Morcín - Asturias

En La Nueva España de hoy se puede ver como, una vez más, nuestro mediático alcalde se adelanta a los acontecimientos, y acostumbrado como está a tratar las cosas del Ayuntamiento como si fuera su propio corral, da por hecho lo que no es más que su deseo.
Ya nos habló en su día como cosa hecha de aquel absurdo teleférico del que ahora ya nadie se cuerda a no ser para hacer chunga de tal ocurrencia. También dijo varias veces que lo de la reparación de las carreteras (que es una necesidad apremiante) marchaba viento en popa, y vemos que siguen casi intransitables.
Si le hubiéramos hecho caso, creeríamos que Los Alfilorios, después de que tanto nos anunció varios proyectos que parecían de ejecución inminente, son ya un espacio con boyante desarrollo turístico. También creeríamos que en el polígono de Argame ya trabajan muchos vecinos del concejo y que va a ser ampliado, y nos parecería que son realidad muchas otras cosas que sólo están en los periódicos, a donde suelen llegar habiendo pasando únicamente por la cabeza de Don Jesús, sin que en el Ayuntamiento, como corporación, se tenga conocimiento de la mayor parte de sus fantasías.
Pero lo cierto es que, como con anunciarlo no basta, estamos como estamos y eso es lo que ve todo el mundo, a no ser el quiera cerrar los ojos para ver espejismos. Los rimbombantes proyectos del Sr. Alcalde generalmente no pasan de meras ocurrencias y, aparte de meter ruido, nada tienen que ver con la realidad.
La realidad es otra, y bien triste. Somos un concejo muy empufado, con un nivel de endeudamiento del 51,52 %, muy superior al de los demás municipios de nuestro entorno, lo que es claro exponente del resultado de la gestión de Don Jesús y de quienes, por acción o por omisión, son responsables de tal desbarajuste.
La realidad es bien terca y nos recuerda que en lo que somos campeones es en lo de las deudas. ¡Ah!, se me olvidaba, también destacamos en lo de las comidas, ya que casi todos los días alguno de los del equipo de gobierno come a cuenta del Ayuntamiento y cobra treinta euros, sí, treinta euros, por cada comida.
Digo más arriba que el alcalde da como realizado su deseo, y la verdad es que, en cuanto a tal deseo, sí que queda claro lo que quiere, a saber, adjudicar el contrato a determinada persona, perfectamente identificada, que incluso planteó algunas exigencias que fueron aceptadas por el Ayuntamiento al sacar el arrendamiento a concurso por segunda vez . Ya entonces se hizo un traje a la medida de tal concursante pero ni tan siquiera así se le pudo adjudicar el contrato, por lo que se optó por pasar a la adjudicación directa.
Veremos si a la tercera va la vencida, pero para saber cuándo es esa tercera oportunidad tendremos que esperar a que el presunto beneficiario ponga en orden sus papeles, que deben estar un tanto desordenados o incompletos, razón por la cual no se le adjudicó el contrato en el segundo concurso y, aunque entonces se dijo que había mucha prisa, ahora se está esperando condescendientemente, desde hace mucho tiempo, a que tenga toda la documentación necesaria.
Pero Don Jesús se anticipa a los acontecimientos, y antes de que se publiquen anuncios para que otros posibles interesados puedan presentar sus ofertas, que fue lo acordado, ya da por hecho quien va a ser el adjudicatario.
¡Así se hace!, sí señor, para que no haya lugar a dudas de que no importa que haya más ofertas, porque ya se sabe cual va a ser el resultado. ¡Casi nada, Sr. Alcalde!, ¡es Vd. capaz de adivinar lo que va a pasar!, aunque puede ser que esté jugando con la ventaja de contar con el apoyo de unos, que sistemáticamente le aplauden, y de otros, que ya supone que van a callar.

Caseron.

Version 721.

