La Codosera - Badajoz

Contrabando: La Vida en la Frontera.


Bueno, una vez presentado el libro que trata del contrabando en La Codosera, deciros que a partir de ya podéis adquirirlo en las dependencias de la Universidad Popular de nuestro pueblo. Supongo que los que estáis fuera si lo pedís por teléfono igual os lo mandan por correo ú otro medio que elijáis.

Yo me lo he leído casi en una tarde y os puedo decir que es muy entretenido. Leyéndolo te haces una idea mejor de cómo fue esto del contrabando en nuestro pueblo. Hay relatos muy bueno, por ejemplo, para que os hagáis una idea del argumento os pongo un fragmento de lo que escribe Manuela Carnereo sobre un relato que le contaron Manola la Aceitera y “Paquete”, el de la Grifa.
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-Aquella mañana se había levantado como casi todos los días muy temprano, tan temprano que aún no había amanecido. Era verano, por lo menos no hacía frío y el aire olía a fresco y limpio. Su madre le echaba la carga de corcha a la espalda y se la colocaba de la mejor manera que le fuera más cómodo el viaje.

“Salía de mi casa en la calle Gerardo Gómez con una carga de unos doce kilos a la espalda y me iba por los caminos de la sierra hasta Los Bastos, allí pasaba a Portugal. Por el camino nos íbamos juntado niños y mayores, había gentes muy mayor que también iban a llevar cosas. Seguíamos por una zona que le llamaban el valle de Matamoros en zona portuguesa, hasta la ribera de Arronches. Un buen trecho más adelante, muy cerca de Alegrete, en lo de Pirulito, era donde descargábamos. Tenía un corral donde dejábamos la carga y nos la pesaban. Luego en casa tenía una tienda típica portuguesa, donde nos echaban las cuentas y comprábamos.

“Éramos un grupo de ocho ó nueve muchachos entre niñas y niños, a la ida, íbamos todos desando de llegar para darnos un atracón de pan. Lo primero que yo hacía, nada más pesar la carga, era pedir un pan y una morcilla y me lo comía rápidamente, no veas lo rica que me sabía, también me compraba unos rebosados que son unos caramelos muy pequeños envueltos en papel celofán transparente. Ese era el premio por la caminata. Después nos echaban la cuenta de lo que sobraba y nos comprábamos lo que las madres nos habían encargado, una barra de jabón con tropezones, una bobina de hilo blanca ó negra y pan, sobre todo pan. Los pocos escudos que ganábamos los gastábamos en las compras, jamás traíamos dinero ninguno.

“A veces íbamos contando chistes y chascarrillos y nos hacíamos reír unos a los otros, para olvidar un poco el cansancio, la caminata y como no, el miedo. Para olvidar el miedo lo que hacíamos era ir en fila nos íbamos turnado, unas veces te tocaba ir delante y otro trecho del camino ibas detrás. Donde me hubiera gustado ir siempre era en el medio que es donde te sentías más protegida. Aunque el campo antes estaba más habitado que ahora, ver las luces de las casas te daba un poquito de tranquilidad, a pesar de que si venían los guardias y te cogían nadie podía hacer nada”

Después de leer este fragmento, os podeis hacer una idea del sufrimiento por el que pasaron todas las personas que se dedicaron a ir a Portugal a comprar ó vender algo con que ganarse unas pelas. Los había de todas las edades, y después de pasar todas las calamidades que se cuentan en este libro ya pos podeís hacer una idea que los malos de la película fueron los guardiñas, en suelo portugués y los carabineros ó guardias civiles en tierras españolas. En todo estre entramado de relaciones de todo tipo, es donde está la historia del contrabando en La Codosera.

Seguro que os va a gustar.

El contrabando de aquellos años, la legislación que le afectaba y los que intervenían en su ejecución, represión y enjuiciamiento, representa lo que hoy sucede en Galicia, costas dde Andalucía y que pregunten que piensan del tema los vecinos de la Atunara.

La palabra contrabando significa ahora lo mismo que entonces: pasar de un país a otro artículos, al margen de los controles establecidos por el Gobierno.

Durante años, hasta abiertas las fronteras con Portugal por la entrada en la U.E., el contrabando formó parte de la economía de La Codosera. El importe no está cuantificado pero hubo muchas gentes que vivieron del contrabando y el pueblo, sin duda, se benefició de estas circunstancias. Eso es lo que cuentan los protagonistas de estas historias, que en suma es un resumen de las penurias y calamidades por las que pasaron para lograr sus objetivos.

