Versos - EN MI CUMPLEAÑOS MI CUMPLEAÑOS (13 de marzo) Espero que cantéis las mañanitas y ese happy birthday, aunque sea inglés, trayendo cuatro flores, o aunque tres podrían ser, bien frescas o marchitas. No diréis que no son bien sencillitas las cosas que demando. Soy burgués y no soy exigente, que al revés, mis gustos son frugales, cenobitas. Si queréis desearme alguna cosa, os diré que salud me viene al pelo, aunque estoy, la verdad, como una rosa, que hasta dicen mis nietos que su abuelo tardará mucho tiempo en que una losa le cubra su morada bajo el suelo. LA EDAD ES LA DEL CORAZÓN (soneto inglés) Si vais a preguntarme por los años tendré que confesar que ochenta y cuatro, pues no está bien andarme con engaños propios de los actores de teatro. Los años no reflejan para nada la edad en la que se encuentra el corazón; mejor es comprobar si en galopada resiste hasta pasar el Rubicón y eso, gracias a Dios, paso con nota sin esfuerzo aparente y tal parece y por eso no pienso ni en derrota, ni en que nada de mí, muere o decrece. Mientras tenga la fuerza que ahora tengo, llegaré al infinito y luego vengo. NO MÁS AÑOS (soneto inglés) No quisiera cumplir muchos más años; con éstos que ya tengo es suficiente, porque así serán menos desengaños los que aniden por ello aquí en mi mente. Cada vez se nos suman más tristezas a la par que se restan alegrías, por lo cual a marcharte pronto empiezas cuando más afianzado te creías. Es la ley de la vida y no perdona a nadie aunque le rece a Dios bendito, que a todos nos noquea y en la lona nos vemos cuando llega el finiquito. Tenemos de los tontos el consuelo, pues hasta la bandera hay en el cielo. QUE ESPERE LA PARCA (con estrambote) Dentro de ochenta años, si Dios quiere, tengo que componer nuevo soneto, porque el que estoy haciendo, ya obsoleto, se tendrá que hacer viejo, o bien se muere mientras yo iré a la Parca y diré: espere, que aunque a usted yo la tenga gran respeto, nunca me va a poner en un aprieto por muchas amenazas que me hiciere. Sentada esperará como imagino a que una enfermedad conmigo acabe y luego estrenaré traje de pino, que han de cerrar después con una llave, mas saldré por mandato, que es divino, a una vida mejor y ella lo sabe. Morir no es nada grave, lo que es grave es vivir sin ilusión no dando su incumbencia al corazón. Cristino Vidal Benavente. |