Alcorisa - Teruel

Creo que es el momento que se inicie nueva conversación sobre el fenómeno de la inmigración tanto a nivel del Estado como de nuestro pueblo.Mi opinión al respecto:

-Considero que los inmigrantes son necesarios para mantener la actividad económica y el crecimiento. En otros tiempos, éramos los españoles los que fuimos inmigrantes, y creo que en general no fuimos maltratados por los países receptores. La llegada de gentes nuevas siempre tiende a desatar cierto recelos que con el tiempo deberían tender a diluirse. Sin embargo, la integración no está siendo fácil. En ningún país europeo receptor de inmigración extracomunitaria (magrebíes, chinos, sudamericanos) la integración ha sido fácil; es más, al final en casi todos se han acabado formando "guettos" apartados de la población autóctona. La integración-asimilación "a la francesa" no ha funcionado; a la inglesa tampoco, ni a la alemana. Hoy en día, hay muchos Clichys sur Bois por toda Europa, y la solución no parece fácil. En el fondo, nos comportamos con la inmigración como los romanos con los bárbaros. No vienen a destruir nuestra forma de vida y nuestra sociedad, sino a integrarse en ella y aprovechar sus oportunidades. Nuestro particular "Limex" está más en nuestras cabezas que en los accidentes geográficos. El problema es que los vemos como nuevos competidores, con nuevas costumbres y nuevas "religiones" que no casan con nuestros esquemas mentales. Se impone un esfuerzo de comprensión y tolerancia por ambas partes. El que recibe tiene que entender y habituarse a nuevas formas de ver las cosas, y el que llega, tiene que intentar amoldarse al lugar. No se pueden traer y pretender tolerar actitudes en inmigrantes que aquí no permitiríamos a un nacional; por ejemplo, el machismo desaforado de algunos musulmanes (no todos) o la falta de respeto a las leyes y normas de convivencia (el molestar con ruidos al vecindario o el aparcar los vehículos donde les apetece, entre otros).

A nivel de Alcorisa: de momento, más o menos bien. En general no hay problemas. Los sudamericanos creo que se han integrado perfectamente. Los rumanos, en general, algo más cerrados en sí mismos, también tienen un nivel de convivencia aceptable. A ello ha ayudado el que muchos bares los regenten ellos (............y ellas,........ejem....).
Los magrebís como que van a su aire, aunque tampoco "se hacen querer". Creo que a la larga son los que menos se van a integrar, tanto por recelos nuestros como de ellos.

En fin, salvo casos puntuales, en general no podemos quejarnos demasiado, al menos todavía. En este sentido, tendo curiosidad de ver qué opina del fenómeno el Sr. Abel, qué le parece la llegada de cayucos a nuestras costas, el qué deberíamos hacer con ésta gente, si son buenos o malos para nuestra sociedad, etc.....Te recomiento que antes de responder, lo que tengas que decir te lo pienses dos veces, pues según lo que respondas puedes dar una imágen bastante pésima, y quedar en evidencia. Espero, creo que todos esperamos, tu respuesta. Hasta luego

MI OPINION ES:

QUE SI VIENEN QUE SE ACOSTUNBREN A NUESTRO RITMO DE VIDA A NUESTRA RELIGION Y A TODO.

SI VIENEN TANBIEN ES POR ALGO NO? SI TRABAJADORES LO SON ESO TIENES RAZON TRABAJAN TODA LA TIERRA SI NO NO SE COMO ESTARIA.

APARTE QUE NO TIENEN NINGUN RESPETO A LA MUJER ASI QUE ESO LO VEO MEJOR NI HABLO.

Y SI ES VERDAD QUE YA HAY MUCHOS ASI QUE???? que solucion dais,yo mejor no opino.

Flor silvestre, ¿a qué religión deben acostumbrarse los inmigrantes?. España es un Estado aconfesional, para tu información. A ver si no decimos barbaridades. Yo soy tan español como tú, y no profeso ninguna religión.

Seguramente, te refieres al Catolicismo pero, aunque sea la opción religiosa mayoritaria (si bien lo mayoritario es el agnosticismo) no es la religión de España, ni mucho menos.

Los inmigrantes que vienen aquí deben tener las mismas obligaciones y derechos que los emigrantes españoles de los años 60 y 70 en sus países de destino, es decir, acatar las leyes y beneficiarse de los derechos. La integración es una opción que haría mejor la vida de los nativos y de los inmigrantes pero, para ello, ambos "bandos" deben poner de su parte porque, como digo, a ambos les interesa una convivencia agradable.

Desde luego, con ciertos axiomas como los tuyos, vamos por el camino equivocado.

