeccionado y relegado al anonimato una actividad que antes era popular y espectacular.
Aun dentro del pueblo a modo de procesión escasa de motivo espiritual, recuerdo a los serranos como el caracol con la casa a cuesta.

Debajo de enseres .gallinas, aguaderas y serones los pacientes borricos soportaban estoicamente las largas caminatas desde las tierras inhóspitas invernales de España a otras mas moderadas y suaves con el clima como Extremadura.

El alboroto de las ovejas, quizás presintiendo ya un merecido descanso parecía una manifestación jubilosa que a los niños sobretodo no nos dejaba indiferentes. En los flancos a modo de guardia pretoriana, los enormes mastines leoneses eran garante de la seguridad total de hombres y animales.

En mi afición por los perros, siempre he sido un admirador y amante de esta raza legendaria. De hecho hoy día y desde hace años tengo alguno conmigo. Puedo dar fe por ello de su nobleza con el dueño, pero en su consciente poder ,suele estar muy seguro de si mismo y muy alerta en su desconfianza mas que nada nocturna ,con los extraños.

Yo diría que en Extremadura se ha perdido mucho la esencia de esta raza, quizás por la consanguinidad.He visto mucho cruce y pocos mastines de gran peso, corpulencia y a la vez con carácter. Suele ser un peligro el tener un perro agresivo con esta talla y poderío en cortijos donde suelen estar sueltos y a su libre albedrío, lo que explique tal vez el que se hayan ido seleccionando los mas moderados en intenciones de guarda.

Si no hubiese sido por mi padre me hubiese metido en medio de tanta algarabía, me sabía a poco contemplarla desde fuera…afortunadamente esta tentación no duraba mucho tiempo y mi curiosidad volvía pronto a la normalidad .
Solía llover en esta época mas que lo hace ahora ,por lo que los días tediosos de estar en casa sin salir era motivo para alguna escapada furtiva y volver chorreando agua y con los pies llenos de barro que te delataban.

Como hombres de épocas mas primitivas de la historia ,en otras ocasiones cuando llovía ,nos reuníamos en algún lugar acordado que solía ser algún pajar , para hacer alguna choza de endeble armazón de palos y cartones, junto con alguna hoguera improvisada después de haberte mojado de pies a cabeza .
¡Era peor el remedio que la enfermedad ¡, ya que si es verdad que algo te secaba ,el olor a humo impregnado en la ropa, daban en casa fe de donde, con quien y lo que habías hecho ese día.

Aun así , a pesar de tantas vicisitudes y tanto desvario de la niñez y juventud inmadura…¿ a quien no le gustaría volver a ser joven?.Si entonces era posible soñar,¿ porque vamos a renunciar hoy a sueños que pueden ser posibles.?

(Job 33:24, 25) ... ¡He hallado un rescate! 25 Que su carne se haga más fresca que en la juventud; que vuelva a los días de su vigor juvenil’.


saludos

A mí el otoño me pone bastante mustio,me pasa como a la hoja, tendré que tomar jalea real.

saludos.

¿has mirado en la partida de nacimiento por si tuvieran algo que ver también los años?.


Se podría decir del otoño que es semejante a la madurez , uno ha brillado con brío en la primavera de la juventud pletórico de energía, ha pasado por esa etapa intermedia de cimentación, del asentamiento de la experiencia y los sentimientos. Ha derrochado fuerza y vigor a veces desmesurado derivando en errores y ahora en la caída progresiva hacía la vejez ,poco a poco nos vamos volviendo mas mustios , amarillos, ...encorvados, como buscando la posición fetal de la que partimos.

Muchos querrán ignorarlo, evitarlo en el pensamiento ,pero eso no impedirá que el tiempo inmisericorde continúe avanzando como suele decirse sin casarse con nadie.
Podemos cuidarnos, hacer ejercicio, elegir bien la alimentación y así dar esquinazo a unos años que tratan de adelantarnos, pero al final en esta etapa del otoño en la vida, veremos caer una a una nuestras propias hojas .

Si la salud acompaña es una buena etapa, sabemos lo que queremos y elegimos con mejor tino aquello que nos conviene. Lejos ha quedado ese tiempo de ensayo y error, ahora conocemos los elementos de la fórmula que emplearemos siendo mas conscientes del resultado que produce.
Dice un dicho popular basado puramente en el interés económico...”si a los cuarenta no eres rico borrico”.Yo quisiera trasladarlo al plano del conocimiento y la sabiduría..., si en la etapa de madurez no sabemos lo que queremos , si no tenemos ya bien definido nuestro camino en la vida, será mas difícil escoger el mas apropiado, aunque nunca es tarde, porque como dice también el dicho ...”mientras hay vida hay esperanza”.

Las manías, las pequeñas neurosis ,nuestros gestos y formas ... las propias ideas erradas o no, se habrán consolidado con mas raíces en nosotros con los años y como ocurre con una conducta adictiva nos hará mas dependiente de ellas ,mientras mayor sea el tiempo que la llevamos a cuesta.

A mi particularmente me da por pensar en lo efímera que es la vida, cuando rebasas su meridiano sabes que como la bolsa en la actualidad, has entrado en caída libre hacia la etapa mas incierta , la mas desprotegida , sin saber los enemigos y salteadores que te esperan en este peligroso camino plagado de gobiernos bandoleros,aliados con banqueros piratas que te saquearan de forma PREFERENTE.Con toda la cara dura de una legalidad delictiva organizada hasta robarte el escaso aliento que poco a poco te pueda ir quedando.

Mientras esos días peores llegan..., ¡que llegarán! Lo mejor es ir viviendo este incipiente otoño, como dijo Jesús , de día en día, toreando de uno en uno cada uno de ellos, porque sabes que “cada uno tiene sus propias inquietudes...su propio mal”.(Mateo 6:34)

Un saludo