Morcín - Asturias

En la Nueva España de ayer dice el alcalde que va a buscar socios para poner en funcionamiento el Museo de La Lechería, y que se acabaron las subvenciones porque no hay dinero.
No dice por qué no hay dinero, y creo que no lo dice por varias razones, en primer lugar porque, en cuanto a los fondos mineros, no puede echar la culpa a su partido, que estuvo gobernando hasta hace poco, y en cuanto a lo demás porque la situación en la que se encuentra el Ayuntamiento es consecuencia de su gestión como alcalde.
Si falta dinero en el Ayuntamiento es porque no se recibió lo que se pensaba recibir y porque se gastó más de lo razonable, y ahora, con suprimir las subvenciones, parece que poco se va a arreglar si el dinero se escapa por otro sitio.
Entre otros agujeros por los que desaparecen los euros está el del alumbrado del polígono de Argame (no es verdad que exista acuerdo del Ayuntamiento para hacerse cargo del gasto y sin embargo se está haciendo frente a cantidades muy elevadas) y, por decir algo que le afecta directamente, está el que cobre por desplazamientos (muchos y no se sabe a donde) más del doble por kilómetro de lo que cobran los funcionaros del Estado, y por comer fuera de su casa los más de los días a razón de 40 euros día (también mucho más que los funcionarios del Estado), todo ello sin perder de vista que su grupo municipal, además de lo que cobra cada concejal por asistir a reuniones, tiene una asignación fija de 800 euros al mes.
Esta vez Barbao no habló de dichoso teleférico, no se si es porque ya se le pasó el antojo, o porque ya encontró el dinero para pagarlo y ya está todo arreglado.