Paradas - Sevilla

Un grupo de cooperantes andaluces realizará un viaje solidario a Palestina en la segunda quincena de julio. Su cometido es reconstruir en 15 días la casa de la familia Elayyan, la cual fue demolida por las Autoridades Israelíes el 21 de abril de 2004.

Nadir Elayyan es un amable hombre de 37 años de Anata. Le conocimos junto a su joven familia en casa de su hermano, donde lleva viviendo los últimos cuatro años. Vestía una camisa de cuadros, un pantalón oscuro y una mirada de determinación esperanzadora, Nadir nos presentó a su hija de tres años Bissan, a su hijo de un año llamado Mohammad y a Fidaa´, su esposa embarazada de treinta y dos años.

El origen de la familia Elayyan es similar al de la mayoría de las otras familias en Anata. La tierra ha pertenecido a su familia durante generaciones, los papeles de propiedad están a nombre del abuelo de Nadir y se remontan al mandato británico.

En el año 2003, la familia Elayyan comenzó a construir su vivienda sin permiso, como la mayoría de la gente se ve forzada a hacer en las áreas palestinas de Jerusalén. Para un palestino, al solicitar permiso de construcción para su tierra es denegado por norma y además es un proceso enormemente costoso.

La construcción iba bien y parecía que la joven familia iba por buen camino para crear un bonito hogar. Pronto, cuando el segundo piso estaba prácticamente acabado, el 15 de abril de 2004 recibieron una orden de demolición por parte de la municipalidad de Jerusalén. Sabiendo que su casa podía ser demolida en cualquier momento, los Elayyan vivieron en constante inseguridad. En ese momento, Nadir detuvo la construcción de su hogar.

Cuatro semanas después, Nadir recibió una llamada de teléfono de un vecino que le avisaba que un buldózer estaba en la puerta de su casa. Corrió desesperado a la escena, pero la demolición ya había comenzado cuando él llegó. Cuando preguntó al oficial porqué su casa estaba siendo demolida le contestó que por no tener licencia de construcción. Rememorando ese momento y las absurdas restricciones a las que se enfrentan los palestinos en Jerusalén, Nadir nos dice "pero ninguno de mis vecinos tiene permiso!"

La demolición de su hogar supuso para la familia Elayyin entrar en una importante deuda y sin una casa propia. La familia vive ahora hacinada con el hermano de Nadir y su familia de cinco componentes. La casa de su hermano a día de hoy no tiene orden de demolición, pero con 1.081 órdenes dictadas el año pasado en Jerusalén oriental, nada está asegurado.

En colaboración con Paz Ahora y el Comité israelí contra la demolición de casas, palestinos, israelíes y voluntarios internacionales van afrontar la ardua tarea de reconstruir la casa en un acto de desobediencia civil pacífica y solidaridad humana y política.

La brigada de cooperantes partirá este lunes del aeropuerto de Sevilla, os invitamos a todos-as a despedir a los compañeros y compañeras a las 17.00 h. en el aeropuerto.