La Codosera - Badajoz

-- - - - - LOS ENTIERROS EN LA CODOSERA, EN LOS AÑOS 50.-

-Una activid diaria de las amas de casa en nuestro pueblo, era barrer la puerta de la calle, todos los dias. Aquello era una obra de arte, ver como quedaba el empedrado despues de barrido. Cada señora solo barria el trozo que estaba frente a su fachada, y algunas lo quedaban que hasta los gorrones brillaban.

-Esta tarea diaria, solia hacerse por la mañana, algunas a primera hora era el primer oficio que hacian. Cuando estaban en esta actividad, habia veces que sonaban las campanas de la Iglesia, doblando. La vecina, que barria la calle en ese momento, al oir el toque, se ponia descompuesta y soltaba con la escoba. Sabia que alguien se habia muerto y habia que saber quien nos habia dejado de este mundo.

-A partir de este momento, era constante el movimiento de mujeres que se acercaban a casa del difunto para estar un rato con los familiares. Esta costumbre de acompañar a los familiares del difunto, antes del entierro, la solian hacer las mujeres, ya que los hombres estaban trabajando,normalmente en tareas del campo.

-Cuando se acerca la ahora del entierro, son las campanas las que anuncian la hora de los actos. Son tres toques, cada cuarto de hora. La gentes comienza a prepararse y el camino de la casa del difunto, comienza a llenarse de gentes. Las mujeres, casi todas de negro, con mantos a la cabeza, los hombres cubiertos con sombreros ó boinas. A medida que van llegando, las mujeres entran dentro de la casa, y los hombres esperan en la calle. Por la esquina aparece el cura con los monaguillos, tambien les acompaña el sacristan portando una mesa de madera de patas bajas. Una cruz de grandes dimensiones les precede.

-El cura, vestidos con colores negros y pùrpura, entra en la casa del difunto y en latín, hace las primeras oraciones. El olor a incienso hace que las gentes permanezcan en silencio, solo se oyen los gemidos de los dolientes.

-Los entierros estaban clasificados por categorias; los habia de primera, de segunda y de tercera, y cada uno tenia un precio diferente.
Según la categoria, el cura acompañaba a la comitiva mas ó menos tiempo, durante el recorrido hasta el cementerio. Los de tercera, llegaba a la casa del difunto, le rezaba y se marchaba. Los de segunda acompañaba al difunto hasta la mitad del camino, mas ó menos. Y ya los superguays, que llegaba con toda la comitiva hasta el mismo cementerio, permaneciendo allí hasta que el albañil ponia el último ladrillo.

-La mesa era el soporte de la caja, cuando se hacian las paradas por la calle y el sacerdote rezaba alguna oración. Los hombres portaban el ataud, haciendose turnos, durante todo el trayecto. Las mujeres se habian quedado en la casa del difunto. En el entierro era impresionante la cantidad de hombres que asistian al acompañamiento. Podiamos decir que casi todos los vecinos asistian a estos actos de despedida del que nos habia dejado. Mientras las mujeres esperaban en la casa, que llegaran los familiares que habian ido al cementerior. Como no habia sillas suficientes para todas, las vecinas se encargaban de aportarlas, y todas las habitaciones se llenaban.

-Mientras, el cortejo habia subido la cuesta del cementerio. Es una buena cuesta, y algunos ya venian con la lengua fuera por la caminata, sobre todo los hombres mayores. Aquí a las puertas del campo santo, se le daba el pésame a los familiares. Habia quien entraba dentro del recinto y permanecia hasta que se cerraba la tumba. El cura ya se habia marchado. Mirando a tu alrededor, veias las imágenes de todas aquellas personas cuyos nombres ibas leyendo y que te eran tan conocidas. Las habia de todas las condiciones sociales. Y sobre todo el silencio..., las gentes hablaban en voz baja, como si fueran a oirnos lo que hablabamos, como si nuestras voces les molestaran, como si no quisieramos que se enteraran de lo que estaba pasando... , y ellos estaban allí, acompañándonos en el recuerdo. Salias, no sin antes despedirte de todos ellos, y darles gracias porque lo que somos, se lo debemos a ellos, por lo que nos dieron y por lo que nos enseñaron. En este dia de los Difuntos, todos ellos descansen en paz.

¡ GRÜSS GOTT!.

PAPILÓN:

Por un momento, mientras leía tu relato, me he transportado en el tiempo y me veía, a mí mismo cuando era niño, sentado en el umbral de la puerta de mi casa mientras, por la calle, discurría el cortejo fúnebre de cualquiera de nuestros vecinos de entonces. Recuerdo, cuando hubo difuntos en mi familia, a las vecinas encargándose ese día de las labores domésticas de mi casa, llevando leche y, en definitiva, haciéndose cargo de todo, de manera altruista y solidaria.

Recuerdo a los hombres, que venían a dar el pésame, fumando en la puerta de casa o tomando café negro para aguantar todo el velatorio despiertos. Mientras, las mujeres, trajinaban en la cocina o rezaban un rosario tras de otro. A los niños se nos enviaba lo más lejos posible, pero nuestra morbosidad infantil nos empujaba a no perdernos detalle.


Bueno, hasta otra.

¡AUF WIEDERSEHEN UND VIEL GLÜCK FÜR ALLE LEUTE!. DAS IST MEIN WUNSCHE.

FLUGZEUG (es decir, Avión).

A PROPÓSITO, QUE SE ME OLVIDÓ ANTES. ¿QUÉ OS PARECIÓ LA DEGUSTACIÓN DE VINOS?.

BUENAS NOCHES.

AVIÓN.

-¿me vistes?, es que yo no pude ir.