MITOLOGÍA ASTURIANA 12 LOS MALINOS Los MALINOS son unos diminutos diablos o espíritus malignos que se introducen en el cuerpo de las personas, con la intención de causarles daño. Sin duda, el término deriva de una popularización del vocablo "maligno", que es una de las habituales denominaciones del demonio en la religión cristiana. Una vez que los MALINOS se acomodan en el interior de las personas, generalmente aprovechando la deglución de las comidas, les hacen sentirse muy incómodos, según testimonios recogidos en toda Asturias. Las consecuencias de la posesión diabólica son, por una parte, el nerviosismo y la inestabilidad emocional, y por otra, la confusión y la desgana. Existen frases que se podrían atribuir a esta posesión: "Paéz que tenen el demoniu n´el cuerpu". (niños inquietos) "Paéz qu´está posesu del demoniu" o "el demoniu que lu confunda" (referidas a los adultos). Teniendo en cuenta que su posesión se inicia por las comidas, es costumbre, antes de comer, bendecir los alimentos, presignarse, oler las comidas por si se percibe el olor a humo de azufre de los demonios y que da lugar al dicho: "Arreniego de los cotrosos del infierno". Estos MALINOS tienen preferencia por los niños y los ancianos, aprovechando su menor resistencia. Aunque se cree que su actuación nunca es individual, sino que se juntan cientos y hasta miles de ellos con la intención de causar el mayor daño posible. Daño que puede llegar a ser una verdadera crisis de personalidad, rayana en la locura, que puede conducir, incluso a la autodestrucción. Cuando han acabado con una víctima se concentran de nuevo para introducirse en el cuerpo de otra persona, aprovechando el contacto físico entre ellas. Se cree que dicha invasión se realiza a través de las uñas. Se han descrito casos en los que sólo una oportuna ingesta de ajo consiguió acabar con el grave problema físico causado en alguna víctima. Hasta la próxima .......
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