Morcín - Asturias

Veo frecuentemente que los partidos políticos, los sindicatos y otros colectivos “exigen” que se adopten determinadas medidas o se lleven a cabo algunas actuaciones, y siempre pensé que esas “exigencias”, si no se tiene el respaldo de una capacidad coactiva de imponerlas son algo así como pedir, solicitar, reclamar, demandar, rogar, reivindicar, etc, pero, bueno, este año, animado porque otros “exigen”, también voy a exigir yo a los Reyes Magos que acaben con el “cobrar pero no cobrar” de nuestros partidos políticos en el Congreso, en el Senado, o en los parlamentos de las Autonomías, y de algunos alcaldes y concejales en los Ayuntamientos

Quizás los reyes magos me puedan contestar, más por magos que por reyes, por qué disimulan y qué esconden esos a los que antes me referí, y, quizás también, puedan poner algún remedio, repito, por eso de que son magos, a lo que viene sucediendo.

Escribí en varias ocasiones sobre las cantidades que los concejales, diputados, y senadores, se fijan ellos mismos para cobrar, y dije que parte de ese dinero va a parar a los partidos políticos que los incluyeron en sus listas electorales, exigiéndoles después que ingresen en la caja del partido una parte de lo que cobran. De esta forma se disimula que el dinero público va a parar a los partidos, ya que lo que ingresan mediante tal desvío figura como donación de particulares.

Pero hay ocasiones en las que por otro procedimiento también se oculta a dónde va a parar el dinero público. Se trata de aparentar que los cargos públicos, fundamentalmente alcaldes y concejales, no reciben dinero por dietas, desplazamientos, y otros conceptos, cuando en realidad sí que se cobran, ya que una vez que se asigna en el Presupuesto del Ayuntamiento una cantidad para el funcionamiento de los grupos políticos, que estos reciben, van saliendo de ahí los pagos para comidas, viajes y demás.

Es un procedimiento distinto de al que antes me referí. En el primer caso cobran los cargos políticos y entregan una parte al partido, y en el segundo cobra el partido y éste paga a los concejales y alcaldes, pero en ambos subyace la voluntad de ocultar a dónde va a parar el dinero público.

En mi opinión en ninguno de los dos casos se juega limpio, y en ambos se está disponiendo del dinero de una forma que no deja ver al dueño del mismo, que somos todos, en qué se emplea. Pero hay más, si los alcaldes o concejales cobran de lo asignado a su grupo municipal puede ocurrir que no sólo no se sepa por qué cobran y cuánto cobran por esa vía indirecta, sino que reciban más de lo autorizado por la ley (dietas o kilometraje por encima del máximo legal) llegando incluso a cobrar por conceptos por los que no podrían ingresar cantidad alguna con cargo a los presupuestos del Ayuntamiento (retribuciones para los que son pensionistas o cobran como desempleados).

Cuando con el dinero de la asignación a los grupos municipales se pagan comidas o kilometraje a alcaldes o concejales ¿fiscaliza estos pagos el Interventor del Ayuntamiento? ¿se practican las retenciones para el Impuesto sobre la Renta que procedan?, y si se pagan otro tipo de retribuciones ¿no son éstas incompatibles con las que se reciben por jubilación o desempleo?. No se, no se, me parece que al andar con estos dibujos, en vez de ir de frente y hacer las cosas como más claras pueden quedar, se esconden trampas.

Si el Ayuntamiento pagara directamente las dietas, el kilometraje y otras cantidades, sucedería que:
a).- Las cantidades a cobrar deberían estar previamente especificadas mediante acuerdo plenario y reflejadas en el Presupuesto Municipal, pudiendo conocer tales datos cualquier vecino.
b).- Los mandamientos de pago deberían llevar la firma del Interventor, lo que acreditaría que consideraba que estaban ajustados a la legalidad.
c).- Correspondería al Pleno el control de lo referente a este asunto.

Pero ¿qué ocurre si los alcaldes y concejales no cobran directamente del Ayuntamiento sino indirectamente de la asignación global a su grupo político?, pues sucede:
a).- Que los vecinos, que somos los dueños del dinero, nos quedamos sin saber cuánto cobran y por qué.
b).- Que los pagos no son intervenidos por el técnico que tiene esa competencia en el Ayuntamiento.
c).- Que al no existir el control a cargo de un técnico independiente ni de los otros miembros del Ayuntamiento, nos encontramos con lo de Juan Palomo, “yo me lo guiso, y yo me lo como”.

Termino este escrito con uno de mis ripiosos ripios:

A pesar de tanta trampa y disimulo
quien cobra ditas a lo chulo
por mucho que se esfuerce
la verdad no la tuerce
y deja al aire el culo.
P.D. Con todo lo anterior no quiero decir, señores Reyes Magos, que los alcaldes y los concejales no reciban compensación por el desempeño del cargo, lo que os “exijo” (como otros “exigen”, pues yo también “exijo”) es que impidáis que intenten engañarnos diciendo que no cobran, cuando en realidad sí que cobran, y no se sabe ni cuánto ni por qué conceptos. No se si vuestro poder como Magos alcanzará para conseguir que la verdad esté por delante de las trampas y los disimulos, pero os “exijo” que por lo menos lo intentéis, aunque puede que haya otra solución cuando las cuentas de esos Ayuntamientos sean revisadas por un Juzgado o por la Sindicatura de Cuentas, y los que ahora se creen más listos cobrando bajo manga para que parezca que no cobran, terminen pagándolo caro. ¿Acaso no se lo merecen?.