Mombeltrán - Avila

El vino en Mombeltrán, siempre de pitarra

Lleva toda la vida dedicado a la elaboración de este tipo de caldos en Mombeltrán.

Alipio Buendía, “El Vinagres”, aficionado a la enología casera.

“Suelen estar listos para el consumo en diciembre o en enero”.

La Villa de Mombeltrán no es conocida por sus buenos vinos, vinos cada vez menos demandados y con un proceso cada vez menos elaborado. Pero si es muy conocida por sus vinos de pitarra, caldos artesanales que producen muchos villanos en sus propias casas y con pocos medios, pero que son muy apreciados entre los amantes de la enología casera. Uno de esos villanos es Alipio Buendía, “el Vinagres”, un hombre de 80 años que lleva más de sesenta elaborando vinos de pitarra en su casa-bodega de Mombeltrán, una afición a la que cada vez dedica más empeño y trabajo.

Alipio, ¿por qué se les denomina vinos de pitarra?
-La razón es sencilla. Las pitarras son unas tinajas en las que el vino se guardaba (y aún se sigue guardando) durante un determinado período de tiempo.

-¿Cómo comenzó a hacer vino de pitarra?
-Aquí en el pueblo hay mucha gente que lo hace y, al final, te vas animando.

-¿Y cómo aprendió a hacerlo?
-Primero unos te dicen cómo se hace, otro te dice otro truco, hablas con unos y con otros, pero, al final, sólo se aprende a base de fracasos. Yo llevo ya unos pocos fracasos. Y después tienes que tirar el vino, porque en esta zona, como en otras de los alrededores, no se suele tener alambique para destilarlo y conseguir alcohol, como se hace en otras regiones. De todas formas, es ilegal hacerlo, y está muy perseguido.

-¿Y cómo se hace un vino de pitarra?
-Nosotros, la familia, lo hacemos todo, desde coger la uva en el campo, en una pequeña viña que tengo, hasta el embotellado. Cogemos la uva a una hora bastante temprana, que no haga mucho calor, para que la uva no sufra demasiado. Después, la pasamos por la despalilladora y luego a la prensa, se estruja la uva y el mosto lo echamos en los depósitos. Solemos echar varios tipos de uva, tempranillo, algo de cabernet sauvignon o de garnacha, que son las variedades mejores que tenemos en la finca. Como las pitarras en las que fermenta el vino son abiertas y a la vez no muy grandes, diariamente se mece el vino utilizando un mecedor -palo de madera que puede tener diferentes formas- un par de veces al día. Hay que realizar este proceso día tras día hasta que el vino esté hecho. Finalizado este proceso, los residuos se situarán al fondo de la tinaja y el vino habrá terminado su cocción. Con posterioridad a su fermentación, trasladamos el mosto a otras tinajas. Una vez se saca la madre de las tinajas, se hace el prensado. Por último, en invierno y aprovechando el frío se realiza el trasiego final.

-¿Y cuánto tiempo suele estar?
-En los depósitos suele estar veintiún o veintidós días. En los depósitos empieza a cocer el mosto, se le deja que fermente, pero siempre vigilando la temperatura, porque si coge demasiada no sale bien el vino, es mejor que esté en un sitio fresco y que la temperatura sea estable.

-¿Y hay que echarle productos?
-La uva utilizada en la elaboración de este tipo de vino, como he dicho antes, se recolecta artesanalmente. Una vez recogida la uva, se pisa y apenas se utilizan productos químicos para su elaboración. Por todo ello, el vino de pitarra posee un sabor y un aroma muy agradables. Además, la graduación de alcohol que contienen es elevada. Ahora, sin embargo, se le suele echar metabisulfito para conservar el vino y que no se pique. Eso al principio, porque luego si lo llevas a analizar y, dependiendo de los análisis y del técnico, hay que echarle ácido tartárico, a veces si necesita más acidez.

-¿Entonces cuándo está el vino listo?
-Con posterioridad a su fermentación, trasladamos el mosto a otras tinajas. Una vez se saca la madre de las tinajas, se hace el prensado. Por último, en invierno y aprovechando el frío se realiza el trasiego final. En definitiva, después de esos veintitantos días de fermentación, se saca y se echa a otros depósitos, dejando abajo los posos, lo que se llama barro, que se le quita. Y después de los análisis, se tapan los depósitos hasta arriba, sin que quede aire y se deja hasta diciembre o enero, normalmente. Y luego se puede pasar a botellas de cristal u otros depósitos de acero inoxidable.