Toma 14

Imagen tercera

El alcalde sigue contando a los periodistas historias que poco o nada tienen que ver con la realidad.
El Caserón de La Piñera sigue sin adjudicar, aunque hace mucho tiempo que se terminaron las obras.
El presunto beneficiario de la adjudicación sigue siendo el mismo.
El Ayuntamiento sigue debiendo mucho dinero.
Se sigue cobrando comidas casi todos los días a treinta euros cada una, aunque en esto hay alguna variación, hace tiempo cobraba sólo el alcalde y ahora cobran varios, entre otros, el concejal de obras.
Con este panorama, ¿hay que callar?. ¿Hay que hablar de otra cosa?. ¿Molesta que se diga la verdad?. ¿Hay algo de incierto en lo que se dice?. ¿No es conveniente insistir en ello para que a nadie se le olvide?.
Pues si no quieren que se sepa, que no lo hagan.

Vengo fijándome yo en que el que tantes veces sal a ¿contestar? diciendo coses que nun vienen a cuentu, achanta cuando se diz algo del concejal de obres. Debe ser porque se lleva mal con él y nun lu quier defender, pero…, no, nun debe ser por eso.
Yo creo que debe ser por otra cosa. A vosotros, ¿qué vos parez?. ¿Jugamos a eso de caliente, caliente, a ver quien acierta?

Como nadie se anima con juego-acertijo del caliente, caliente, y frío, frío, voy a hacer algunas preguntas y a contestarlas yo
¿Será porque no sabe quién es el concejal de obras?........Frío, frío
¿Será porque no sabe que cobra las comidas? ….Frío, frío
¿Será porque le parece bien eso de las comidas a cargo del Ayuntamiento?....Caliente, caliente.
¿Será porque le viene bien que el Ayuntamiento pague esas comidas? ... Caliente, caliente
¿Será porque es el que vende esas comidas?........Frío, frío
¿Será porque paga de su bolsillo los 30 euros por cada comida?.......Frío, frío.
Hasta aquí pregunto y contesto yo, pero queda una última pregunta, a la que cada cual debe contestar lo que le parezca. Ahí va:
¿Será porque el que contesta diciendo cosas que no vienen a cuento, el que achanta cuando se habla del concejal de obras, y el propio concejal de obras, son algo así como la Santísima Trinidad, tres personas distintas y un sólo Dios verdadero?.....

En una situación económica como la que parece tener el Ayuntamiento de Morcín, en la que se recauda poco y se gasta bastante, según decís los que parece ser que tenéis buen conocimiento o información sobre el tema.
Me pregunto yo, ¿si al final después de tanto tiempo, se alquila el Caserón de marras, habrá algún ingreso y por lo tanto, aunque sea en una cantidad poco significativa, este dinero aliviará en algo la mala situación económica?
A no ser que queramos que después del mucho dinero que costó arreglarlo, sea preferible que quede sin uso, y tengamos otra situación más que añadir al Museo de la Lechería, al Albergue del Pomar o a las antiguas Escuelas de Santa Eulalia.

Nadie protesta porque el Caserón vaya a ser alquilado, todo lo contrario, lo que se hace es criticar el retraso que lleva el asunto, denunciar las modificaciones a la carta para que todo encaje con lo que conviene a determinado empresario, y poner de manifiesto que, después de haber dicho que corría mucha prisa, hace mucho que está parada la tramitación del expediente para dar tiempo a ese empresario a que arregle no se qué papeles.
En cuanto al Museo de La Lechería, como con tantos otros proyectos de los Fondos Mineros, no saben qué hacer con él y el edificio se está deteriorando muchísimo. En lo referente a las escuelas, todos los años incluyen en el presupuesto el hipotético producto de su venta, y nada, nunca salieron a subasta. Parece que están esperando a que se deterioren más y a que el precio de los edificios baje todavía más. Si se hubiesen vendido hace años, seguro que se sacaba más dinero.