Mombeltrán - Avila

Él llevó al pequeño pueblo a lo peor y más denigrante del circo político local y provincial, a saber: las mentiras masivas, las falsas promesas, las traiciones, los pucherazos electorales a granel y lo más hilarante del zafio vodevil aldeano. Y con ello cambió el humor de sus vecinos para siempre. Hace 25 años que llegaba a la poltrona municipal el padre de la tragicomedia villana moderna, eterno bufón y consumado caudillo de la alcaldada recalcitrante. Quizá hasta su muerte parecerá, algún día (d.m.), sacada de uno de esos grotescos y sarcásticos guiones de serie B: una trombosis coronaria acabará con su vida mientras veía su cadena de televisión favorita, y en esa posición se quedará su cadáver cinco días, hasta que su estrecho colaborador y representante diabólico se colará por una ventana de su casa y lo encontrará con las manos en la masa.

Su vida no habrá sido nada misteriosa, ni beneficiosa para el pueblo que lo vio nacer y, lo verá, morir. Llegó al pueblecito en 1940 bajo un nombre cualquiera. Fue un niño solitario y tímido, tal vez, porque durante muchos años vivió en un molino. Aunque se casó, no sabemos después de cuantos intentos, aunque siempre presumió de tener muchas novias. Vivió con su madre hasta la muerte de ésta, lo que le ganó su favor y el favoritismo a la hora del reparto de la herencia. Quizá esto también le sirvió de inspiración para numerosos atajos de lo que fue su catapulta a la fama y al éxito local como el rey de la alcaldada.

Desde 1987, y durante 25 años, creó un régimen caciquil dirigido, "escrito" (es un eufemismo) y protagonizado por él mismo que ha estado permanentemente en la antena local -también conocida por radio macuto o BBC ("Bodas, Bautizos y Comuniones"): tu sueltas el bulo, circula el cuento y si cuela, cuela- de la pequeña Villa. En el día a día se sucedían situaciones cómicas, desternillantes y burlescas en las que triunfaba el humor soez. Y aunque no seguía una línea argumental, él recurría con frecuencia a algunos personajes indescriptibles de la patética escena villana como Trampolín, Palomo, Serita, Caramelote, Cacharra o los más recientes Garabato o Garro. Pero las muecas, las gesticulaciones y las divertidas persecuciones que protagonizaba este burdo titiritero fueron esenciales para su éxito, aunque también sus picantes argumentos, su tendencia al destape verborreico y su chiste fácil sin gracia alguna, pero con miradas lascivas que dejaban al descubierto el "muslamen" de alguna desvalida muchacha que buscaba trabajar en el chiringuito de su socio y amigo.

A finales de los noventa, sin embargo, el programa electoral flaqueó porque empezaron a surgir enormes críticas que continúan hasta hoy. Se le tildó de machista, sexista y fascista a lo largo y ancho del Valle del Tiétar, de la provincia de Ávila y hasta en la "Capi" de la caspa, "Fachadolid". Mientras que otros muchos no le perdonaron que se hiciese tan popular y barriobajero con un programa paleto con figuras y situaciones sesgadas típicamente anacrónicas y "Berlangianas" como las procesiones-romería, las calderetas o las fiestas patronales con los pregoneros del autobombo, las perrunillas grasientas, la "limoná" y los cohetes de "peo", sin una pizca del fino humor villano, sin la sutileza de la ironía ni la elegancia de las dobles intenciones.

Su legión incondicional, hasta entonces y ahora venida a menos, de seguidores e intrusos comprados con falsas promesas, por el contrario, sigue siéndole supuesta y falsamente fiel y hoy más que nunca siguen reivindicando su grotesca figura, reconociendo su aportación a la historia de la tragicomedia villana y afirmando que influyó de modo evidente en cómicos-delfines en ciernes como Cacharra, Garabato o el joven Garro.

Entre sus seguidores más conocidos se encontraban grupos de poder villano casposo de toda la vida como "Mateos Group´s", "Pemian Electric Band", "Baila Disco’s" o "Village People Cavern", seguidores del ídolo caciquil que reconocen que "hacía falta alguien como él para resucitar el vodevil villano". Y es que es de sobra conocido que estos incondicionales le han brindado y le brindan un interesado apoyo para y por "los beneficios de las interesadas alcaldadas" de las que ellos sacan suculentas tajadas y prebendas y que acuden en su auxilio o ponen a su servicio sus haciendas y sus familias, sobre todo cada vez que se aproxima y se gesta el próximo pucherazo electoral.

