Para mi padre ausente desde hace 30 años... Mi Padre... Mi padre era un señor muy bien plantado, árbol con las raíces como espuelas, que cargo con su infancia sin escuelas con la firme actitud de un buen soldado. Era su voluntad como el arado al dividir los sueños en parcelas; sus manos eran rudos centinelas que guardaban la paz del hombre honrado... La muerte – trama absurda de la vida... se ha llevado mi padre a su guarida y quisiera retarla frente a frente... La herida duele menos que el vacío, esta ausencia es un lento escalofrío por donde va mi pena torpemente... Por donde va mi pena torpemente sin que pueda medir la luz más cierta, ni la palabra clave que despierta en la verdad de Dios hecha simiente. Sin que nada se salve del presente, ni se pueda cruzar la única puerta... Sin que se pueda hacer alguna oferta que tuviera un destino permanente. Si llegara de pronto algún remedio, Si pudiera escaparme del asedio y volver al comienzo de la prisa.... Padre, siempre le tengo en mis pensamientos, recuerdo su sonrisa, su manera de andar...han pasado la friolera de 30 que nos dejó y cada instante de mi vida le echo menos... Padre hasta el día que estemos juntos en la eternidad... Su hija que no le olvida... Amparo |