Morcín - Asturias

Hace no mucho tiempo salieron a la luz las retribuciones de los diputados de la Junta General, y fuimos enterándonos de que cobraban por viajes, sin viajar, y por dietas y estancias en la capital, asistieran o no a las sesiones.
También nos enteramos, pese a que algunos sólo querían publicar las retribuciones brutas, de que nuestros diputados gozaban del enorme privilegio de no tributar por todo lo que cobraban, es decir que, sobre unas retribuciones brutas similares, el diputado se llevaba limpio para su casa mucho más de lo que nos levamos nosotros, la gente de a pié.
Ahora, leyendo los periódicos, nos enteramos de que los señores diputados, aunque no van a cobrar tanto y tan incontrolado por viajes y dietas, y aunque lo que cobren quede, como lo que nosotros cobramos, sujeto al impuesto sobre la renta, van a seguir llevándose a su casa lo mismo que antes, porque van a cobrar de más una cantidad que compense lo que cobraban por tantos viajes y dietas y lo que les suponga tener que pagar impuestos.
¡Genial!, cuando los demás estamos “jodidos”, porque todo es más caro, los sueldos son más bajos y hay más desempleo, resulta que lo que se llevan nuestro diputados limpio de polvo y paja es intocable.
No me extraña que cada vez sean más los que dicen que hay que darles la espalda y mandarlos a la mierda.