San Esteban de Zapardiel - Avila

Me enseñaste Madre de la vida el camino, fuiste una mujer
ejemplar.LLevo dentro de mí tus sabias palabras, y tu
ejemplo de Bondad y Amor.

Las palabras se dicen, el corazón se esconde, el cariño a
una madre nunca se esconde.

La palabras se olvidan, menos las de ella son palabras
sabias, que hay que entenderlas.
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La nostalgia invade por momentos mí ser
recuerdo tus ojos, tu forma de ser,
las cosa tan simples que tiene la vida,
la forma que tu me enseñaste a crecer.

Me veo en tu regazo, tan pequeña y fragil
tus brazos cobijan con amor mí piel,
recuerdo que en vela pasastes mil noches,
por eso te amo y te llevo en mí ser.

Si vieras que a veces cuando estoy muy
triste quisiera ser ave y llegar a tí,
para acurrucarme como cuando era niña,
Madre fuiste un ejemplo del amor sin fin.

2 de Mayo de 2009

Moañega.