-¿Y el vino de pitarra siempre es de uva negra?
-No, se puede hacer pitarra de vino blanco, tinto o rosado, porque lo que le da el color al vino son los hollejos, el pellejo de la uva. Al vino se le echa la madre y se le saca a los dos días, pero del tiempo que se tenga depende el color que luego salga.

-¿Usted cuánta cantidad suele hacer?
-El año pasado me salieron, aproximadamente, 1.500 litros. Normalmente el vino que hago es para regalarlo y para consumo propio, porque está muy bueno.

-¿Y todo lo hace en su casa?
-Sí, aquí en la Villa, la pitarra se hace siempre en casa. Por regla general, la elaboración y comercialización del vino de pitarra suele ser familiar y se extraen de cosechas pequeñas que no suelen superar los mil litros anuales.

Guía de “El Vinagres” para hacer un extraordinario vino de pitarra.
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-La fermentación de la uva.
El cálculo siempre lo hacemos en arrobas (11,5 kilos de uva o 16 litros de mosto). Se vendimian las uvas que se convertirán en vino de pitarra. Se pisar la uva y se llenan las tinajas. Una vez que hayamos obtenido el mosto (el jugo de la uva extraído), tendremos que proceder a la fermentación, sin retirar los restos de la trituración. Introducimos este vino en un barril, cuba o tinaja que dejaremos abierta. La primera fermentación tumultuosa o alcohólica dura entre 8 y 12 días. En el vino blanco, la temperatura nunca deberá superar los 20 grados centígrados. Si se trata de vino tinto, la temperatura nunca deberá superar los 30 grados centígrados.

Desde ahora hasta más o menos finales de Octubre o primeros de Noviembre –por la festividad de los Santos- el vino se asienta y habrá que proceder al decantado y trasiego a otro tonel u otra tinaja, ya limpio y ausente de hollejos y pepitas.

Una vez que haya pasado el tiempo de fermentación del mosto, procederemos a filtrar con un colador los hollejos y pulpa más grandes. Filtramos otra vez consiguiendo así que apenas pasen impurezas.

Hay que dejar que el vino se vaya macerando, cerrándola en esta ocasión, y lo dejaremos en un lugar fresco, unos treinta días como mínimo. Volveremos, entonces, a filtrar el líquido como hicimos antes.

Si el vino lo quieres embotellar, para que duré más y para regalarlos a los amigos y a los compromisos, tendremos que esperar hasta el primer menguante de Marzo, donde el vino se saca para embotellarlo.

-Embotellado.
Ahora toca envasar el vino, de ser posible, en botellas de vidrio tapadas con un tapón de corcho natural.

-Catar el vino.
Después de envasar el vino casero, debemos esperar al menos treinta días más antes de consumirlo, de forma que el líquido se adapte y conjugue suficientemente. Graduación entre 14-16 grados. El último paso es el más agradable: vamos a descorchar la botella y a probar este vinazo.

Dicen que el gusto y paladar de estos vinos es difícil de describir. La verdad es que algunos forasteros, flojos y envidiosos, no están preparados, ni creo que lo estén nunca, para disfrutarlos. Para mi, la mejor y más sana bebida del mundo. Yo solo consumo agua en forma de pitarra, y voy por las 80 primaveras y 60 pitarras propias. ¡Y las que me quedarán! ¡Qué Dios y la Virgen de la Puebla, me den salud, buenas cosechas y mejores pitarras!

Y por todo ello: ¡¡¡No habrá paz para los malvados!!!!