El contrabando, igual que el estraperlo, era un incumplimiento
de la ley, las autoridades de ambos lados de la raya estaban
para que en lo posible nadie la incumpliera, si bien es verdad
que muchas persona por su situación economia de subsistencia,se
vieron forzados a recurrir a ese medio de vida, no todos tenian
ese motivo, un jornalero podia ganar treinta pesetas al dia, un
mochilero en tres dias ganaba trescientas pesetas. Luego estaba
el que financiaba la operación,ahí ya podeis imajinaros.

El contrabandista de verdad es el que financiaba la operación, por que el otro que llevaba el café por esas sierras lo que hacía era transportar la carga por eso deberiamos de llamarlo MOCHILEROS

En la cuadrilla de los mochileros habia uno que era
una especie de capataz o encargado, ese era el hombre
de confianza puesto por el que financiaba los kilos de
cafe que transportaba toda la cuadrilla.
Estos finacieros estaban en el anonimato,(más o menos
sabemos quines eran)y solo arriesgaban su dinero.
El "negocio" tuvo que ser bueno,se notaba como les
aumento el bolsillo.

Estos relatos de los cuales hablamos, por lo que he visto, han despertado mucho interés en los miembros de la Guardia Civil ó carabineros, quizás por que por primera vez se habla de hechos reales, ocurridos en nuestro pueblo, en los cuales ellos, los guardias, tambien tuvieron su protagonismo.

El otro día contaba un señor que se llama Pedrero de apellido, nacido en el pueblo, hijo primero y guardia civil después, destinado en Bacoco durante muchos años hasta que se cerraron este cuartel, que las relaciones entre guardias y contrabandistas muchas veces eran retos que se marcaban entre ellos.

El contrabandista ó mochilero disponía de mucho tiempo libre, ya que no todos los días trabajaba, y ese tiempo lo dedicaban a tomar chatos de vinos por los bares. Cuando se calentaban un rato sacaban a relucir lo valientes que eran y a tirar por los suelos la labor de los civiles. Hasta los oídos de Pedrero llegaron las valentonadas de un vecino de Bacoco que se dedicaba a pasar la frontera, metido en el negocio del café. Pedrero que cononcía el lugar donde vivía, cuando se enteró pensó:

----!Este se va a enterar!!---

Tres dias estuvo subido en un olivo, escondido entre las ramas, hasta que lo pilló. La casa del otro estaba cerca del río y no lejos de donde estaba el olivo, iban las mujeres a lavar la ropa, pero nunca lo vieron, algunas incluso se acercaron cerca de su escodite para hacer sus cosas pero ninguna lo localizó, por que dió la causolidad que no miraron para arriba.

Pedrero si que, al cabo de los tres días pilló a nuestro hombre con las manos en la masa, y cuando le quitó la carga que traía para esconderla le dijo:

-!!Esto es para que otra vez no te vayas de la lengua diciendo lo que no debes!!---

También había alguno de los jefecillos o capos, como diriamos ahora, que como la mayoría tenían tienda y bar, se dedicaban a regalar a los guardia cibiles y a los guardiñas, objetos de las tiendas como juguetes, etc. y a invitarlos a unos vinos. De este modo, cuando pasaban las cuadrillas hacían "la vista gorda". Señores, la corrupción no es algo nuevo.
Y como siempre, el mochilero, el que realmente hacía el trabajo sucio, era el que menos ganaba.

Miraros en el foro de Valencia de Alcántara el hilo "Una taza de café para mi madre" . A ver que opinais después de leerlo.
Ahí si que queda claro, lo que era "ser contrabandista" en aquella época, y pobre de tí si encimas eras mujer.

Algunos han quedao bien retrataos allí de como eran entonces y todavia al dia de hoy diciendo que aquello era mentira.

Habrese visto. Querer ocultar la verdad de una cosa tan clara,y que tod@s sabemos que fue así de duro.

Manda huevos.

Y ahora me borrais el mensaje como la otra vez que lo escribí, cuando salió el hilo en Valencia.

No dejeis de leerlo que no tiene desperdicio. Bueno, para todos los gustos y público. O para los que tienen dos dedos de frente y saben ver las cosas, tal y como son o fueron.

Así pasaron las cosas y así las han contado.

Y al que no le guste, ajo y agua.

Y no me digais que os deja indiferente.

Un saludo, de un cobarde que no quiere represarias de los suyos.

