La Concejalía de Cultura hace dejación de sus funciones. Mi chica, la música anda muy ofendida porque no la ha dado ningún cargo ni en la “asociación de mujeres progresistas” ni en la de “amigos del Palacio de la Mosquera” ¡Con el ego que tiene! Aparte, no lo digo porque sea mi chica, sino porque es cierto, ella aportaría a ambas asociaciones más que todos los otros miembros juntos. Ahora anda con la polaca, intentando montar otra asociación… En fin, aparte de mi chica, tengo una cosa clara: que una cosa es lo público y otra lo privado y mal asunto es cuando se mezcla los dos, malo cuando lo público se impone sobre lo privado, pero aún peor cuando lo privado se impone sobre lo público. Al proceso histórico en el que los intereses corporativos (privados) se han impuesto a lo público se le conoce en historia como fascismo. No me gusta que los amigos del Palacio anden por él como “Pedro por su casa” y aunque hiciera algo de valor que no es el caso (lo que hacen es muy cutre, hasta para mí que tengo “manga ancha”) no justificaría tanto “poderío”, entre otros motivos por “higiene” democrática. La concejala de Cultura (y de muchas más cosas) debe en primer lugar sí aún está “a tiempo” pedir la subvención del 1% cultural que las administraciones públicas destinan a los Bienes de Interés Cultural para el Palacio de la Mosquera y asumir la gestión directa (con su gente) de las actividades culturales y sobre todo hacer algo en él. En uno de los últimos plenos del anterior mandato municipal se aprobó los estatutos de la Fundación del Palacio de la Mosquera que en definitiva sacaba este valor ahora IBI del Ayuntamiento y lo ponía para “siempre” en manos del tejido asociativo arénense. Sin comentario. La crítica de don Jesús Fuentes que consta en actas fue apropiada y de cierta enjundia, aunque todo es mejorable. Por suerte no se ha ejecutado esa resolución, y ahora es el momento de revocarla (que no es lo mismo que su revisión, para el acuerdo de revocación basta el voto favorable de la mayoría de los miembros presentes de la Corporación) por lesiva a los intereses presentes y futuros de la Ciudad de Arenas y como el Palacio de la Mosquera ahora IBI no puede seguir “ a la buena de Dios” doña Caridad debe de buscar una forma eficaz y sobre todo “decente” para gestionar ( en todos sus aspectos ) este Bien de Interés General. |