Los Palacios y Villafranca - Sevilla

A causa del «decretazo»
El Gobierno secunda al PSOE y compara a los funcionarios con Herri Batasuna

Arenas considera «gravísimos» los insultos y acusa a Griñán de inspirar el ataque a los empleados públicos

j. cejudo | m. benítez / sevilla

Día 14/01/2011 - 07.41h

La posibilidad de que se logre un acuerdo político en torno a la reforma de la Administración autonómica se antoja cada vez más lejana, después de que ayer socialistas y populares elevaran el torno de las críticas y de las descalificaciones.
El presidente del PP-A, Javier Arenas, acusó al jefe del ejecutivo Andaluz, José Antonio Griñán, de inspirar la campaña de insultos a los funcionarios, a los que el portavoz del PSOE en el Parlamento, Mario Jiménez, llamó «fascistas» tras la convocatoria de una manifestación para el día 22 y contemplar un posible boicot a los actos electorales del partido. El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, avivó la llama de la polémica al expresarse en los mismos términos y comparó a una parte de los empleados públicos con Herri Batasuna. Para el secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, «cualquier tipo de declaración que dificulte las posibilidades de entendimiento son una auténtica metedura de pata».
A medida que se acerca la fecha del día 22, jornada en la que los sindicatos de funcionarios y plataformas de empleados públicos prevén celebrar una macromanifestación en contra del denominado «decreto del enchufismo», aumentan las presiones desde el PSOE y desde la Junta contra los convocantes, así como los ataques de los dirigentes socialistas hacia el Partido Popular de Andalucía.
Disparate
El presidente de esta última formación, Javier Arenas, consideró «gravísimos los insultos del PSOE a los funcionarios y un disparate monumental. Y eso de pretender llegar a un acuerdo con alguien insultándolo es fantástico». Según Arenas, que en breve presentará la propuesta de su partido para la reforma de la Administración —si bien es partidario de la derogación del «decretazo»— es «un disparate que se esté incendiando la función pública andaluza desde las directrices del señor Griñán a algún lugarteniente, porque esas cosas no las improvisa ni el dos, ni el tres ni el cuatro».
El líder del PP-A se refería a las declaraciones del portavoz del PSOE en el Parlamento, Mario Jiménez, en las que llamó «fascistas» a los empleados públicos convocantes de la manifestación del día 22 y partidarios de boicotear los actos electorales socialistas.
Más tensión
Desde la Junta no hubo ayer propósito de rebajar la tensión, sino todo lo contrario. El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, comparó ayer a los sindicatos de funcionarios que protestan contra la reordenación del sector público andaluz con HB. En un intento de matizar las palabras del portavoz socialista, Mario Jiménez, que había tildado a estos de «fascistas», el consejero aseguró que no señalaba a todos los funcionarios sino a los que salieron en la foto anunciando que van a reventar los actos del PSOE.
«Eso es lo que hace HB cuando hay elecciones autonómicas o municipales, reventar los actos del PSOE», dijo ayer Pizarro que insistió en que esa actitud se parece bastante al fascismo.
Además el consejero, que durante su intervención ante la prensa nombró al presidente del PP, Javier Arenas, aproximadamente una docena de veces, acusó a los populares de querer confundir a la opinión pública e insistió en que detrás de esas manifestaciones está viendo a Arenas que, a su juicio, «intenta sacar rédito electoral». En ese sentido Pizarro aseguró que lo que dicen los sindicatos y lo que dice Arenas es muy similar
Igualmente, el coordinador de la Interparlamentaria del PSOE-A, Javier Barrero, criticó que Arenas «esté instrumentalizando a los funcionarios» en su propio provecho y radicalice su postura a través «de la mentira y de la manipulación».
Las afirmaciones desaforadas de los políticos, según el secretario general de UGT-A, Manuel Pastrana, no contribuyen a crear un clima de diálogo. El dirigente sindical se pronunció sobre los improperios de Mario Jiménez, dado que en ese momento desconocía lo dicho por Luis Pizarro. En opinión de Pastrana, «cualquier tipo de declaración que dificulte las posibilidades de entendimiento son una auténtica metedura de pata, al tiempo que abogó por que los responsables de los grupos parlamentarios utilicen en su relación con los demás «un lenguaje en forma y contenido que facilite la aproximación».
Ustea
Mientras UGT y CC.OO. mantienen su apoyo a la reordenación impulsada por la Junta tras los cambios introducidos en el primer decreto, otras organizaciones sindicales continúan con su rechazo, pero matizando al respaldo a las movilizaciones. Así, Ustea anunció que no participará en el boicot a los actos de partido durante la campaña a las municipales.
Por su parte, la tercera formación política en discordia, IU, apostó por mantener una posición de equilibrio. El coordinador regional de la coalición, Diego Valderas, expresó su «preocupación» por la «deriva de confrontación» en el debate con «declaraciones de uno y otro lado que imposibilitan cualquier posibilidad de diálogo constructivo».
Así, advirtió de que «o se rebaja la tensión política y sindical o no habrá capacidad de acuerdos», informa Ep. En rueda de prensa, lamentó que se están «poniendo intereses electorales, partidistas, corporativos y sindicales por encima de los intereses generales de los andaluces» cuando, en su opinión, «el debate sobre la reordenación del sector público debe servir para poner la mejor administración gestionada y públicamente alejada de cualquier tentación privatizadora».