El tema de los regalos a funcionarios no es nada nueva y por supuesto en aquellos años no faltaban. La Codosera era un pueblo con tierras fértiles junto a la rivera que daban mucho para comer. La pareja de los civiles trillaba todas estas fincas como agentes del orden que eran. En las huertas había de todo para comer y en las despensas de las casas las tablas estaban medio vacias porque no había dinero para comprar, simplemente porque la paga de un funcionario, aunque fuera guardia civil, no daba más de sí. Nuestro paisano Pedrero habló de estas circunstancias y reconoció que efectivamete muchos compañeros podrían llevar a su casa la cartera llena de todo para comer cada día, pero que él no era de esos. Comentaba que llegaba a una finca y le preguntaba al dueño, al cual conocía, que si podía coger unos tomates, pimientos ó cebollas.

---!Entra y coge lo que quieras!!--, le contestaba el propietario.

--!No, lo que quiera no, te voy a coger lo que necesita la mujer para hacer el gazpacho, dos tomates, una cebolla y un pimiento!---

La verdad es que los civiles, en aquellos años de penurias y calamidades, no vivían nada mal, y en el pueblo, como se solía decir, sus familias eran de los de alante.

Lo de la tacita de cafe, lo empece aleer y lo deje por aburrimiento
esa señora aganaba en dos horas con el contrabando más que otras,todo un dia de jornal.

Claro que si, fijaros si ganaba la mujer esta de Valencia, contrabandista, cuyas calamidades cuenta su hija, que hasta le dió carrera, y todavía se queja. Haber cuantas mujeres viudas obreras de entonces pudieron pagarle los estudios a sus hijos. Manda gue...

Sobre lo que hablais de Valencia desconocemos el tema. Nosotros hablamos de la vida en la frontera de La Codosera, que es la que conocemos, con unos protagonistas que viven junto a nosotros y que son los que, desaparecido el miedo de épocas anteriores, han contado sus vivencias.

En esta relación de guardias y contrabandistas, Manuela Carnerero nos relata, en un fragmento del libro,lo que sucedía cuando los detenían:

"-Otro día, se nos hacía de noche en el camino, cuando ya veníamos de vuelta tan contentos con la barriga llena y con nuestros panes en las bolsas cuando nos echaron el alto los guardiñas y nos dijeron:

-!!A ver, españolitos, los que tengan los panes enteros que los entreguen y los que los tengan partidos que se los queden!!-

Bueno, como era de noche y no podían ver lo que hacíamos, cogimos rápidamente y partimos todos los panes y así no nos quitaron ninguno; pero nos dijeron:

--!!Venga, los más chicos para España (menudo respiro), y los mayores quedan detenidos!!--

--!No veas tú que drama!--

-Muchos nos echamos a llorar, al fin no éramos más que unos niños asustados. A los chicos nos llevaron hasta la Raya y después de mucho hablar entre ellos, nos dejaron volver a casa. Cuando llegamos al pueblo sería la una ó las dos de la mañana y había mucha gente esperádonos delante de la casa donde vive María la Manota. Las madres se pusieron muy contentas de vernos volver sanos y salvos. Además traíamos todos los panes, aunque estuvieran hechos pedazos. A los mayores los llevaron andando de puesto en puesto de la Guardia Republicana. Como solo podían andar de día, tardaron unos pocos en llegar a la frontera oficial de Caya. Pasaron mucha hambre porque en el camino casi no les dieron de comer, y allí se los entregaron a las autoridades españolas, que nos les hiceron nada"

"De todo el tiempo que estuve llevando corcha, tres veces fueron las únicas que nos cogieron los guardiñas. Ahora con el paso del tiempo pienso que en realidad no nos detuvieron más veces porque no quisieron, ya que es imposible que nos nos oyeran con el jaleo que llevábamos por el camino. Además éramos muchos y es dificilno ver una fila de ocho ó nueve niños, a veces más, andando por los caminos y los campos. Creo que también ellos sabían de nuestras necesidades y por eso no nos cogían, a fin de cuentas los dos países ganaban. Nuestro contrabando fue de subsistencia y no de lucro".

En toda la frontera fueron igual de duro aquellos tiempos, no por ser de otro pueblo las cosas fueron diferente.
Está bien que os centreis en lo que pasó en vuestro pueblo, pero no está de más saber lo que pasó a vuestro alrederor.
Las historias son muy semejantes, lo que cambian son sus protagonistas, supongo que el mapa de nuestro territorio quedó dividido por los jefes de las cuadrillas,y administrativamente para pagar la multa. Creo que si se tenia que correr todo el campo era orégano.

