La Codosera - Badajoz

Nuestro paisano Juan José Viola Cardoso ha sido galardonado, creo que toda justicia, con el Premio Jaime de Foxá. Enhorabuena, amigo Juan José. Cuando yo era niño, escuchaba en la Televisión las disertaciones magistrales que, en un programa de caza, hacía Jaime de Foxá. De siempre he sido un enamorado del campo, y aquellas palabras, tendidas con el suave, pero profundo, entusiasmo de quien trata de transmitir a los demás la emoción que determinadas situaciones pueden producir en las personas, llegaron a calar en mí a pesar de mi corta edad. Muchos años más tarde, y después de llevar bastante tiempo buscándolo, conseguí hacerme con un ejemplar del libro "Solitario", en el que Jaime de Foxá relataba, como si fuera una autobiografía, la vida de un jabalí. Deliciosos pasajes que describían lo que era la vida en libertad de un animal tan especial como ese, incorporando en sus descripciones aromas, texturas, sonidos y sensaciones. Todo un regalo para mis sentidos.

Años más tarde, y de manera casual, escuché como un desconocido entonces para mí, que se llamaba Juan José Viola, contaba en un programa de Radio Nacional una aventura de lobos, y lo hacía en primera persona por haber sido protagonista de la misma. El lance, acaecido cuando él, siendo niño, vivía en las proximidades de "La Galga", más concretamente en el llamado "Cortijo de Pasalodos" y muy cerca de la que fue "Cantina de Emilio Vistafina", yerno del "Tio Cserano", relataba como, en una ocasión, una partida de lobos, procedente del valle del Gévora, posiblemente de Portugal, pasó muy cerca de las puertas del cortijo y, enfilando hacia la "Cañada de Bragao", fueron buscando el sopié de la Sierra de San Pedro. El relato, en la voz de Juan José Viola, alcanzó un realismo tal que fácil resultó para mí identificarme con cualquiera de los protagonistas que lo vivieron, permitiéndome casi mimetizarme con un elemento más del paisaje donde se desarrolló la escena y, por tanto, usufructuando parte del protagonismo de quienes, ese día, tuvieron la suerte de estar allí.

Hasta ese momento, mi referente habían sido siempre las descripciones que había escuchado a Jaime de Foxá o las que leí en su libro "Solitario", pero, a partir de entonces, tuve que incluir también, y por derecho propio, las de Juancho Viola. Años más tarde, completé la terna con las que Don Salvador Teruelo, pastor de cabras, poeta y maravilloso contador de historias, relató en su libro "Los lobos de Morla", escrito en colaboración con el naturalista José Antonio Valverde.

Era para mí una asignatura pendiente, y de obligado cumplimiento, conocer personalmente a Juan José Viola. En ello puse mi empeño y, cuando con timidez e inseguridad, me dirigí a él para intentar establecer este contacto, tan ansiado por mí, no hice sino encontrar a una persona accesible, franca y generosa. El tiempo se encargaría de descubrirme que no sólo atesora estas virtudes.

En 1996, el Real Club de Monteros, instituyó el Premio Jaime de Foxá para premiar la creación literaria de carácter cinegético. No se trata, ni mucho menos, de un premio menor. Todo lo contrario. Entre los ganadores de ediciones anteriores se encuentran personas de tan reconocido prestigio como Antonio Pérez Henares y el Jurado que lo otorga está presidido por el escritor Alfonso Ussía. Toda una garantía del valor que tiene este premio.

Pero en algo sí que estoy en desacuerdo con la concesión de este galardón. La concesión del mismo se debe, según la resolución del Jurado, al artículo escrito por Juan José titulado "Las liebres pieza de caza misteriosa y sus vedas", aparecido en la Revista Caza Extremadura en enero de 2012. Y digo que no estoy de acuerdo porque, según mi humilde opinión, llega tarde. Apoyo mi comentario en que, hace ya años, apareció un libro recopilatorio, de artículos aparecidos en prensa sobre tema cinegético, regogidos bajo el evocador título de "Cartas a la Duquesa de Aveiro". Cualquiera de los artículos recogidos en él, reflejo todos ellos de vivencias personales de Juan José a lo largo de sus muchos años de buen cazador, hubiera sido acreedor de tal distinción. Imposible para mí escoger uno sólo de ellos, pero si me viera en la obligación de elegir , optaría por aquel que relata una espera de liebres vivida por él en compañía de otro personaje, singular y de imborrable recuerdo, como fue José Morato Faustino, al que todos conocimos siempre como José "Franco". Pareja singular para un lance, por diversos motivos, también muy especial.

