Morcín - Asturias

Tal como está la situación económica del Ayuntamiento poco de lo que necesitan los vecinos se podrá ejecutar con cargo al presupuesto que, con bastante retraso, será sometido próximamente a la aprobación del Pleno, por lo que habrá que confiar en que las obras más necesarias puedan ser llevadas a cabo con cargo a los Fondos Mineros, o en que el Principado se haga cargo de las mismas.
No obstante hay algo muy importante que se puede y se debe hacer con la aprobación del presupuesto municipal, la racionalización del gasto, eliminando todo aquello no imprescindible, ni siquiera necesario, que es un agujero por donde de escapa el dinero que debería ser utilizado en satisfacer necesidades comúnmente sentidas, en vez de ir a parar a los bolsillos de quienes nos representan en el Ayuntamiento.
En primer lugar, considero que se debe acabar con los frecuentes viajes y comidas del Alcalde porque, como no me cansaré de repetir, no es necesario desplazarse casi todos los días fuera del concejo, y precisamente a la hora de comer, para resolver los asuntos municipales. Pero hay algo más, también opino que se han de reducir las cantidades que reciben los grupos políticos del Ayuntamiento.
Se dijo en su día que no era posible facilitar a tales grupos un despacho en la casa consistorial y también se dijo que con el dinero que recibían podían buscar un local para sus necesidades de funcionamiento, pues bien, en la actualidad existen despachos no ocupados en el Ayuntamiento que podrían ser puestos a su disposición, con lo cual no sufrirán perjuicio si se reduce la cantidad que mensualmente reciben. No se trata pues de perjudicar a nadie sino utilizar racionalmente los locales que tenemos, y de no perjudicarnos nosotros, los vecinos, que somos los que tenemos que pagar.
Los grupos políticos han de llevar una contabilidad separada de las subvenciones que reciben, y acreditar que lo gastan correctamente para su funcionamiento, contabilidad que deben poner a disposición del Pleno si se les solicita, por lo tanto todo puede quedar muy claro, se les pide que presenten esa contabilidad para ver en qué gastan el dinero, y se valora hasta donde es necesario pagar lo que se está pagando. ¿Por qué pagar sin saber en qué se gasta?. ¿Por qué pagar más de lo que se necesita?. ¿Por qué pagar para que se gaste en cosas que no tienen que ver con la actividad del grupo político?, ¿Por qué pagar, por ejemplo, para locales si pueden se ocupados los que hay en el Ayuntamiento?.
Es evidente que con lo que se ahorre reduciendo los gastos del alcalde y los de los grupos políticos no se van a reparar las carreteras, a poner en funcionamiento el museo, ni a acometer obras otras obras de importancia, pero servirá para que nuestros políticos nos demuestren que se preocupan de de lo que se puede hacer y no de pedir cosas absurdas e imposibles (recuérdese lo del teleférico), y para que al mismo tiempo nos acrediten que están a lo que deben estar y no a defender “lo suyo”, barriendo para sí parte del poco dinero que hay disponible.