Se puede leer en el cartel del “Primer Concurso y Cata de Vino de Pitarra”: “cada concursante deberá presentar 5 litros de vino tinto (sic: de pitarra de cosecha propia) del año”. Perdonadme, una vez más, pero me asaltan algunas curiosidades, como siempre bienintencionadas, a raíz de la nueva ocurrencia del “concejal-expelotari-de-pinchos-y-ocurrencias-variadas”:

-¿Quién o quienes quieren comerse la matanza o celebrar San Blas, San Pedro Bautista y el adelanto de los carnavales con las pitarras de otros?
-¿Cubren los premios el valor del vino aportado por los concursantes?
-¿Qué pone realmente el ayuntamiento para pasar el trago de pitarra: viandas, quesos, perrunillas, o nada?
-¿Se devuelven los excedentes de pitarra a los dueños o quedan a buen recaudo del concejal de festejos para uso y disfrute de la corporación o de algún invitado de última hora?
-¿Quiénes pueden ser catadores: los vecinos, solo los residentes, los que están de paso, los forasteros, las aves de paso, los alcohólicos anónimos, etc.?
-¿Pagan o no pagan los catadores una cuota?
-¿Se trata, por consiguiente, de una barra libre de vino de pitarra?
-¿Habrá un médico o la UVI móvil de Garro de guardia?
-¿Es necesario llevar bolsas para que cada uno recoja sus vomitonas?
-¿Pagará el ayuntamiento la multa si a algún catador le ponen el globo y da positivo?
-¿Qué piensa del asunto el nuevo párroco?
-¿Se unirá a la fiesta como experto?
¿Y si el multiusos se queda pequeño, se celebrará el botellón de la pitarra en la Corredera?

Y mientras llega el día de marras...

-Se abre el multiusos y se ve una garrafa de 5 litros de vino de pitarra. ¿Cuál es el título de la película que se proyectará próximamente en el frontón municipal? Es-tinto básico.

-¿Cuáles son los vinos de pitarra más amargos, astringentes y picados de la historia de la Villa de Mombeltrán?
- Vino mi suegra (o vino Juli, de nuevo).
- Vino el recibo (nuevo del IBI urbano y rústico).
- No le vino.

-Un villano-cacique estirado le pregunta a un pobre borracho del PSOE:
- Pero, hombre, ¿por qué bebes tanto?
- Por venganza.
- ¿Cómo que por venganza?
- Sí, el vino acabó con el PSOE villano y yo me he propuesto acabar con el vino.

-Un villano populista poco agraciado físicamente (lo que viene a ser un feo) está ligando y dice a su chica:
- Imagínate princesa: Tú y yo, juntos bajo la luz de las velas, una buena cena y una garrafa de cinco litros de vino de pitarra, ¿qué te parece?
- Muy poco vino...

Y por todo ello: ¡¡¡No habrá paz para los malvados!!!

Mantente vinagre!.

La murga villana “Los Perdíos del Arroyo” calientan motores y nos amenizan el próximo concurso de “Pitarras Villanas” y, de paso, nos introducen los próximos carnavales con la chirigota titulada: ¡Y Te Pido Garrafón!

(Expelotari)
Dime si es verdad,
me dijeron que no la has presentado,
no sabes lo que estoy sufriendo,
esto te lo tengo que decir.

(Pitxita)
Cuéntame, tu vendimia fue dura para mí,
sé que la hiciste en noches de luna,
y yo no supe hacerlo así.

(Expelotari)
Te estaba buscando, por la Villa gritando,
esto me está matando (oh!).

(Pitxita)
Te estaba buscando, por la Villa gritando
como un loco tomando... (cerveza sin alcohol).

(Expelotari)
Es que yo sin tu pitarra, y tú sin la mía,
dime quién puede ser feliz,
la cerveza no me gusta, eso no me gusta.

(Pitxita)
Es que yo sin tu pitarra, y tú sin la mía,
dime quién puede ser feliz,
la cerveza no me gusta, eso no me gusta.

(Expelotari)
Y yo sin tu pitarra, no aguanto más,
por eso vengo a decirte lo que siento,
estoy sufriendo en la Soledad (oh!).

(Pitxita)
Y aunque el Padre no probó mi garrafón,
yo sigo insistiendo en pedirte perdón,
lo único que me importa es el garrafón.

(Expelotari)
Te estaba buscando, por la Villa gritando,
el vinagre me está matando (oh!).

(Pitxita)
Te estaba buscando, por la Villa gritando,
como un loco tomando... (cerveza sin alcohol).

(Expelotari)
Es que yo sin tu pitarra, y tú sin la mía,
dime quién puede ser feliz,
la cerveza no me gusta, eso no me gusta.

(Pitxita)
Es que yo sin la tuya, y tú sin la mía,
dime quién puede ser feliz,
la cerveza no me gusta, eso no me gusta.

