¿Será capaz de regresar?... ¡Adiós Mubarak! Te digo adiós, sin pena ni lastima por tu marcha; ni una gota de nostalgia surge de mí. Te vas, o dices que te vas “ni cerrando ni abriendo puertas”, que paradójico, eso, en el fondo, es no moverse. Sin embargo cuando estabas y cuando había, la comidilla era que los cajones si los abrías… y es más, también los dejabas abiertos para tus amigos. Hoy se especulaba con tú patrimonio, que cuanto sería, que de donde saldría, que donde lo tendrías… Eso quizás nunca se sepa, o puede que si, pero de nada serviría, ya que serías muy mayor para galeras y el escarnio ya no sonroja. Te vas cuando has terminado tú labor, eso dices… Si tu labor era conservar nuestra apreciada historia, nuestros monumentos antiguos, las reliquias arqueológicas… Creo que lo has conseguido por completo, nuestra tierra es arcaica … todo sigue igual que cuando llegaste… eso si, sin una Libra en las arcas y con unos cuantos acreedores. Te vas con varios de los tuyos como el Cid Campeador, aunque se dice que él no era de tú religión (profesaba la honradez) pero dejas a otros a otros que no son dignos del viaje, por su ignorante incompetencia, supongo ¿qué será de ellos, de esos muchos a los que has dado de pacer?... ¿Te digo adiós?... Y si, te lo pregunto, te lo pregunto a ti y a esos acólitos que se van contigo. ¿Será verdad vuestra marcha, o simplemente volverá el mismo burro con distinta albarda?... Tanta paz lleves como descanso dejes ¡Adiós Mubarak! |