Cambrils - Tarragona

No es fácil, nada fácil el inhibirse, había decidido no escribir en una temporada, pero sucede que acaecen cosas, cosas y casos que a una neurona inquieta, le dejan cuasi perpleja, y sí, parece que las naciones tienen lo que se merecen, lo que le permiten a su jauría de políticos hacer, siempre bajo su propio criterio, pasándose por el arco de triunfo a la nación, a los votantes y a cuanto bípedo gasta aire en el eje de la movida o en la periferia.

Y si, en este caso mi amada patria, en una de sus regiones, y en un acto rocambolesco, parece que ha sido nombrado un ladrón y mentiroso, como “”candigato”” a seguir encaramado en el árbol del poder, desde donde se masca la tragedia, para muchos en beneficio de unos pocos, aunque esos pocos o alguno de esos pocos visten trajes “”de gorra””, apresillados italianamente, de buena caída y parece ser inarrugables, claro por el precio de la dádiva, con retorno millonario, no es para menos, ora unos trajes, seguro acompañados de algunas cifras para mantener la textura de los ellos, tal vez algún cobertizo bien amueblado y documentos pertinentes en manos de testaferros, bien agarrados por las bolas y en el más absoluto de los secretos, seguro que en algunos años, parte de lo extraído, “”regalado”” o mal habido, pasará a las “”inocentes “” manos del agasajado o por defecto como herencia a la prole de tan “”honorable”” calvo galán.

Es difícil, muy difícil no entrar en vómito, cuando uno oye la noticia, y en el hocico del proponente, y se atoran en la neurona un poco de cuestionamientos, o preguntas inquietantes: cuando una acción es legal o ilegal?, cuando el legalizador es conchupante, o no, respectivamente en el uso y disfrute de lo robado?. Alguien cree que es fácil conservar la integridad neuronal, después de esos anuncios de seguir teniendo y manteniendo en el “”cuidado”” de LA LATA, a un ladrón mentiroso?

Alguien, con un cierto sentido de la responsabilidad, puede estar tranquilo, sabiendo de antemano que ese ladrón será votado masivamente, por una significativa parte de los robados, defenestrados, cogidos por el orto hasta la saciedad, para seguir siendo tratados con el mismo patrón?, y es que no hay justificación posible para ello, aunque es entendible que la sarna con gusto no pica, y si llegase a picar, lo seguro es, que no mortifica. Dando razón al dicho que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, exactamente los que nos merecemos.

Ciertamente el despotismo de los políticos que campan a sus anchas por la piel de toro, pereciere hecho a prueba de todo, no se cala, no se incendia, no se consume, solo se ejerce, de la manera tradicional, con la mayor de las desvergüenzas, con la mayor de las hipocresías, con el mayor de los despotismos, porque ellos creen estar en el medio del patio de su casa, y las gentes de la nación, es su ganadería, con derecho de hacer y deshacer a su antojo, parte del ganado con hemorragias de satisfacción de ser cogidos por el orto.

UNO MAS.