La Codosera - Badajoz

Siempre, al pasar por la plaza del Ayuntamiento, cuando el reloj, a toque de campana, me recuera que son las doce de la mañana, reflexiono sobre la estampa que ofrecen sus bancos y aceras, por tristes que sean. Puede observarse un telediario viviente ó un periódico abierto por las páginas de su sección de anuncios. Las noticias de la pequeña pantalla sobre el número de parados, el anuncio del aumento de las pensiones, ó las proximas elecciones quien las ganará, cobran vida en el extremo de este cuadrilátero, verdadero termómetro que calibra el estado de ánimo de sus habitantes.

La plaza es el cristal en que se refleja la actividad del pueblo. Escenario multicolor en las ferias de Agosto, en los Carnavales...recinto de hombres que demandan, sin hablar, aquello que no les llega.
Otros esperarán la hora oportuna para enfilar hacia el Hogar en cuanto abran sus puertas y cojer un sitio preferente, en las mesas del dominó y del naipe.

El portugués tiene todo en perfecto orden y la barra está dispuesta a servir las cañas que los socios demanden. Muchos sentados en sus mesas solo escuchan el ruido de la blanca doble y sus coleguitas al barajarse y otros solo oirán la voz fuerte de alguien que canta las cuarenta en bastos, lanzando otro, una carta sobre la mesa y arrastrando.

Los carnavales son dentro de quince dias y la mayoria comenta que la parienta quiere venir al baile de carnaval por lo que tendrán que anticipar las partidas del café de la tarde. Otros dicen que por la noche no salen, que todavía hace mucho frío y quedan para el dia siguiente a las doce de la mañana en plaza del Ayuntamiento.

Los dias laborales,cuando paso por esta plaza, los dias normales, ayer, hoy y mañana me gustaría ser alguien, tener acaso aquella lámpara de que nos hablaban los cuentos infantiles y pedirle a gritos un sólo deseo que está en la mente de todos.