Arenas de San Pedro - Avila

Ayer asistí a la conferencia que tuvo lugar en la Casa de la Cultura en relación con la conmemoración del día de libro. El acto fue aceptable (eso sí nos olvidamos del “pasteleo” recíproco entre los presentadores del acto y el conferenciante y de que la conferencia fue leída, aunque, por suerte, estaba bien redactada). El conferenciante (un antiguo empleado de la Caja de Ávila) comentó su último libro que con el título de Ortodoxos y Heterodoxos describe desde la tolerancia y la compresión las vidas y las obras de un elenco de abulenses de todos los tiempos (incluso de Prisciliano). Sobre la elección de los pensadores abulense echo en falta que no hable de Vasco de Quiroga, cuya obra se estudia en la Facultad de Políticas de la UNAM con el mismo ahínco que la obra de Platón o Tomas Moro; sobre su estudio sobre los personajes que nacieron en Arenas habla de los de siempre: del Infante don Luís y de su séquito que se pierden en las brumas de la leyenda; menciona, muy merecidamente, a un maestro de Arévalo que ejerció un tiempo en Arenas, conocido por escribirun libro de iniciación a la historia para alumnos de primera enseñanza que tuvo un relativo éxito:” Mi primer libro de historia” y de Carmen Diez de Rivera de la que habló algo, nada comparable al comentario que el tal Robespierre escribió sobre Diez de Rivera en el otro Foro. Que el autor no alcance a Robespierre no me sorprende, lo que me sorprende es que el autor no hable de Pedro de Alcántara que más allá de la hagiografía es un escritor místico, en verdad, menor que Santa Teresa, Fray Luís de León o San Juan de la Cruz, pero lo suficientemente valioso para que sus obras estén recogidas en un libro de la prestigiosa Biblioteca de Autores Católicos (B.A.C). El citado Robespierre pegó en el otro foro un opúsculo de Pedro de Alcántara Me ha molestado que el conferenciante no incluyera entre los personajes de su libro a Carmen Laforet que no solo escribió la mejor novela de la Posguerra sino que vivió en Arenas y se dice que aquí escribió, La Mujer Nueva; ni siquiera habló de Lujan, de los lujanes que vinieron con el Infante don Luís, dramaturgo de éxito, eso sí por desgracia influenciado por Echegaray ; del fotográfo Serrano, pionero de l periodismo gráfico y que no hablase de tantos otros… Visto está que los de fuera ( todos menos yo que soy del Tucumán) no nos quieren: o nos intentan arruinar o ignoran nuestros méritos.

Nos cuentan que hubo unas veinte personas. Entre ellas un tal Luis que con su ego lo llenaba todo. Lo conoce usted, enésimo nick de una misma persona?

Lo de este muchacho es impresionante, desde luego.

En fin, me voy a permitir copiar el comentario de Robespierre sobre Carmen Diez de Rivera, pero como dice mi amiga Anamixta (que es rubia, un poquito gordita y más bien baja, pero en conjunto atractiva y aunque en los foros parezca una fiera es un chica muy tímida) : “no todo es política”, por lo que tacharé los párrafos estrictamente políticos.


Por suerte en Arenas no ha vivido (o viven) solamente tristes personajes…; han vivido, también, entre nosotros personas ilustres. Puede que muy poca gente sepa que en el Convento de Clausura de las monjas carmelitas ingresó como novicia el 28 de diciembre de 1959, con 17 años Carmen Diez de Rivera.



Carmen Díez de Rivera (conocida como la musa de la transición ) fue colaboradora de Adolfo Suárez en los primeros tiempos de la transición y ex eurodiputada del PSOE, En 1976 se convirtió, con 33 años, en la mujer más influyente de la transición española como directora del Gabinete de Adolfo Suárez, que dejó al año siguiente. Ya había trabajado con Suárez en la época en que éste estuvo al frente de Televisión Española. Tras la muerte de Dionisio Ridruejo, en cuyo partido, la USDE, había militado, se afilió en 1977 al Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván. En 1987 volvió a colaborar con Adolfo Suárez, formando parte de las listas europeas del Centro Democrático y Social (CDS), y salió elegida en las elecciones del 10 de junio. En septiembre de 1988 abandonó el CDS por discrepar con la solicitud de ingreso de este partido en la Internacional Liberal. El 9 de enero de 1989 ingresó en el PSOE y renovó su escaño de eurodiputada en las elecciones del 15 de junio y en las del 12 de junio de 1994.

Como cuenta en sus memorias la vida en el Convento, en aquél frío invierno de 1959 la resultó muy dura, y aparte descubrió que su vocación no era la de ser monja de clausura., por lo que abandonó el noviciado a los tres meses.