Las Células Madre sacan pecho. Un equipo de médicos del Hospital Gregorio Marañón ha implantado células madre adultas para reconstruir las mamas a cinco pacientes operadas de cáncer de pecho con grasa obtenida por una liposucción realizada a las propias pacientes horas antes. El proceso, tal como lo relatan los cirujanos, parece sencillo. La paciente llega por la mañana al hospital. «Luego la dormimos para la liposucción abdominal porque es muy dolorosa. Cuando despierta puede estar con su familia durante dos horas, que es el tiempo necesario para extraer las células madre. Después, la sedamos nuevamente para la implantación de la grasa y media hora más tarde puede irse a comer a su casa», explicó ayer la doctora Rosa Pérez Cano. En total, el proceso puede durar entre cuatro y cinco horas. Entre otras ventajas, esta operación no conlleva ninguna cicatriz nueva: las células madre se implantan por medio de una jeringuilla, agregó en una rueda de prensa Pérez Cano, jefa del servicio de cirugía plástica y reparadora del Hospital Gregorio Marañón, donde se llevaron a cabo estas intervenciones. Este proceso, pionero en España en terapia celular aplicada a la cirugía plástica, se enmarca en un ensayo clínico europeo, en el que participan 40 pacientes -diez de cada país- de centros sanitarios en Reino Unido, Italia, Bélgica y España, donde ya se han realizado cinco intervenciones y quedan otras cinco por hacer, informa «Efe». La liposucción se utiliza para obtener células madre adultas que, una vez purificadas y seleccionadas, se implantan a la paciente con el doble objetivo de reconstruirle la mama, que con anterioridad había sido parcialmente extirpada para atajar el cáncer, y de generar vasos sanguíneos nuevos que permitan irrigar la zona afectada y fijar la grasa. En la grasa extraída de la paciente existe una gran cantidad de células madre y de ellas se separan las células mesenquimales, que tienen una notable capacidad de transformación en diversos tejidos del cuerpo. «Solemos hacer una liposucción abdominal o de los muslos, pero preferimos en el abdomen porque hay más células madre», añadió la doctora Rosa Pérez. Una máquina separa la grasa de las células mesenquimales, las purifica y las limpia para implantarlas en la mama de la paciente. Otra gran ventaja es la rapidez del procedimiento, ya que este tipo de células madre derivadas de la grasa no necesitan más de dos horas para poder ser utilizadas e implantadas a la paciente. «Es una intervención muy sencilla y cómoda para la paciente», subrayó Pérez Cano. La doctora agregó que hasta ahora se ha efectuado en cinco mujeres de una edad media de 48 años y que habían superado previamente un cáncer de mama sin ganglios y sin metástasis, pero que habían recibido radio y quimioterapia «en casi todos los casos». El protocolo del ensayo europeo especifica que el proceso se aplica a casos en que la mama afectada por el proceso canceroso se ha extirpado parcial, pero no totalmente, durante la intervención quirúrgica previa. Tras la implantación de las células madre, a las pacientes se les hace un seguimiento «muy controlado» durante un año para ver si las células reconstruyen los vasos y fijan la grasa o si se licúa o necrosa. «Esto es el futuro», subrayó Pérez Cano, convencida de que más adelante «se podrá reconstruir completamente la mama con células propias o de otro, por medio de bancos de células». «Con las células madre se puede reconstruir todo: pabellones auriculares enteros, reconstrucción nasal, trasplantes de cara. Todo. Esto es el principio, con cada ensayo que se haga se va a ir avanzando», concluyó la doctora. Pérez Cano apuntó que «lo ideal sería realizar un banco de células madre, otra de las metas que se espera conseguir» en los próximos años. La Nueva España 25-11-2008
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