Morcín - Asturias

De Cudillero se dijo muchas veces que parece un anfiteatro, pues bien, lo que se está representado ahora en ese lugar es, a mi entender, una burda charlotada dirigida por algún atrevido que no aplicó eso de que los experimentos deben hacerse con gaseosa.
En un intento de ingeniería para hacer filigranas a partir de la normativa de Régimen Local, se retorció para exprimirlo todo lo referente al nombramiento de Alcalde, dimisiones y renuncias, y, creyendo que se estaba descubriendo la pólvora, se llegó a un catastrófico resultado, el Ayuntamiento paralizado y la alcaldía de partido mayoritario en el tejado.
Alguien dijo que en Cudillero no se pudieron hacer las cosas peor, y yo lo suscribo, pero ¿donde estará el ingeniero de las filigranas?. Lo bueno sería que estuviera desaparecido y que no aparezca nunca más para que no meta el Ayuntamiento en otros embolados.

En relación con el asunto, os martirizo con estos ripiosos ripios

Vemos cómo en Cudillero
esos del puñu y la rosa
revuelven el mundo entero
hasta ponelu al revés,
sin importayos gran cosa
lo que se dé en comentar
porque nun quieren sacar
de la alcaldía los pies.

Digo los pies pa que rime
pero a poco que me anime
en el casu que tratamos,
digo la verdá, les manos.

Nun se lo que pué pasar
en aquel Ayuntamientu
que nun quieren aflojar
ni tan siquiera un momentu
el control de la poltrona,
y a mi me viene al hocico,
y por eso lo publico,
a ver si alguien lo razona,
que me parez que ha de haber
coses que estén ocultando
pa nun tener que ceder
el bastón de ordeno y mando
y así seguir gobernando
la barca que en esa zona
veinte años y algún pico
pilotó el célebre Quico.

Pues ye así, tal como indico
nun hay quien yos puea quitar
el sillón de la alcaldía,
y pa conservar el puestu
van y amañen cada día,
a base de rebuscar,
uno tras otru amagüestu.

Una vez que marchó Quico
pal sitiu donde acabó
teniendo que dimitir,
pusieron al frente un chico
que muy pronto abandonó.
Nun se si tiró el carné
pero sí debo decir
que llegó, vio, y que se fué.

Después hubo dimisión
d´algún que otru concejal
y renuncien los que queden,
que dicen sufrir presión,
a presentase pa alcalde,
y con esta treta pueden
aupar casí de balde
al sillón municipal
a quien nun se presentó
antes a les elecciones.
Pero nun yos resultó,
la cosa salioyos mal,
porque el Altu Tribunal
va y contestoyos que nones,
que nun podía mandar
aquel que nun fue alegíu.
Total un casu perdíu,
y volvieron a empezar
pa, una vez más, fracasar.

Nos conviene recordar
que esi que cogió la vara
pa en Cudillero mandar
y la tuvo que dejar
porque nun fuera elegíu
comentó con toa su cara
en algunes reuniones
que nun daben la cuchara
ganada en les elecciones.

¡Qué bien que te expliques, fíu!
¿La cuchara?..., ¿pa comer?.
Pa mi que vos van joder,
que aunque nun la quierais dar
nun la podreis mantener
porque vos la van quitar.

Pa rreglar el patinazu
van y nombraron pal cargu
a un que había renunciao,
dándolo por arreglao,
pero nun valió el encargu
y diéronse otru morrazu.
La Justicia se pronuncia
que después de la renuncia
ya ta todo terminao,
y que nun pué gobernar
el que optó por renunciar.

Al querer dar marca atrás
fallaron un avez más,
pero nun yos fue bantante
y siguieron adelante.

Después de tantu tropiezu
volvieron a les andaes
y ¡venga barbaridaes!.
Sin agachar el pescuezu
decidiéronse a nombrar
otra vez al había dicho
que nun quería mandar.

Obcecación y capricho
que nun pudo prosperar,
pues de nuevo el Tribunal
resolvió que taba mal
y volvió a decir lo dicho
cuando-y tocó sentenciar:
Que al que había renunciao
ya se-y había acabao
la facultá de mandar.

Otru tropiezu que unir
al rosariu de fracasos
y al tanto dir y venir
pa mantener el alcalde,
pues no hay Juez que lo respalde,
y con esti van tres casos
con patinazos bien crasos.

Pué ser que tovía insistan
en dar vueltes al asunto
y a la razón se resistan,
por eso yo me pregunto
si habrá más intentos vanos
pa nun soltar de les manos
la tiara, la cuchara,
y el bastón de gobernar
el pueblu de Cudillero,
y puestu yo a investigar
me dicen que se comenta
con análisis certero
en la calle y en el bar
que en esta absurda tormenta
seguro que debe andar
pol medio mucho dinero,
porque si no nun se entiende
qué ye lo que se pretende
al insistir en nombrar,
volviendo al mismo sendero,
al gran Quico un heredero.

¡Qué cosas pasan en los Ayuntamientos!

Resulta que en el Ayuntamiento de Cudillero los despropósitos del PSOE para sustituir al célebre Quico parece ser que fueron avalados por los correspondientes informes de Secretaría, y los periódicos de ayer dieron la noticia de que el Tribunal Superior de Justicia dijo que el fallo que invalidó el nombramiento del Alcalde debe ser cumplido de inmediato, desdiciendo a la referida Secretaria que había dicho que ese Tribunal se había dirigido a la Junta Electoral solicitando informe para el cumplimiento del fallo, y que había que esperar instrucciones del Tribunal para proceder a la ejecución de la sentencia.
A este respecto conviene recordar que los Secretarios de los Ayuntamientos, en los casos en que no son nombrados por libre designación (municipios de más de 100.000 habitantes, capitales, y otros) lo son mediante un concurso en el que, generalmente, tiene gran peso un baremo de méritos específicos aprobado por el propio Ayuntamiento, baremo que, desgraciadamente, las más de las veces resulta ser un traje a la medida del favorito, recogiendo “méritos” tan pintorescos y con valoración tan absurda que queda bien claro a quien se quiere favorecer con el evidente chanchullo.
Por otra parte, no debemos perder de vista que las retribuciones de estos funcionarios dependen en gran medida de cada Ayuntamiento, existiendo diferencias muy acusadas entre puestos de similares características.
Así las cosas, cabe preguntarse si la independencia de esos funcionarios no se verá condicionada por tales circunstancias, a saber, que deben su nombramiento y gran parte de sus retribuciones a quien ostenta el poder político local.
No es bueno que el funcionario deba su nombramiento a un traje hecho a su medida por quien gobierna el Ayuntamiento, y tampoco lo es que sea el que gobierna quien fije sus retribuciones, porque en tales circunstancias el funcionario será independiente de Damasco, como el Emirato de Córdoba, pero en lo demás, ¿no se desenvuelve en una situación que condiciona su independencia?. ¿no se verá obligado a devolver los favores recibidos?.
Queda por decir que son muchos los Secretarios de Ayuntamiento que se encuentran a gusto con este sistema. Son los que aspiran a conseguir, o ya consiguieron, una plaza que no les correspondería si se valoraran sólo los méritos generales, y los que piensan que ayudando al que más puede tendrán un trato de favor. También son muchos los gobernantes que quieren tener en el cargo de Secretario a una persona que les quede obligado por haber recibido ayuda para acceder al puesto, y por pagarle muy bien.
A este respecto me viene a la memoria lo que Baroja dijo en El Árbol de la Ciencia, a saber, que en este país se paga la sumisión, no el trabajo.
¡Así nos luce el pelo!.