(Expelotari)
Yo te juré a ti, ese eterno elixir,
y ahora otro te da garrafón,
cuando en las noches tienes frío (oh!).

(Pitxita)
Yo sé que te parece mejor,
pero yo estoy en tu corazón,
y por eso pido: dame de tu garrafón (de tu garrafón).

(Expelotari)
Es que yo sin la tuya, y tú sin la mía,
dime quién puede ser feliz,
la cerveza no me gusta, eso no me gusta.

(Pitxita)
Es que yo sin la tuya, y tú sin la mía,
dime quién puede ser feliz,
la cerveza no me gusta, eso no me gusta.

(Murga)
Dicen que uno no sabe la que tiene,
hasta que se le pierde, pero…
Vale la pena probarla, por lo que uno quiere…
Y si es vinagre...
No quiero vivir así...
No quiero vivir así...

Y por todo ello: ¡No habrá paz para los villanos malvados!

AY OVARIOS VILLANA
Que perra pillas, si te bebieras un vinito de vez en cuando los carteles que hace el Ayuntamiento, los verias de otro color.

Oda al Vino de Pitarra

Adaptación tradicional de un poema extremeño sobre las inquietudes que más preocupan al "expelotari-concejal de festejos, pintxos y pitarras".

Todos los días después del trabajo,
y sin trabajar también,
me voy andandito hasta el bar,
‘pa’ que me den de beber.

Primero y ‘pa’ calentar el gaznate,
bebo algún chato envuelto.
Después y ‘pa’ quitarme la sed,
bebo pitarra hasta perderme en el tiempo.

Y es que es un sabor tan grato,
la pitarra en el paladar,
que paso miles de ratos
metido dentro del bar.

Bebo diez, veinte, treinta...
hay veces que incluso más,
que de tanto soplar y soplar
puedo perder la cuenta.

Se me pone la cara roja,
y por los adentros me sube un calentito
y al ver pasar a las mozas,
se me levanta... el apetito.

Evito las fuentes que afloran del suelo,
pues odio hasta el agua más cristalino
e incluso lavarme, que no suelo,
generalmente lo hago con vino.

Cojo la bota, la agarro y la digo con mimo:
¡ohh que feliz y dichoso yo fuera
si en vez de gotas de agua llovieran,
uvas villanas, en grandes racimos!

¡Y por todo ello: no habrá paz para los villanos malvados!

En la Plaza del Generalisimo cada dia, todo es mas surrealista.

Lo del equipo municipal con Pakito, el Expelotari y los asesores peñistas al frente empieza a ser más que surrealista, querido “Acelgaspalosguarros”, para convertirse simplemente en un esperpento. Creo que no me enteré bien de qué iba este evento fallido. Se organizó un pitarrón para elegir, en principio, el mejor vino de pitarra villano del año y resultó que el vino ganador del concurso fue de otro pueblo. Lo que empieza a pasar aquí, va a llevar a más de uno/a al siquiatra o directamente al “lokero”. A Pakito, sin billete de vuelta, le va a llevar a la calle, sin remedio. Desde hace tiempo está acumulando méritos y alcaldadas suficientes para pasar a la reserva. ¡Empiezas a ganártelo a pulso, majete!

Quizá la próxima legislatura sea candidato a alcalde en ese otro pueblo del que no me quiero acordar. El próximo año, si lo estiman oportuno las mentes pensantes de las que se rodea este edil de pacotilla, el concurso puede ser internacional o universal y organizarse en el pueblo vencedor de este año, pero patrocinado por ese ayuntamiento y sus vecinos. Quizá se produzca un milagro inverso y gane algún villano, por error.

El mensaje enviado por algunos es meridiano a los villanos que se presentaron al certamen: no tenéis ni p. idea de hacer vino de pitarra. La pitarra villana es de segunda o de tercera, por lo menos. Pitxita, ten amigos y conocidos para este escarnio público. El año que viene, vuelves, si te quedan ganas de que se rían de ti y de tu pitarra en tu propia cara.

¡Ay, Señor, Señor, qué bajo hemos caído y todavía no hemos llegado a tocar suelo! Este año en la Villa, por lo tanto, será un buen año de vinagre. ¡Pakito, populista, ponte a remojo!

¡Y por todo ello: No habrá paz villana para los villanos malvados!

Yo diría pusilánime en vez de populista.