EL PAVO.- -El pavo ha sido siempre en nuestro pueblo, el plato preferido de las cenas de Nochebuena. Unos dias antes, desde siempre, los pavos comenzaban a verse por todas las tiendas y mercados de nuestro pueblo. Los encargos se sucedian y las gentes del campo, se desplazaban al pueblo para venderlos. -En el pueblo tambien se criaban los pavos. Yo recuerdo que junto con mi amigo, visitamos a su tía que vivía en la calle Rica; estas casas, casi todas tenían corrales alargados donde criaban todo tipo de aves, gallinas, patos, gansos y su tía tambien tenía pavos. -Los veias majestuosos, casí siempre rondando a sus hembras, como protegiéndolas y procurando que nadie se acercara a ellas. Despacio pero sin separarse de ellas, mientras picoteaban en la tierra todo cuanto podian encontrar para alimentarse. -Eran muy educados, siempre respondían a tu saludo, cada vez que les silvabas te devolvian su canto peculiar, tantas veces como silvidos emitieras. Algunos eran enormes, y por estas fechas ya estaban gordos para su venta. Su plumaje negro y sus alas enormes, con las que una vez tras otras atrastraban su lateral por el suelo, heciendoles las rueda a sus hembras, que apenas se inmutaban. -Su cara era diferente a la de todas las demás aves; roja y siempre desde su nariz el moco colgando. Te daban como ganas de limpiarselo; si, sacar un pañuelo y quitarselo, pero mi amigo me decía que su moco no era como el nuestro, que formaba para de su físico. -Había veces que comiamos en casa de su tía, y mi plato preferido siempre han sido los huevos fritos con patatas. Su tía lo sabía y para complacerme freía un hermoso huevo de pava, que llenaba todo el plato. Con aquello quedabas alimentado para todo el día. -Un salud. |