Villanueva de San Juan - Sevilla

En estos dias en que se acercan las fiestas casi cada tarde abro el foro esperando alguna intervención o algún anuncio con relación a estas fechas, no se…, una felicitación original, algún relato, o alguna crónica de J. Ruiz Q. sobre alguna cosa particular que pasara en una misa del gallo de hace cuarenta años.
Os deseo salud y moderada felicidad (completa es imposible) en compañía de vuestros familiares y amigos a todos los villanoveñ@s.

A la persona que interviene anteriormente, de forma anónima, le contesto, con mucho gusto, al haber sido aludido: No se me había olvidado hacer una entrada en el foro para desear una feliz Navidad a los que la entienden como un hecho religioso y así la viven y, unas felices fiestas alegres, familiares, etc. a todos en general. Hecho queda. Y dicho lo anterior, me he remontado hasta los años sesenta y no recuerdo nada extraordinario en las misas del gallo. Si puedo decir que, yo que he asistido a esta celebración religiosa desde que tengo uso de razón hasta la última del año pasado, he visto alguna misas más solemnes y otras menos, unas con coro de campanilleros y otras con el canto normal de las personas que solían hacerlo, etc. Hasta los años sesenta se instalaba en lugar preferente un portal, belén, nacimiento, etc. (como quieran llamarle) que luego dejó paso a una representación digna pero muy reducida solamente con las figuras que componen lo que se conoce como “el Misterio”.
Aparte de lo dicho quiero recordar que la Navidad, y concretamente su víspera en este pueblo tenía una algo que no se si daba en otros lugares, pues en el anochecer de la Nochebuena, los muchachos salían por las calles, provistos de cencerros y esquilones (campanillas), que hacían sonar mientras iban corriendo formando gran jaleo y dándole sonido a las fiestas. Después venía la cena que entonces era bastante austera y se solían comer las tortas fritas, plato éste que en tiempo de hambre y de falta de harina ya era algo para celebrar; estas tortas y en esa noche solían acompañarse de café, leche o chocolate, y en los casos de familias con escasos recursos o quizás por costumbre o tradición, las comían mojadas en una almíbar bastante pobre de azúcar y que le llamaban leche de pava (esto último lo he oído contar pero no lo vi). Lo de las cenas con pavo, langostinos, besugo, jamón, etc., eso ya fue mucho después. Y ahí lo dejo. Saludos, JRQ

Creo que estas fiestas son la escusa perfecta para reunirse con familiares, hacer las paces y hacer propósitos de enmienda. Después la cosa queda como queda, en la reunión familiar a veces se discute, las paces son para salir del paso, o después de reyes se sigue fumando. A veces también acentúan la soledad y se añora con mas fuerza al ausente. Pero, ya se sabe, todo tiene su cara B.
Vivo lejos de Villanueva, y aunque no os lo creáis, en mi casa en un lugar visible, la noche buena cuelgo un campanillo, podría ser cencerra, cencerro o esquilón, pero es un campanillo. Y hago tortas fritas con miel que casi ninguno come. Cosas de viejo que de momento no se toman a mal
Feliz navidad.