Juan José Viola es Consul de Portugal en Cáceres, empresario,escritor, genial conversador, autodidacta en diversos oficios de la vida cotidiana y, en definitiva, hombre polifacético. Los derroteros de la vida, y por supuesto sus propios méritos, le han llevado a obtener el reconocimiento y aprecio de todos cuantos le hemos tratado. Pero nada de ello le ha hecho dejar de ser lo que, en mi opinión, más le significa: el ser una persona sencilla, generosa, honesta y que, en mi caso, me regala con su amistad sincera. Uno de los mayores tesoros uno que puede llegar a tener.

¡ENHORABUENA POR EL PREMIO JAIME DE FOXÁ !.

Alonso Rubio.

Señor Rubio, viendo el entusiasmo que demuestra en el relato de la concesión del premio literario concedido a su amigo -y paisano nuestro- Señor Viola, no he podido resistir la tentación echarle un vistazo al genero de literatura que desarrolla la revista que ha concedido dicho premio. El Real Club de Monteros, club exclusivo para socios, yo he intentado entrar y no puedo, solo para socios, imagino que su actividad es la de organizar como matar los animales en los cotos de caza,

Tanto matar lobos que ahora hay que recuperar y proteger para que no desparezcan,y nos demos cuenta que no eran tan malos como nos contaron.

Un saludo

Sr. Agustine:

Usted, en todo momento, sabe a quien se dirige ya que yo, siempre, firmo lo que escribo con mi nombre. Sin embargo, yo me veo privado del inmenso placer de saber quien es Usted ya que, a diferencia de mí, no firma con su nombre. Por lo tanto, en esta conversación, o intercambio de pareceres (jamás disputa, enfrentamiento, riña, trifulca,....) hay quien juega con ventaja y ese, evidentemente, no soy yo.

Sí he de darle, no obstante, la razón en algo: Juan José Viola es mi amigo, y no precisamente porque mantengamos la común afición de la caza ya que yo no soy cazador.

Me da la impresión de que se empeña Usted en leer entre lineas, y sacar conclusiones subjetivas que, no le quepa duda, son de cosecha propia. Yo escribo lo que escribo. De ello me responsabilizo y, si he de pedir disculpas o rectificar (que no es este el caso)cualquier persona sabe a quien pedir explicaciones ya que, le repito, siempre me identifico.

Resulta muy fácil (podrían ponérsele sin duda otros muchos calificativos que suenan peor) opinar en un foro como este amparado tras el trampantojo de un sobrenombre que, a modo de máscara de carnaval, hace invisible a quien detrás de él se oculta. ¡Gran virtud en ello, que diría Cicerón! Lo malo es cuando uno convierte esto en una costumbre y procede, en su devenir diario, de la misma manera.

Mientras que yo doy siempre la misma cara, hay quien actúa como un Jano bifronte o, incluso, como un cuerpo poliédrico que dificulta a los demás saber quien es.

Le comunico, y con esto acabo, que su comentario sobre los lobos quizás esté, con todos los respetos, algo fuera de lugar, algo así como con una ligera desviación con respecto a lo que debería ser el eje sobre el que, como aquellas peonzas que vendía Pedro Sixte, permitiese girar cualquier cuerpo. Y le voy a decir la razón: que yo sepa, los únicos relatos sobre lobos que se han escrito sobre La Codosera, los he escrito y publicado yo. En ellos, y si tiene Usted la gentileza de preocuparse en leerlos, hago una apología de este animal, para mí maravilloso. No se lo tomo a mal. posiblemente Usted desconocía estra circunstancia.

Valoraba por mi parte, en la entrada que ha dado pie a esa respuesta tan documentada y erudita con la que Usted nos ha obsequiado (creo que alguna institución oficial debería reconocérselo y premiarle por ello), el hecho destacable de que a Juan José Viola le hubiesen reconocido un mérito. Usted le ha dado una interpretción distinta al asunto.

Creo que, a diario, se hace patente la realidad de ese tan manido aforismo que reza "cualquiera tiene derecho a sus diez minutos de fama y a sus cinco duros de recompensa", y en esta ocasión, de entre todos los que estamos insertos en este debate, no me refiero precisamente a Juan José Viola.

Por último, reivindico, y enarbolo la bandera, de mi amistad sincera con Juan José Viola.

