Morcín - Asturias

Esta mañana vi frente al hotel Reconquista un nutrido grupo de personas vestidas de domingo que miraba impacientemente hacia la puerta del hotel. A ambos lados de la puerta había grupos de gaiteros, y frente a ellos más de lo mismo. Estos grupos de gaiteros se iban relevado para tocar música sin parar.
Más tarde seguía el mismo panorama, y como preguntara qué sucedía me informaron que los príncipes de Asturias estaban en el hotel, y que la gente endomingada estaba esperando a que salieran.
Mucho después todo está igual, los príncipes no acababan de salir y la gente seguía esperando, amenizada su espera por las gaitas y bombos.
Ante esta situación se me ocurrió, y así lo comenté con un amigo que me acompañaba, que quizás lo mejor para que salieran los príncipes y acabara la espera era aquello que hacíamos de niños cuando cazábamos grillos, que era decir varias veces gri, gri, gri, sal que te meo, y si no salían, pues eso.