Ha llegado a mis manos un tríptico publicitario sobre Terapia Floral.
Os lo copio y que cada uno saque sus conclusiones....
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Últimamente pienso mucho en los niños. M´ças allá de la realidad cotidiana. Con independencia total de lo que sucede o deja de suceder. Sin tener en cuenta mis preocupaciones.
Pienso en ellos.
Sensibles, delicados, especiales.
Maravillosos. Se merecen el futuro.
Mímulo (Mimulus) para sus miedos.
Acebo (Holly) para sus enfados.
Achicoria (Chicory) para las peleas con sus hermanos.
Alamo Temblón (Aspen) para sus insomnios.
Brote de Castaño (Chesnut Bud) para sus estudios.
Violeta de Agua (Water Violet) para su soledad.
Agrimonia (Agrimony) para que se expresen como son.
Alerce para aumentar la autoestima.
Olmo para los que adquieren demasiadas responsabilidades y dudan si podrán acabarlas.
Larch para que confíe en sus talentos y en su capacidad de aprendizaje en esta tierra.
Wild Oat para encontrar su verdadera vocación; para que el camino a seguir quede claro.
Y para sus padres.
Haya (Beech) para que desarrollemos tolerancia.
Impaciencia (Impatiens) para que seamos pacientes.
Castaño Blanco (White Chesnut) para que fluyamos.
Narciso (esencias de Madrid) para desarrollar y compartir sus alegrías." Todo esto suena tan mágico que dan ganas de pedirse unos cuantos kilos de cada flor.