El fenómeno de la inmigración debería tomarse desde un prisma mucho más amplio, en mi opinión, para llegar al fondo de la cuestión y poder analizar verdaderamente donde radican los problemas y las posibles soluciones. Si lo observamos desde el lado del inmigrante, nos encontramos con diversas situaciones con una raíz común: la pobreza; la miseria, la necesidad y el sufrimiento hacen que la gente vaya en busca de una vida mejor, o al menos, en busca de posibilidades. La cultura de los diferentes colectivos tiene mucho que ver en esto a la hora de integrarse o no en la sociedad que los recibe, por ello, los sudamericanos tienden a integrarse mejor, y los africanos menos. Hay quienes vienen a iniciar una nueva vida y quienes lo hacen para ganar dinero y sustentar en su país a una familia, por eso estos últimos no tienen el más mínimo interes en la mayoría de las ocasiones de integrarse entre nosotros; quieren trabajar (muchas veces a cualquier precio) ganar dinero y marchar en cuanto les sea posible. Aquí empiezan la mayor parte de los problemas para ellos. Es cierto que con la legislación actual en materia de extranjería, el primer o los primeros años de estancia en España para ellos son especialmente duros porque tienen la necesidad de mantener un empleo y una cotización para poder seguir aquí, pero a medida que la ley les va dando los mismos derechos que a nosotros, también ellos quieren vivir dignamente, trabajar sus horas, descansar, cobrar lo que les corresponde, etc. Me estoy refiriendo a los que vienen para empezar una nueva vida. Estos años han sido especialmente complicados por el aluvión de inmigrantes que se han recibido en España, pero a medida que la situación se estabiliza, nosotros mismos nos damos cuenta de que son pocos los que vienen a quitarnos el trabajo, que la mayoría vienen a sobrevivir dignamente, y que hay sitio para todos.
Pero volviendo al principio, si lo miramos desde un punto de vista universal, nos daremos cuenta de que el problema de la inmigración no sería tal si nuestras posibilidades a nivel mundial no fueran tan descabelladamente diferentes. Tal vez entonces la gente no tendría la necesidad de huir despavorida, tal vez no tendrían la necesidad de jugarse la vida por un pedazo de pan, ni tendrían la necesidad de humillarse por 4 duros para que sus hijos pudieran comer. Pongamonos cada uno de nosotros en situación, ¿que seríamos capaces de hacer para no ver morir de hambre a nuestros hijos? Yo preferiría morir antes de ver como torturan a mis padres, como violan a mis hermanos, o como asesinan a los niños de una guardería. Sería capaz de cualquier cosa, como por ejemplo jugarme la vida para emigrar a un país más prospero, trabajar de sol a sol a cualquier precio para poder evitar a mi gente ese tipo de sufrimientos. Por eso a veces, cuando oímos hablar de globalizacíon, personalmente a mí me gustaría oír hablar de ello desde el punto de vista social. Porque económicamente esta muy bien que los países desarrollados quieran globalizar su economia para poder asfixiar aún más a los países más necesitados, pero socialmente la repercusión es (y creo que aún será más) inevitable.
Así, sobre la inmigración en general, y después del soberano rollo que he soltado (he intentado ser lo más breve posible sin dejarme nada) creo que el problema está en las diferencias creadas por unos para el progreso, en detrimento de otros para su drama.

Coincido básicamente con todo lo que has dicho. Sin embargo, en lo de la globalización.....como que tengo que hacer mis matices.

Eso de que la culpa del subdesarrollo la tenemos los países ricos, como que suena un poco ya a trasnochado. Si bien es cierto que algo de verdad hay en ello, no es menos cierto que muchos de los países subdesarrollados estaban mejor ántes, cuando eran colonias, que en la actualidad. Y justo al contrario, países que hace cincuenta años eran del grupo de subdesarrollados, hoy forman parte de las economías emergentes, alcanzando en la actualidad notables niveles de desarrollo y bienestar. Me estoy refiriendo en el primer caso a la mayor parte de los países del África negra, y en el segundo a los "tigres asiáticos".

Lo mismo sobre América Latina. Recuerdo que hace unos años en un viaje a México, todavía a los españoles (supongo que hoy seguirán pensando igual) nos consideraban los responsables de su situación de retraso, como fruto de su antigua situación colonial. Y yo les contestaba: ¡pero si hace ya casi 200 años que sois un país independiente, tiempo habéis tenido de salir adelante por vosotros mismos!. Incluso la propia España era hace 50 años más pobre que México. Y respecto de Argentina lo mismo: a principios del siglo XX era uno de los países más ricos del mundo; en la actualidad está casi dentro de los pobres, y siempre a merced de cíclicas crisis económicas. El caso de Brasil será interesante analizarlo con tiempo, pues parece que va en la senda positiva.

¿Adonde quiero llegar?. Pues que los países no son ricos por sí, sino por voluntad de sus ciudadanos y de sus gobiernos. África es un continente rico en recursos naturales, pero unos gobiernos corruptos e irresponsables le mantienen en la miseria. Se dice que nos aprovechamos de ellos, están las teorías del "intercambio desigual", "norte-sur", etc..., pero hoy por hoy no son más que meros proveedores de materias primas, con una importancia económica para los países desarrollados bastante secundaria. Ni siquiera son buenos mercados para los productos manufacturados, pues apenas tienen dinero para comprarlos. Es el gran continente olvidado, y por tanto, el foco principal de inmigración.

¿Qué hacemos desde Europa para impedir la inmigación?. En el fondo, pactar con el diablo, "untar" y corromper aún más a estos gobiernos africanos para que controlen e impidan las salidas de cayucos desde sus costas. En suma, perpetuar la situación en África, y por tanto, el círculo vicioso de corrupción-pobreza-inmigración. Ahí sí que tenemos una responsabilidad, pero es más cómodo afrontar así el problema que el apostar por verdaderas políticas de desarrollo en África, con todo lo que ello supondría: la DEMOCRATIZACIÓN verdadera de África, con gobiernos dignos y responsables y no las "Repúblicas Bananeras" actuales.

Y para ejemplo, tenemos los "tigres asiáticos", países que hoy por hoy han salido o están saliendo del subdesarrollo, compitiendo a nivel mundial y con aceptables niveles de bienestar. Ello demuestra que se puede salir del subdesarrollo, siempre y cuando la sociedad civil y sus dirigentes tengan la voluntad de trabajar de manera coordinada y transparente. El caso específico de China, requeriría un análisis aparte que creo que podríamos dejar para otro día.