Su desaparición generará un halo de misterio, que no adivinamos hoy a saber como se resolverá. Su fortuna, se estima, presuntamente, que ascenderá quizá a varios cientos de miles de euros o incluso puede que a algún millón de euros; que quizá reparta entre sus hijos -o tal vez, como aprendió de su madre, desherede a uno de ellos- y una decena de intrusos, a varios de los cuales no los habrá vuelto a ver desde hace años, es decir, desde el instante en que fraguaron el último pucherazo electoral. Sin embargo, nunca se sabrá lo qué será del famoso montante de joyas de oro que algunos dicen, presuntamente, que atesora. Dijeron que quería de hecho enterrarse con ellas, como un antiguo faraón, tras lo que su tumba quizá sea profanada. Sólo los ladrones sabrán qué había en su interior, pues nunca darán con ellos.

Quizá unos pocos años después de aquel día en que la televisión "Intereconomía" ganó e inauguró una calle y bendijo a uno de sus mayores cómicos y forofos, apenas unos pocos nostálgicos del pequeño pueblecito recordarán al anacrónico histrión. Sin embargo, el pueblo llano y racional seguirá concediéndole el desmerecimiento del que ha hecho gala tras conducirle a una involución social y cultural prehistóricas y antediluvianas.


¡Que No Calle La Calle!

¡Por la rebelión cívica de la Villa de Mombeltrán!

Una triste y larga historia de degeneración, decadencia, posesión y dominio del totalitarismo más tarugo, excluyente, segregacionista y agresivo sobre el pueblo normal.
Y tanto tiempo de trampas premiadas dejará huella y cantera. Si tienes la máquina del censo, por una parte, y has aprendido a convertir tu casa en un contenedor de falsos habitantes censados, y todo sin castigo, difícil será desengancharse.
Quizá nunca haya remedio.

Os gustaria tener un alcalde que tirara del carro?

La verdad, para tirar de un carro valdría!!!!

¡Que No Calle La Calle!

¡Por la rebelión cívica de la Villa De Mombeltrán!

La verdad es que tu a un lado y el al otro, seriais un tiro de categoria para cualquier carromato

Irias tu mejor con el ladron de sanchez gordillo,maltratando a empleadas y aplaudiendo el robo

Puestos a implicar a gente supuestamente relacionada con "el cacique! (tema que confieso, me interesa bastante), por qué no hablar con nombres y apellidos.

¿Quienes son exactamente "Mateos Group´s", "Pemian Electric Band", o "Village People Cavern"?.

No obstante, si temes las represalias de "el Juli" (no confundir con el honorable torero), entenderé que me contestes mediante mensaje privado.

¡Fuerza y honor!
Miguel de Sanjuán
https://twitter.com/MombeltranNET

Adivina, adivinanza,...

"Mil años tardó en morirse,
pero por fin la palmó.
Los muertos del cementerio ultra
están de Fiesta Mayor.
Seguro que está en el cielo
a la derecha de Dios.
Adivina, adivinanza,
escuchen con atención.

A su entierro de paisano
asistió Napoleón, Torquemada,
y el caballo del Cid Campeador;
Millán Astray, Viriato,
Tejero y Milans del Bosch,
el c.ño de la Bernarda,
y un dentista de León;
y Celia Gámez, Manolete,
San Isidro Labrador,
y el soldado desconocido
a quien nadie conoció.

Santa Teresa iba dando
su brazo incorrupto a Don
Pelayo que no podía
resistir el mal olor.
El marqués de Villaverde
iba muy elegantón,
con uniforme de gala
de la Santa Inquisición.
Don Juan March enciende puros
con billetes de millón,
y el niño Jesús de Praga
de primera comunión.
Mil quinientas doce monjas
pidiendo con devoción
al Papa Santo de Roma
pronta canonización.

Y un pantano inaugurado
de los del plan Badajoz.
Y el Ku-Klux-Klan que no vino
pero mandó una adhesión.
Y Rita la Cantaora,
y don Cristóbal Colón,
y una teta disecada
de Agustina de Aragón.
La tuna compostelana
cerraba la procesión
cantando a diez voces
clavelitos de mi corazón.

San José María Pemán
unos versos recitó,
servía Perico Chicote
copas de vino español.
Para asistir al entierro
Carrero resucitó
y, otra vez, tras los responsos,
al cielo en coche ascendió.

Ese día en el infierno
hubo gran agitación,
muertos de asco y fusilados
bailaban de sol a sol.
Siete días con siete noches
duró la celebración,
en leguas a la redonda
el champán se terminó.
Combatientes de Brunete,
braceros de Castellón,
los del exilio de fuera
y los del exilio interior
celebraban la victoria
que la historia les robó.
Más que alegría, la suya
era desesperación.

Como ya habrá adivinado,
la Villana y el Villano
los apellidos del muerto
a quien me refiero yo,
pues colorín colorado,
igualito que empezó,
adivina, adivinanza,
se termina mi canción,"

¿¡Cuándo se terminará la anacrónica canción villana!?


¡Que No Calle La Calle!

¡Por la rebelión cívica de la Villa de Mombeltrán!