Mombeltrán - Avila

Alipio Buendía, “El Vinagres”, villano de 81 años, residente en Mombeltrán como sus antepasados. Tiene una bodega muy bonita, con tinajas de barro llenas de vino de pitarra. Siempre le ha entusiasmado el tema vinícola y todo lo que tiene que ver con la tradición del vino de su pueblo. Nos ha concedido la siguiente entrevista, mientras se prepara para la segunda edición del concurso villano de vinos de pitarra, que le agradecemos.

¿Elaboras tu propio vino?
Llevo haciendo vino alrededor de 55 años. Recuerdo que el primer vino que elaboré, lo hice en una casilla vieja que mis padres tenían en una de las viñas de la familia.

¿Hay muchos villanos que se dedican a elaborar vino aquí en el pueblo?
Aquí en la Villa hay bastante gente porque tiene mucha tradición. Algunos hacen una tinaja o dos al año, lo que llamamos la clásica pitarra, pero gente que elabore como yo, en el que “pisas” más kilos de uvas hay menos. Hubo algunos forasteros que compraron viñas en Sauceo, pero los hombres se han desencantado porque siempre hay mucho trabajo y poco retorno económico.

¿Cuánta producción puedes tener al año?
Yo he llegado a tener 30 peonadas de viña, esto supone unas 3.000 cepas y cada cepa suele dar kilo y medio de uvas, aunque no siempre es igual.

¿Qué factores hay que tener en cuenta y cómo se debe empezar para elaborar su propio vino?
Lo primero que tienes que tener son viñas buenas. Tienes que buscar una tierra que no esté muy castigada, que no sea demasiado estéril; si ha sido viña anteriormente tienes que abonarla mucho. Yo le recomendaría que hiciera un análisis de la tierra, si tiene mucho nitrógeno bien, sino que la ayude un poco. Una vez puesta la viña hay que injertarla de una variedad que le guste, y que se adapte bien a nuestra zona, hay que mimarla y quitarla las barbas, cuidarla mucho y tener mucha ilusión. Para hacer buen vino se necesita una buena uva, que se consigue dependiendo de la variedad del vino que se quiera hacer. Si queremos hacer un vino de pitarra lo mejor es tener una viña de solana, centenaria y vendimiar tarde. Si queremos hacer un vino más seco no importa que la viña sea más joven, de solana o que sea una viña más productiva. Si tienes mucha ilusión en cinco o seis años vas a tener una viña que dará gusto verla.

¿Qué variedades de vinos produces?
Yo hago un poco de todas las variedades que tenemos por aquí. Aquí la variedad principal más autóctona es la garnacha. Luego tenemos la variedad de albillo, que es muy caprichosa, porque unos años da y otros no. Este año, por ejemplo, que ha sido muy seco han dado menos, pero la uva tenía mucho azúcar. Por esta razón, el vino de pitarra del año está muy embocado.

¿Qué características tiene para el paladar el vino embocado?
Por norma, cuando la uva es de viña vieja, solana y se vendimia tarde, el vino que se obtienen es embocado. Un vino embocado es un vino muy afrutado y muy seco. El vino embocado normalmente no lo hay en muy pocos sitios, es un vino más delicado de elaborar, porque hay muchos peligros a la hora de hacerlo, puesto que puede ocurrir que se produzca una segunda fermentación cuando llega el verano y se pierda, produciendo un excelente vinagre.

¿Al consumidor que vino le atrae más?
Ahora los que más éxito tienen son los vinos de la zona de Rivera del Duero o la Rioja, son los que más caros se venden. Se consiguen con una fermentación controlada y dejando más vivo los aromas de fruta. La gente también demanda vinos de 12º-13º, que es el más común. En Mombeltrán, sin embargo, los vinos son de otro tipo. El vino de pitarra de garnacha de aquí es de 15º-16º, tiene su propia identidad, pero eso es algo que no demanda el mercado y si eres comercial tienes que ir a lo que demanda el mercado. El vino autóctono nuestro de este año es un vino de 14º-15º, embocado.

¿Qué vino tuyo es el más demandado?
Con el que más éxito tengo es con el tinto de pitarra clásico o el blanco semidulce de pitarra de albillo. Yo entiendo que un vino seco lo encuentras en cualquier sitio, un vino más embocado o más dulce es más difícil de encontrar.

¿Cuantos años llevas en esto de la elaboración del vino?
Empecé cuando tenía alrededor de 25 años. El primer vino lo hice con una tinaja que guardo con cariño, de una viña en Sauceo aquí en Mombeltrán cuyas uvas no eran muy buenas. Antonio “Cagalera”, que ya murió hace muchos años (D.E.P.), y que hacía mucho vino casero, cuando probó el mío dijo que era una maravilla. De ahí me vino la ilusión. Mira, todavía me emociono cuando me acuerdo de aquello.

En pocas palabras: ¿cómo venderías tu vino?
Yo lo considero como un vino ecológico, como son todos o la mayoría de los de la Villa. Son vinos que aparte del azufre, el estiércol o el abono que se echa en la viña, no se le echa nada más. Son vinos con su propia personalidad, no son vinos comunes. Un vino de doce grados lo tienes en cualquier lugar. El vino de Mombeltrán no es muy fácil de conseguir. No puedes conseguir un vino embocado en la Ribera del Duero o la Rioja porque la mayoría de las viñas son de regadío y son viñas de mucha producción, mientras que las de la Villa dan un kilo y medio de uva por cepa. El vino de Mombeltrán tiene su historia; aquí hemos sabido cuidar nuestras viñas, hay viñas con más de 100 años, pero no hemos sabido vender nuestro vino, nos ha faltado espíritu emprendedor y de “marketing”.

¿Qué espera del próximo concurso villano de vinos de pitarra?
Espero que los vecinos y los visitantes sepamos degustar nuestro vino de pitarra embocado. Este año es embocado porque durante la fermentación no todos los azúcares del mosto se han convertido en alcohol para producir un vino seco; a veces, todos los azúcares no desaparecen. Éste es el motivo por el que existen vinos semisecos, secos o dulces según la cantidad de azúcares que queden. Por esta razón, este año vamos a presentar un vino embocado con un característico “bouquet” semiácido, afrutado y con leves notas de la tierra en boca. Espero que todos, participantes y competidores, no nos dejemos engañar con los aromas de sirenas de algunos foráneos, expertos en jugar al despiste. De todas formas, espero ser un digno rival y llevarme el concurso.

¡¡¡Para san Blás, el pitarra embocado de “El Vinagres” catarás!!!

Y por todo ello: ¡No habrá paz para los villanos malvados!