Villabona - Asturias

Al tibio sol de primavera, sentados en una mesa contra el muelle de Candás, tomábamos un aperitivo.

Ella me preguntó si íbamos a comer allí.
.- No, que va. Según internet, hoy viernes empiezan las jornadas del picadillo en Verdicio.
Así que hacia allí nos encaminamos, pero primero paseela por el Cabo Peñas y su precioso entorno. Y desde la punta donde sopla el Ventolín y a menudo hace de las suyas el Nuberu, señalé la mar brava indicando (faroleando) que en días de extrema claridad (nunca) desde allí se podía divisar la costa británica.

Paramos en una lujosa sidrería al pie de la carretera
.-Aquí podemos comer -indiqué.
Al entrar ya vimos una larga mesa preparada.
.-Esto debe ser para la degustación del picadillo -aventuré.
En la barra inquirí que me explicaran como funcionaba lo de las jornadas del picadillo, a lo cual, me contesto la sorprendida moza:
.- Espera que llame a mi madre.
Explicome la muyer que en el año 1.998 hicieron las jornadas, pero llovió tantísimo, y el fracaso fue tan sonado, que ya nunca más se atrevieron a repetir.

Tan ofuscado quedé que´pedí un cigarro a mi chica (yo no fumo)que al instante prendí pensativo... y mientras, oí que la dueña decía: Prendes...
.-Claro exclamé yo -aún confiando en la infalibilidad de internet- es en Prendes donde hacen las jornadas.

.-No -me espetaron las dos mujeres, descojonándose de mi- Prendes, no, que no prendas que está prohibido fumar.

¡Donde se vio no dejar fumar en una sidrería! pensaba yo mientras conducía hacia Villalegre para comer en casa de mi amigo Juaco Villaverde, donde si podemos fumar, comer, y cantar si viene al caso, mientras el nos acompaña a la guitarra.

Venga, salud a tod@s