Mombeltrán - Avila

Asistimos a un capítulo más del espectáculo político, esta vez a nivel mundial, repleto de cinismo, manipulación y falsedades de todo tipo.
Hablamos de Venezuela.
La historia es sencilla. Venezuela era un país corrompido hasta los tuétanos hasta que llegó Hugo Chavez y plantó cara a los poderes abusivos y a las todopoderosas élites económicas.
Chocó con enormes problemas: el capital estaba a salvo en los cercanos paraísos fiscales, la economía capitalista cuadra muy mal con las revoluciones de los pobres y todo empezó a ir mal. Pero el principal problema es el boicot constante del gran capo del Norte- los Estados Unidos - y todos los gobiernos sometidos a su dictado, hoy Argentina, Brasil, Colombia...
La oposición sólo tenía que esperar elecciones para ganar, pero a quien no le gusta la democracia no le gusta esperar a ninguna elección y aún perdiendo las elecciones presidenciales de forma limpia, según fué reconocido por los observadores internacionales, la oposición prefirió no reconocer el triunfo legítimo de Maduro y ampararse en vericuetos fuera de la Constitución venezolana para intentar hacerse con el poder.
Lo de Guaido no es otra cosa que un intento de golpe de Estado.
Muy bien, no se puede esperar menos de esta élite de millonarios que compra pisos de millones de euros en el Barrio de Salamanca de Madrid y de otras ciudades europeas, pero de quien no se entiende nada es de la clase política española.
El Gobierno anda dudando si doblarse ante Trump y su estrategia de considerar a America Latina más patio trasero que nunca o condenar el Golpe.
Ciudadanos y el Partido Popular se han puesto de parte del Golpe de Estado desde el primer momento.
Yo me pregunto cómo estos partidos pueden condenar el Golpe de Puigdemont y compañía y aplaudir otro similar. Golpe en Venezuela sí y en España no. Que tíos.
Y el silencio de Podemos no puede ser más incomprensible.
Si el Golpe triunfa no dejará de haber sido un Golpe de Estado en toda regla.
Vox no habla claro. Esperamos su posición ante un Golpe de Estado con expectación.

Quien se mueva no sale en la foto. ¿Este es el nuevo panorama político?
Que nos lo aclaren y así sabremos si merece la pena molestarnos en votar o no.

En unos minutos Sánchez, el aupado al poder por golpistas, se dispone a dar respaldo a otro golpista de Venezuela.
Cuando la oposición venezolana ganó las elecciones no se dedicó a gobernar. Ni siquiera a convivir con el Presidente legítimo que era Maduro. No, la oposición quiso destituir al Presidente de la república sin más en lugar de ejercer la cohabitación, tal y como sucede en las democracias occidentales a menudo, principalmente en Francia.
Maduro ante este hecho inaudito y profundamente antidemócrático y por el poder que le confiere su constitución activó una Asamblea Constituyente para evitar un enfrentamiento civil que propiciaba la oposición desde el primer día que tomó el Parlamento venezolano.
Es un conflicto de salida muy complicada que Sanchez, el chulo, sólo va a complicar con el subsiguiente perjuicio para España.
Ciudadanos, PP y Vox andan en su mundo de hipocresía y falsedad.
No nos engañáis.