Como podrá comprobar, me prodigo muy poco, cada vez menos, en este foro. La razón de ello es que no creo alcanzar el nivel mínimo de erudición de los comentarios que en él se reflejan.

Reciba un cordial saludo y a su entera disposición.

Alonso Rubio.

Estimado paisano Joaquín:

Le he enviado un mensaje privado. Le agradecería, si lo estima Usted conveniente, que me contestara cuando le fuera posible.

Atte.: Alonso Rubio.

Os puedo asegurar que desde que era pequeña, cuando escuchaba historias de lobos, sentía pánico. Del cuento que nos contaban de Caperucita ya ni os digo. Era terrorífico escuchar al narrador como la fiera se zampaba, primero a la abuela y después a la pobre niñita para arreglar un poco la historia con castigo ejemplarizante diciendo que el lobo se ahogó en el río al ir a beber y desplazarsele a la cabeza las piedras que el cazador introdujo en su estómago cuando le extrajo a sus víctimas. Es cierto que en este cuento siempre he tenido mis dudas. Nadie nunca me aclaró si el lobo se comió a la abuela, con las gafas puestas y vestida con el camisón, o si se las quitó antes de engullirlas. Esta aclaración nunca la tuve. Y es verdad, las historias completas nunca se cuentan y ello induce a confundir al escuchante. Alonso Rubio se queja que su oponente se dirija a él sabiendo quien es y él no poder hacerlo para increparle porque el otro utiliza un nombre velado. Se equivoca también al decir del otro que lo que ha querido es tener un momento de gloria y no es cierto. El que busca un reconocimiento por algo quiere que su nombre se escriba con letras, como él hace, y necesita los aplausos del público. El anónimo quiere que la obra se propague en cualquier dirección sin conocer al autor y con ello se conforma. Las reglas en este foro de La Codosera son iguales para todos, el que quiera da su nombre verdadero o falso, no importa, puede ser un nik, el que más rabia le de y con esto basta para exponer cuanto quiera, siempre sin ofender a nadie. Fijaros lo importante que es la filiación a la hora de exponer nuestras ideas que Joaquín Picado increpa a Alonso Rubio para que se posicione con relación a la prohibición de los campanillos en la iglesia, una historia publicada en radio y prensa, y donde su pariente, el señor Paco Barroso, y digo señor por la cantidad de años que el pobre hombre tiene, ha llevado la voz cantante, poniendo al pueblo de vuelta y media. En un tema tan importante como es este, donde lo que se trata es de continuar una tradición histórica de años, ser o no ser, un profesor de historia, sobre un pueblo al que conoce y del que tanto ha escrito, no decir ni mus, es raro, raro, ¿no?. Si buscamos el por qué, enseguida lo encontramos. Paco Barroso es su pariente, al que conoce y posiblemente de sobra, con el que quizás haya tenido algún agarrón y prefiere callar y guardárselas. De los lobos, lo que quiera, pero de esto ni agua. Desde que los lobos están protegidos, hay muchas fieras sueltas.
Así es la vida y eso es lo bueno del foro, se exponen las cosas, se debaten, cada cual dice lo que le parezca y si procede por quienes corresponda, solucionar los entuertos.

Sor. Rubio: No comprendo sus queja, de que esta en desventaja.Usted escribe con su nombre y apellidos, y se luce... Y yo no expongo mi identidad, las dos opciones son licitas.

SI escribo alguna vez en el foro no es para competir con nadie, ni para conseguir premio alguno, ni minutos de gloria, pensar así seria una necedad, por mi parte.

Gracias por sus correcciones, tanto por lo de fuera de lugar,
como por dar distinta interpretación al asunto, lo tendré en cuenta.

Un saludo

Señores:

Entono mi "mea culpa" y HUMILDEMENTE, PIDO DISCULPAS POR ELLO. ¿Cómo se me habrá ocurrido a mí meterme en un sitio como este? Mi propia imprudencia me ha perdido, como las miles de moscas que al panal de rica miel acudieron y tan mal acabaron.

Vuelvo a repetir que ha sido mi culpa, por tratar de estar a la altura de la intelectualidad que, desde hace unos años, exteriorizan algunos, QUE NO TODOS,de los intervinientes en este foro. Lamentándolo mucho, por lo que a mí respecta, veo que ni tan siquiera doy el mínimo. Sabias interpretaciones, repetidas hasta la saciedad (alguna de ella tan perspicaz que se atreve a asegurar que entre mi primo Francisco Barroso y yo ha existido alguna "agarrada")que ESO SI, Y COMO HACEN SIEMPRE, VALORAN LAS INTERVENCIONES DE LOS DEMÁS SIN ATREVERSE A DECIR QUIENES SON. Enhorabuena por ello.