Y de lo de "la tacita de Café" su protagonista no estudió ninguna carrera. Al apartarla de su madre, se la llevaron a un "colegio" de donde no salió hasta que fue mayor de edad.

De todas maneras mis más sincera enorabuena por la iniciativa del concurso de Relatos cortos sobre el contrabando, voy a intentar conseguir libro, y si no espero que sigais contandolo en el foro.

Un saludo rayano

¡Hola Valenciana! Efectivamente en toda la raya se vivieron los años del contrabando más o menos igual. He leído el hilo que habéis desarrollado tan brillantemente en vuestro foro, - la tacita de café – pero la historia no esta completa si se cuenta solamente de un lado, no todos los habitantes de estos pueblos rayanos eran contrabandistas la mayoría no pasaron nunca la frontera en realidad legalmente no se podía pasar solamente los mas osados lo hacían sin importarles las consecuencias.
Yo conocí aquellos años difíciles, y se de muchos que se ganaron la vida con un trabajo legal como trabajar el campo, recuerdo las grandes piaras de cabras en los baldíos, pero claro con el contrabando se ganaba más dinero y más rápido.
Por eso no comprendo que se carguen las tintas sobres los guardias que de un lado y de otro de la frontera cumplían con su deber, y seguro que algunas cosa no estarían bien pero eso ocurre en todas las facetas de la vida.

Si como en Madrid, que en un autobús de una empresa pivada que se dedica al transporte escolar, donde un guardia civil hacia horas extras, o sea pluriempleo, como conductor, han estado a punto de violar a una niña y el tio ni se ha inmutao.

A lo mejor se pensaba que llevaba el forgon de los presos y no hizo caso a las voces!

Insolidario con los paraos.
Egoista por tener dos empleos, a lo mejor no le alcanzaba la paga.

Que conste, que condeno al individuo, no a todo el cuerpo! no faltaria más, si mi tio es subteniente en la reserva.

lo primero que han hecho es apartarlo del cuerpo. El que la haga que la paque.

Aquí lo triste no es que el conductor fuera guardia o no.
Lo triste es que nuestra juventud está perdiendo todos los valores: los institutos se estan combirtiendo en guarderias para adolescentes, que van alli obligados porque por ley tienen que estar hasta los 16 años. Los cuales como no quieren aprender, hacen todo lo posible para molestar a los que si quieren hacerlo. Con lo cual, no aprenden lo que les corresponde.
De ahí viene el fracaso escolar.

Y como están de vuelta de todo, pues quieren probar nuevas sensaciones, y ya podemos las que tengamos hijas, cuidarlas para que no se les cruce un indeseable de estos en su camino.

Por que la solución ha sido fácil. Expulsarlos y repartirlos entre otros institutos. Ahora el problema es para los otros, que se lo coman como puedan. Como son menores no tendrán ningun castigo, son intocables.

¿Donde está la frontera o el limite entre gamberrada y delincuencia?

A mi que me lo expliquen.

Mis dos hijas cogen cada día el autobús para ir al colegio y al Instituto. Todavia estoy temblando desde que me enteré de la noticia.
Suerte que aquí hay monitors en todos los transportes escolares.

Buenas tardes, NO REGISTRADO,mensaje nº 3650238, ya es pena tener que hablar como no registrado en un tema como este por miedo a represalias, parece que el tiempo no ha pasado para muchos.

Soy regatito, la que comenzó el hilo "Una taza de café portugués para mi madre"

Cuando llegó el día del Homenaje que se hizo en la frontera a los Contrabandistas, tenia en el pecho como una fuerza que se me mezclaron con lágrimas, porque nunca le pude decir a ma madre, y eso que ella era la VALIENTE DEL CAFE PORTUGUÉS, "Madre, vamos a tomar una taza de ese café portugués que tú traes a tus espaldas". Yo no volví desde el hecho contado a tomar una taza con ella. Ella se fue al cielo sin despedirse de mi.
Por eso, solo me quedaba aprovechar la ocasion que me daba el ordenador, y como si fuera una carta al cielo, me puse un cafecito en una taza blanca, y miré para arriba, lloré y escribí.

Las verdades siempre son fuertes. Mi verdad la vivi yo, eso nadie me la adornará ni le sacará mas espinas que las que tuvo. Fue mi vida a mis últimos 8 años.
Gracias, no registrado, creo que nadie te borrará nada, y si asi fuera, cuenta con toda mi amistad, y seguro que el cielo tomaria las represalias que nosotros no podemos.

