Morcín - Asturias

Cuando se habla de los museos, suelen decir sus defensores improvisados que sirven de elemento dinamizador de la economía de la zona, olvidando, o si caso poniendo en segundo término, que la función de un museo es la de conservar y mostrar cultura.
Opino que no están los museos para que los establecimientos más próximos vendan a los visitantes una postal, una gaita de mentira, un hórreo pequeñín, un café o unas botellas de sidra, esto nunca viene mal, pero tal función la puede cumplir cualquier espectáculo, por ejemplo un partido de fútbol o una charlotada, por no referirme a otro tipo de celebración como puede ser una misa con gaita.
Un museo es otra cosa, y cuando se trata de justificar su existencia conviene no olvidar que es un espacio donde se almacena y desde donde se difunde cultura.
La fiebre museística que invadió Asturias, apoyada en subvenciones de aquí y de allá, condujo en muchos casos a abrir locales con un contenido ramplón y con unos costes de mantenimiento desproporcionados que en modo alguno compensan los posibles beneficios como “elemento dinamizador” para los sectores de la hostelería y del comercio, así que, a mi juicio, la valoración de la conveniencia de abrir un museo ha de partir de la perspectiva cultural, para analizar si lo que se va a mostrar es de la suficiente entidad para ser considerado un importante bagaje cultural que merezca la atención de los potenciales visitantes.
Esta es la primera y principal consideración, a la que ha de seguir un estudio sobre los costes de funcionamiento que pesarán sobre la entidad que ampara el museo porque hay ya en Asturias tantos museos con un contenido tan escaso y, en consecuencia, número de visitantes tan pobre, que conviene analizar si lo que se va a mostrar tiene importancia y calidad para atraer a un número considerable de visitantes, ya que si el museo despierta poco interés, los visitantes no abundarán, no se difundirá la cultura, la influencia beneficiosa en la hostelería y el comercio será inapreciable, y el dinamismo que el museo generará será su incidencia muy desfavorable en el estado de cuentas de su patrocinador.
Los servicios que se pueden prestar a los ciudadanos son muchos y muy variados, prácticamente ilimitados, pero sucede que los medios económicos disponibles son limitados, así que la decisión política ha de conjugar estas variables partiendo del conocido axioma de que lo que no se puede pagar no se puede tener. Es más, conviene tener en cuenta que los visitantes a los museos son, generalmente, de otros municipios, mientras que el mantenimiento del servicio corre a cargo del Ayuntamiento donde está situado, es decir, que el Ayuntamiento X presta servicios a los habitantes de otros concejos, siendo así que en muchas ocasiones tiene sin atender las necesidades más acuciantes de su propios vecinos.
Si de lo que se busca es montar un chiringuito para emplear a algún amigo, no se necesita más que obtener la mayoría de los votos a la hora de tomar acuerdo al respecto, pero si se quiere, y así se debe, velar por lo intereses del municipio, es imprescindible gestionar el asunto como lo haría un buen padre de familia, a saber, echando antes las cuentas y, ¡como no!, palpándose la cartera.
De lo que queda dicho no ha de entenderse que me opongo a la apertura de nuevos museos, no es así, pero mantengo que no ha de abrirse cualquier museo y a cualquier precio, porque puede costar el dinero que no se tiene y no dinamizar ni la cultura ni la economía.

El museo de la lechería y el teleférico deben ir en el mismo paquete de turismo pero para eso el teleférico debe arrancar de La Foz cerca del museo, que es donde se pensó ponerlo antes de que Barbao decidiera llevarlo más cerca de su casa

Yo lo que pienso es que se debe de seguir la propuesta de Alberto.
Y ya que en estos momentos en los que no hay dinero prácticamente para nada, el que hay, entiendo que se debe invertir en cosas realmente necesarias. Sustitución de traídas de agua cuyas canalizaciones están en malas condiciones, reparar caminos públicos en mal estado, mejorar equipamientos o sustituir aquellos elementos de los mismos que se encuentran viejos o deteriorados. Vamos en definitiva utilizar lo que yo entiendo como "sentido común" en la utilización del dinero público. Gracias.

