Tineo - Asturias

Los sindicatos mayoritarios no han logrado el propósito que tiene una Huelga General: paralizar el país. Y eso, a pesar de que en demasiadas ocasiones durante las últimas horas, han utilizado un grado de coacción inadmisible en una sociedad democrática. Hay que exigir responsabilidades porque no es tolerable que se actúe impunemente contra el derecho que tienen los trabajadores a no hacer huelga, si no quieren. Todo indica que ha sido la sociedad la que se ha apuntado el auténtico triunfo en esta desproporcionada jornada de huelga, al acudir o tratar de acudir a sus puestos de trabajo a pesar de las dificultades.

Una huelga, que en una situación de grave crisis, en el mejor de los casos va a provocar pérdidas por valor de 1.000 millones de euros. Hay descontento generalizado por la acción del Gobierno. Hay hartazgo por la destrucción paulatina del tejido económico y laboral, la burla y el engaño permanente, la degradación de los valores humanos y la cohesión social. Pero los españoles han rechazado canalizar ese hartazgo a través de unos sindicatos desacreditados que han sido los grandes cómplices y aliados del Gobierno. La gran mayoría de los trabajadores y autónomos no ha querido secundar una convocatoria irresponsable.

se nota que no te has dado una vuelta hoy por la tarde por el centro de Oviedo

Mi apoyo a todos los trabajadores, autónomos y empresarios que libremente han querido trabajar, pongamos coto a las actitudes terroristas y mafiosas de los sindicatos que sólo se miran al ombligo y enhorabuena a todos los que han trabajado con normalidad en Tineo que han sido muchos.

yo felicitaria a todos aquellos que han ejercido libre y pacificamente su derecho a huelga y manifestación, aún bajo amenazas de sus empresarios.

Viva la relvolución obrera

Sindicatos y Ejecutivo, debilitados

El paro resultó un fracaso en opinión del 65% y un éxito según el 11%
La huelga general ha debilitado por igual a los sindicatos y al presidente del Gobierno. Ninguna de las dos partes ganó la confrontación, y ni siquiera fue un empate sino una doble derrota. Así lo revela la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS, el primer sondeo realizado sobre la protesta del pasado miércoles, en vísperas de que el Ejecutivo y las centrales intenten un acercamiento para el que aún habrá que esperar a que cicatricen las heridas.
Los ciudadanos piden negociar retoques a la reforma

El PSOE cae aún más tras la huelga

Solo un 21% de los trabajadores encuestados asegura que hizo la huelga, pero del sondeo se deduce que no hay ganador del pulso del 29-S. En las dos grandes huelgas generales anteriores, la de 1988 y la de 2002 , ganaron claramente los sindicatos porque consiguieron que los respectivos presidentes entonces, Felipe González (PSOE) y José María Aznar (PP), rectificaran las decisiones que provocaron la protesta. Pero esta vez la valoración es mucho más pesimista.

González retiró el plan de empleo juvenil, y Aznar sacrificó a su ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, y rectificó su leve reforma laboral. Pero esta vez el Gobierno asegura que no cambiará la decisión del Parlamento, y los ciudadanos no perciben a los sindicatos como ganadores.

El miércoles, un 84% de trabajadores se sintió libre para actuar ante la protesta, participando o no en la huelga, mientras que un 14% asegura que se vio coaccionado en uno u otro sentido. A un 7% le coaccionaron los piquetes para no trabajar, y otro 7% se sintió forzado por los empresarios para no participar en la protesta. La extrapolación de esos porcentajes se traduce en que casi dos millones y medio de trabajadores se sintió intimidado.