Un abrazo muy fuerte.

Regatito, si hubieras ido a la presentación del libro "Contrabando:La Vida en la Raya", te lo hubieras pasado pipa. Pero hay otra oportunidad, puesto que el marco elegido fue un centro cívico, construido en lo que antaño fuera la Caseta de los Carabineros, hoy propiedad de la U.G.T. para ocio y disfrute de los vecinos y escuela de formación de sindicalistas.


Dentro de unos días el ayuntamiento presentará a los vecinos en la Casa de la Cultura la película sobre el pueblo, promocionado los rincones tan extraordinarios que tenemos por aquí, y en este acto se presentará el libro a las gentes del pueblo que no pudieron ir a Bacoco.

Lo bueno del coloquio que siguió al acto es que hablaron los que quisieron, sin tapujos y sin miedo. Cada uno contaba lo suyo, todo en un ambiente simpático que arranccaba las risas y carcajadas de los asistentes.

Me quedo en que los civiles solo perseguían a los "gordos", no de carnes sino de paquetes. A los pequeños, mujeres, viejos y niños, quedó patente que los dejaban pasar hacienddo la vista gorda. Parece que no fue el caso de Valencia, por lo que cuentas de tu madre

No registrado, mensaje nº3651635:

Soy la hija no "de la mujer esta", sino de la señora Paula. Y me gustaria tenerte enfrente, con una taza de café y hablar contigo, pero como creo que nunca será posible, te diré que no estás en lo cierto de lo que escribes en cuanto a vivir bien y a lo de mi carrera pagada.

Yo no estudié con el dinero del contrabando, no señor. Yo desde niña supe que para ser algo en esta vida, hay que ser honrado, esforzarse y romperse los codos para ganar conocimientos para que el dia de mañana, no ser contrabandista, eso era el sueño de una niña. Cuando a mi me arrancaron de la mano de mi madre, para llevarla a la carcel, los que entonces tutelaban a los niños abandonados, tomaron carta en el asunto sobre mi, y me metiieron en un internado, o llamados tambien horfanatos.

Tuve la mirada avispada para estudiar y ser una niña formal, porque YO ERA ASI, y como se ÉS, se sigue. Luché mucho para que me concedieran una beca, que por entonces, era muy dificil, y no sabes bien lo que tuve que estudiar para llegar al menos saber leer y saber NO MENTIR, IR CON LA VERDAD SIEMPRE POR DELANTE.

EL CONTRABANDO, no pagó ni un lápiz, ni un pizarrin, porque mi pueblo, mi familia, me lo borraron de mi vida. Me gané cada trocito de pan y lapiz que gasté con el esfuerzo que debía rendir, sino, no sé que hubiera sido de mi.

No estudié la carrera que quise, porque cuando cumplí los 18 años, me sacaron del colegio y no me retornaron a mi pueblo. Mi pueblo solo quedo en mi memoria porque el pueblo de uno no se olvida. El año pasado volví.

Hay uno que decía que ganaba mucho mi madre, me parece que esa persona no la conocía, o quizá yo no me enteré que donde se pasa hambre, hay un cofre con dinero, donde hay goteras de agua, ni luz electrica, hay dinero, y me callo.
Yo solo puedo hablar de lo que viví.

De cualquier modo, yo no le quito el saludo a nadie, y me doleria si no te disculpas conmigo.

No tenia conocimiento de esa Presentacion del libro. SEGURO que Toñi.co, se hará con él, y entonces a mi no me faltará. Prometo leerlo.

El otro dia, entré por curiosidad en este foro, y veo lo vivo que está. Me alegro mucho. Aquí hay mucha cultura del Contrabando. Desde las páginas de google, me he leido casi todo de vuestro pueblo. Parece mentira el auge que tuvo, los protagonistas aún vivos que hay. ¡Cuanto me gustaría una cenita de esas largas con toda esta gente que dices que me lo pasaria pipa. El contrabando tambien tenia ratos, que vistos en la lejania del tiempo, son tronchantes.

A mi, me cogieron una vez en un cruce con algo de café, poquito, porque lo hacía poquito a poquito, y cuando veo a lo lejos, una pareja con sus capas, sus sombreros de charol relucientes, me escondí detrás de unas "escobas" al lado del camino, era lo único que había para esconderse. Y yo bien calladita que estaba, hasta que oi sus pasos cerca, yo cerraba los ojos, porque pensaba que si yo no les veia ellos, ellos, a mi tampoco; pues cuando los tenía casi encima, muertita de miedo, empecé a cantar tan fuerte para quitarme el miedo, que fueron ellos los que se asustaron.

