Muelas de los Caballeros - Zamora

No sé si es un día para recordar, pero yo he sido atacado de pronto por los recuerdos. Y me he visto niño y feliz, en una casa grande en la que nunca me sentí perdido ni solo y sí muy querido y acompañado. Por mis padres, por mis hermanos, por aquella familia generosa, parte de la cual está felizmente desdoblada. Desde este foro, quiero mandar un abrazo a los que están y una declaración de amor a los que se han ido. Y fundirme con ellos.

Un abrazo

EL REFLEJO

Retomo la niñez
para subir al caudaloso
planisferio de la inocencia
-lugar donde la noche es un regazo
en que se ahorma el día-,
y allí se me abre el cáliz del amor,
su innumerable espora o
el alba incontenible de los sueños.

Sobre las losas de pizarra,
el alma reproduce
esta visión del patio:
escaños, abalorios, tizas...,
cosas que inundan el perfil
borroso de una gran rayuela.

Detrás, en las profundas
alcobas de la casa,
la leña del hogar, el dulce
aditamento de la risa,
la pátina del beso, la amorosa
caricia de una extensa madre...

¿Madre?
¿Quién habita la casa sino el pálido
reflejo de una triste luna?

Mariano Estrada
Del libro “Hojas lentas de otoño”

También yo, leyendo "El Reflejo", he recordado mi niñez, en la gran casa de mis abuelos maternos, con patio y traspatios, con zaguán y galería!!!, y tampoco me sentí sola, porque tuve todo el amor del mundo!!!
"El Reflejo" me ha emocionado, y las lágrimas se agolpan en mis ojos, porque eso es lo que queda de mi familia materna, el REFLEJO de lo que fue!!!!!
Muchísimas gracias, Mariano!!! porque he recordado, aunque con nostalgia y con pena, también con infinita gratitud, el AMOR, que mis abuelos, mis tíos y mis padres nos dieron, con tanta generosidad!!!
Un abrazo
Natalia