Nada

Otro catedratico en defensa de don alberto

Debe ser por la insistencia, porque aportar poco

Un don nadie dice que aporta poco quien opina que hay que invertir en cosas verdaderamente necesarias, como traídas de agua, reparar caminos, mejorar equipamientos, y utilizar el dinero público con sentido común.
Eso le parece poco al referido pelamangos, pero... ¿dónde está la aportación de esa lumbrera, gran comunicador, en éste y o en otros asuntos?, ¿alguien encontró algo aprovechable en lo que viene diciendo esa voz de su amo?.

P.D. Me parece muy bien la propuesta de que el teleférico y el museo estén próximos, pero sólo para comprobar si quien tanto habló en los periódicos del teleférico en Las Vegas de Cardeo sigue defendiendo con el mismo entusiasmo un teleférico que arranque de La Foz.

Sin duda lo que dices es importante, pero no hay que desconocer la importancia que tienen los Museos, pues entre las funciones que tiene encomendadas podemos encontrar:

La documentación, que es una de las funciones más importantes de los museos, al configurarse como centros de documentación que reúnen, gestionan y difunden información de carácter cultural Y que puede llegar a tener igual o incluso más valor que las propias colecciones.

La conservación de los bienes culturales para garantizar su transmisión a las generaciones futuras.

La difusión para acercar el museo a la sociedad, mediante aquellas estrategias que permitan el logro de los objetivos.

Y, finalmente, la investigación que es una de las tareas básicas que tienen encomendadas los Museos, pues no se puede proteger, conservar ni difundir de manera adecuada el Patrimonio sin conocerlo previamente.

Me gustaría que me dijeran si el Ayuntamiento tiene piezas o documentación para llevar al museo, si hay algún compromiso escrito de alguien que vaya a regalar ese material, o si hay dinero disponible para comprarlo, porque me parece que solo hay un edificio bastante deteriorado en el que habrá que gastar mucho dinero para ponerlo en condiciones de meter algo dentro.

Después de darnos la turrada durante años con el cuento del teleférico, ahora el alcalde encontró otro filón con el museo de la lechería y, como sucedió con el teleférico, va soltando cada poco ocurrencias a través del periódico.
Quizás sólo se trate de salir en el periódico y que no haya nada serio detrás. Sería bueno que esas ocurrencias fueran acompañadas de un estudio de viabilidad y que se explicara eso de la dinamización, porque suele suceder que cuanto más vistosa es la ocurrencia más vacía está de contenido y más cerca está del fracaso.
Y a propósito de eso del centro cultural en el edificio del museo ¿alguien sabe como va lo del centro de la literatura de la mina?, es que veo la casa de los ingenieros cada vez en peor estado. ¿Cuándo le tocará al alcalde decir en los periódicos la de cosas interesantes que va a hacer en ella?, porque el 07/09/2009 El Comercio ya publicó “El alcalde de Morcín, Jesús Álvarez Barbao, confía en sacar adelante ... segunda fase del polígono de Argame y el centro de literatura minera.”, y ahora que pasaron ya más de cuatro años, no hay nada de lo que se habló. Nada, milongas, hablar por hablar.

Muchacho. Quien solicito la obrs fue IU, quien gobrrnaba cuando se licito gue IU, Y la pena es no poner un teleferico en donde las tolvas como pedia IU.

? entendiste bien lo que hizo IU?

Aver si no das la turra con tonterias chico...

¡Como voy a entenderlo bien si está tan mal escrito!. Si quieres decir por escrito algo que se entienda ¿no deberías ir a la escuela para que te enseñen a escribir?.
No obstante lo anterior, intuyo que, como siempre, intentas cargar sobre otros, distintos de los actuales gobernantes, lo que sucede en el Ayuntamiento.
Lo que sucedió hace tiempo debió tener, en su caso, respuesta entonces, porque decir ahora lo que se calló en su día implica reconocer que no se hizo lo que se debió hacer. Por otra parte, los que gobiernan en la actualidad tuvieron ya mucho tiempo para corregir, si procediera, lo que hicieron, o no hicieron, los anteriores gobernantes, y por lo que se ve lo que corrigió, pero para ir a peor, es la situación económica del Ayuntamiento, que ahora tiene una enorme deuda.