Ahora, esas cosas te vienen y sonries, pero amigo, ¡qué miedo, con lo grandotes que eran con esas capas hasta el suelo!

Yo no vivo en Valencia, vivo en el Norte, y me pilla lejos, tengo familia y las cosas a veces se complica.

UN ABRAZO

¡Hola regatito!He leído con mucho interés tu relato sobre los primeros 18 años de tu vida, quiero intuir que serian entre los cuarenta y los sesenta, llamados “años del hambre”.Igual que tu muchos niños vivieron parecidas penurias,y eso les hizo fuerte para luchar por un porvenir mejor
Soy quien dijo que con el contrabando se ganaba más dinero que trabajando de sol a sol por un jornal.En aquellos años del contrabando de café en mi pueblo había tres o cuatro salones para jugar a las cartas, y algunos no cerraban en toda la noche,se movía mucho dinero, y no era de los jornaleros,claro que algunos lo perdían mas rápido que lo ganaban.
Creo que ya no sirve para nada el estar lamentándose del pasado, cada cual lleva su cruz, como dice la canción, caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
Por mi parte acepto ese café, cuando quieras o cuando puedas lo dices aquí
y me pondré en contacto con tigo
Un cordial saludo

Creo, no registrado, que no has leido hasta mis 18 años, puesto que no tengo nada escrito desde que tuve 8 años. Mi vida después de los 8, no es la historia del contrabando, solo de estudio, de añoranzas y de creencias. Esas cosas, solo están en mi cabeza. Dudo, de verdad, que hayas leido lo que desde hace un año y medio dejé en el foro de Valencia de Alcántara. No hay lamentaciones, hay historia de nuestros pueblos, contada con la mirada de una cría. Nadie se lamenta del pasado, solo la cuenta, lo mismo que nadie se carcajea cuando cuenta una felicidad, las cosas son mas sencillas que todo eso. Se vive la feria, y se cuenta esa feria. Se aprende y uno se supera como lo hice yo.
Como no has leido lo que dices, te diré que eran en el año 56 - 57, quizá tambien en el 55, porque en el 57 yo ya estaba en Madrid.
Te diré que no me lamento, y en mis recuerdos, hay muchas sonrisas, porque siempre he sido de los que sacan buen humor de todo.
El café cuando quieras, pero tendrá que ser civernético, porque vivo muy lejos.
Un saludo

No estudié la carrera que quise, porque cuando cumplí los 18 años, me sacaron del colegio y no me retornaron a mi pueblo. Mi pueblo solo quedo en mi memoria porque el pueblo de uno no se olvida. El año pasado volví.
Yo creo que he leido bien,

Esa expresion no cuenta nada desde los 8 a los 18, pues fué otra vida no de foro. Mi juventud no está contada, por eso te decia que yo no he contado, porque no venia al cuento, ya que yo entré con el contrabando en el foro, y hasta la tacita de café, es lo que interesa por lo que pertenece a la historia del contrabando. ¿Has leido los "Volando en los recuerdos a Valencia de Alcántara?,

Bueno,yo conteste a los comentarios que has hecho en este foro,en el
de Valencia de Alcántara solamente entro y leo un poquito,el hilo de
una tacita de café,es para leerlo día a día,imposible hacerlo de un tirón,es demasiado extenso;intentare seguir leyendo tu relato poco a poco.

Tal como vemos la Raya es rica en historias, las cuales han estado ocultas hasta ahora por el miedo que las gentes tenían metido en el cuerpo por lo que les pudiera pasar. Y como todo en la vida, aquello pasó, pero nos queda la historia para comentarla, traerla al presente y disfrutar las vivencias que tuvieron nuestros mayores. Muy interesante, por cierto.

Tal como dice Regatito los tiempos fueron duros y estos relatos recogidos en el libro de nuestro pueblo, dan buena fe de ellos. Al escuchar algunas historias son para que los pelos se nos pongan de punta, pero era lo que había.

Los que asistimos al coloquio del libro nos lo pasamos muy bien, fijaros que el tiempo de duración previsto para el coloquio era de una hora y estuvimos casi tres. Aquello fue apoteósico, simplimentente porque los protagonistas que contaron sus aventuras se reían de ellos mismos, y los guardias civiles lo mismo; contaron las cadencias que tenían lo mal que lo pasaron pero dentro de un clima festivo. De penas nada.