Morcín - Asturias

El papel que desempeñan últimamente algunos fiscales es insólito, se ponen descaradamente al lado del delincuente (presunto) siempre que sea uno de los llamados de cuello blanco, y le defienden a capa y espada en contra del criterio de los jueces.
¿Qué pensarán los llamados delincuentes “de a pié” viendo que a ellos les persiguen con tanta saña, y comprobando que a “los señores”, “las señoras”, “los señoritos” y “las señoritas” los defienden con tanto interés?.

EL FISCAL, ERRE QUE ERRE, INSISTE EN QUE NO SE LLEVE A JUICIO A LA INFANTA.
Con tenacidad digna de mejor causa el fiscal insiste en que la infanta no cometió ningún delito y pide que no se la lleve a juicio en aplicación de la doctrina Botín, por no existir ningún perjudicado personado en la causa que mantenga la acusación.
Está personado en el asunto el sindicato Manos Limpias, que ejerce la acción popular y mantiene que se deben imputar a la infanta varios delitos, entre ellos uno contra la hacienda pública.
Pero ..., ¿no nos dicen que Hacienda somos todos?, pues entonces el perjuicio a la hacienda pública es para todos, o sea, que cuando se comete un delito de este tipo los perjudicados somos todos y, en consecuencia, cualquiera que ejercite la acción popular debe tener la consideración de perjudicado, otra interpretación es, a mi juicio, barrer a favor del delincuente si, como en el caso que nos ocupa, el fiscal asume su defensa a capa y espada. ¡País ….!

Dije hace unos días que nos bonbardean con eso de que Hacienda somos todos, y añadí que los delitos contra la hacienda pública nos perjudican a todos, y que cualquiera que ejercite la acción popular debe tener la consideración de perjudicado. Pues resulta que el juez Castro también opina que es así, para evitar la aplicación de la doctrina Botín, que conduce a que se escape sin juicio quien no sea acusado por el fiscal. Un aplauso para ese juez.