No veo mejor forma de purgar mi culpa que no molestándoles nunca más. Me flagelo a mí mismo y ato, con fuertes correas, el duro cilicio de la autocensura en torno a mis deseos de compartir con los que considero mis paisanos, como he hecho durante años, lo que yo pueda aportar sobre La codosera. Es más, si vuelvo a caer en la tentación, me privaré de ver la televisión durante un mes y me tomaré, durante el mismo espacio de tiempo, el café sin azucar.

Señores, muy feliz verano a todos, me despido para siempre y, tal y como tengo costumbre, a su disposición.

Atte. Alonso Rubio (es mi nombre de verdad, no es un seudónimo ni un alias).

Os decía el otro día que no entendía lo de que si el lobo le quitó las gafas y el pijama a la abuela antes de engullirlas o si lo hizo. Es solo una duda.
Fijaros la de años que hace que se publicó este cuento y todavía nadie me lo ha aclarado. En fín. Con lo de Alonso Rubio me pasa más de lo mismo. Resulta que el otro día nos informaba de la concesión de un premio literario a nuestro paisano Juan José Viola por una revista de Caza. Muy bien. Al hombre se lo han dado y seguro que se lo ha merecido. Pero en este país hay gentes con otras ideas, que leen, investigan y opinan, y opinar no es ofender a nadie. Explicar solamente que cada uno tiene su visión particular de cualquier cosa, y si un lector no está de acuerdo con que maten a los animales en cotos deportivos, le asiste todo el derecho a expresarlo. Esa es la grandeza de la democracia. Y eso es lo que hizo en muy pocos renglones escritos el forero/a de La Codosera Agustine.

¡!Por dios, Agustine!!, ¿Cómo se le ocurre decirme usted eso a mi?, vino a decirle Alonso Rubio. A mi, que en este foro soy el único que doy mi nombre con apellidos para que todo el mundo se entere bien de quien soy yo, no como usted que escribe con un pseudónimo y no se ni quien es. Fue como queriéndole decir que casi como si no existiera y echarle una bronca garrafal por ello. Y como a Alonso Rubio le molesta mucho que le digan que se equivoca, pues de nuevo se lo decimos. Alonso, podias haber corregido en tu despedida, pero te equivocas otras vez sin darte cuenta que sabrás mucho, no se de que, pero de formalidades no tienes ni p. idea, y sin embargo, en faltas de respeto, eres un campeón.

Después dice que se despide del foro y que se va para siempre, y lo hace insultando de nuevo a este foro y a cuantos participan en el. Lo dice con rin tin tin, pero lo dice con un cabreo supino, sin darse cuenta que el futuro es de los humildes, no de los arrogantes, de las gentes sencillas, no de los soberbios. Lo dice con rabia de que se le haya cuestionado su trabajo. Esto es su modo de proceder y no es nuevo, ya que la misma treta la ha repetido en varias ocasiones. Anteriormente, utilizando la pedantería, ha proclamado que, como alguien se atreve a dudar de sus comentarios, cuando a su verdad le avala el haber leído a este, ese y aquel otro escritor con nombres y apellidos, pretendiendo callar a los ignorantes.

Alonso Rubio, vuelve cuando quieras igual que cuando entrastes por primera vez. Aquí no se necesita nada. La puerta siempre estará abierta, y podrás hacerlo con tu nombre o con el que quieras usar, pero hazlo con humildad y respetando a todos. Aquí nadie es más que otros.

Pos yo aqui como que casi no ma trevo a decir ni pio,que hay mucha sesera pero dice un amigo mio que un dia le copie un escrito suyo y lo subi a un forode una vivencia suya que me paso y mucho me felictaron aunque sabian que yo no podia haber ecrito aquello, me dio tanta verguenza que lo borre y se lo dije aal amigo y sabeis lo que me contesto el amigo.
"que Dios habia escondido la sabiduria de los sabios de este mundo y se la habia dao a los necios" y riendose como el siempre hace a carcajada me agarro por el hombro y me dijo amigo "tu eres de esos necios"
casis en la mar que casi me hace llorar el condenao de el.

saluos paisanos y tos sois bien avenios-