Morcín - Asturias

Después del estrepitoso fracaso de la huelga del pasado verano, y con la minería condenada a muerte, Fernández Villa abandona su cargo, tras "sesenta años al frente de este negocio" como él mismo dijo no hace mucho tiempo al jefe de "los grises", (ahora azules).
Algunas flores le dedican en los periódicos, pero ya vimos hace tiempo lo que dijeron de él tanto Gómez Fouz (capítulo 12 de su libro "Clandestinos"), como Antón Savedra (en "Secuestro del Socialismo").
Dijeron que fue, en tiempos de Franco, confidente de la policía al servicio del torturador Claudio Ramos, también dijeron que delató a muchos compañeros, que fingió un accidente laboral para cobrar la baja, y le atribuyen otros "méritos" parecidos que avergüenza referirse a ellos.
Frente a esas gravísimas acusaciones, Villa no sólo no se querelló contra sus autores, sino que ni tan siquiera contestó para desmentirlas. Él sabrá por qué.

Hace año y medio que se publicó lo de más arriba. Últimamente los períódicos dicen cosas terribles de Villa, pero él no contesta y nadie dice nada en su defensa, ni siquiera sus lugartenientes que estaban de acuerdo con él en todo, con una obediencia irreflexiva y ciega. ¿Hasta dónde llegará la corrupción?. ¿Cuántos de los que estaba cerca del capo sabían cosas y callaban porque les convenía?.¿Será que también sacaban beneficios de "el negocio"?.