Morcín - Asturias

Resulta que el padre del Rey, que puso a su hijo en manos de Franco para que fuera formándolo a su gusto y medida, tenía en los bancos suizos cuando murió la respetable suma de setecientos millones de pesetas, que hace veinte años era mucho, muchísimo, dinero.
Tener el dinero en Suiza, como Bárcenas, debe ser una prueba de amor al país y a sus ciudadanos. Sí, pero a Suiza y a los suizos, no a España y a los españoles.
A nuestro Rey, el heredero de Franco, le correspondieron 375 millones de los 700 que tenía su padre y, ¡claro!, para qué cambiar el dinero de sitio, lo dejó en Suiza. Otra prueba más de amor de amor a Suiza y a los suizos.
Y los españoles que no somos Bárcenas o que no pertenecemos a la familia real, ¿que?. Pues nada, a tener el dinero (el que lo tenga) aquí en España, para pagar impuestos aquí. ¡Que no nos vayan a decir que no queremos a nuestro país!.