Los Palacios y Villafranca - Sevilla

Andalucía
La Junta plantea un nuevo impuesto sobre el tabaco y el alcohol

La consejera de Salud aboga por una tasa indirecta para financiar la sanidad

J. M. / SEVILLA

Día 03/08/2010 - 08.01h

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JESÚS SPÍNOLA

La Junta de Andalucía sigue recurriendo a las subidas impositivas como instrumento preferente para la reducción del déficit público que le pide el Estado a instancias de Bruselas. La última propuesta viene de la mano de la consejera de Salud, María Jesús Montero, quien se mostró partidaria ayer de «gravar impuestos sobre el consumo de alcohol y tabaco» para refinanciar el déficit de la sanidad. Bien es cierto que, como afirma Montero, se gravaría estos productos por estar «claramente relacionados con el deterioro de la salud», pero no menos cierto es que la tasa sobre el tabaco y el alcohol se traduciría en un nuevo impuesto indirecto que soportarían todas las rentas por igual.
Este nuevo impuesto indirecto se suma a otros aprobados recientemente por la Junta y que grabarán, independientemente de su nivel de renta, al cien por cien de la población, como el impuesto sobre bolsas de plástico de un solo uso o el céntimo sanitario, dejando en evidencia, además, el anuncio del presidente de la Junta, José Antonio Griñán, de que sólo subiría los impuestos a las rentas más altas. Tal como aseguró el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, las medidas fiscales aprobadas en el reciente decreto-Ley de la Junta «van a repercutir en un 97% de la sociedad, que va a pagar más impuestos, mientras que sólo un 3% lo van a soportar los ricos», en referencia a la subida del IRPF para las rentas que superan los 80.000 euros anuales.
Una medida consecuente
De esta forma, el nuevo impuesto sobre el tabaco y el alcohol que defiende la Junta sería consecuente con estas medidas ya puestas en marcha para reducir el déficit. Así, la consejera de Salud, en una entrevista a Europa Press, apostó ayer por «seguir explotando» otras vías para refinanciar el déficit que soportan actualmente los sistemas sanitarios públicos de las comunidades autónomas, entre las que destacó «la posibilidad de gravar impuestos sobre el consumo de alcohol y tabaco».
Montero defendió esta medida en que tanto el tabaco como el alcohol «están claramente relacionados con el deterioro de la salud», por lo que defendió que, «en términos políticos, sería una medida interesante». La consejera, no obstante, reconoció que «al no estar transferidos los impuestos del alcohol y el tabaco a las comunidades, no nos corresponde a las administraciones autonómicas el decidir si implantamos o no este tipo de medidas». Esto significa que debería ser el Ministerio de Sanidad el que pusiera en marcha esta nueva tasa.
En ese sentido, apuntó que en el Consejo de Política Fiscal y Financiera —que coordina la actividad financiera de las comunidades autónomas y de la Hacienda del Estado— «lo que se han visto siempre son fórmulas de reducción del gasto, no así de incremento de la financiación, porque imagino que el Estado no abre ese debate a las comunidades, sino que lo tiene en su marco competencial». Sin embargo, sostiene que en el seno del Sistema Nacional de Salud «entendemos que se deben articular fórmulas impositivas, sobre todo, de aquellos productos que tienen un impacto negativo en la salud».
No al copago
La consejera también se refirió a la posibilidad del establecer el copago sanitario por el que abogaba el informe Vilardell, que la Generalitat de Cataluña presentó la semana pasada al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas. Sobre este mecanismo que obliga al usuario a pagar una cantidad por los servicios asistenciales recibidos, Montero se mantuvo en las posición que ha defendido hasta la fecha, es decir, se mostró en contra.
En su opinión, lo «más justo» sería aplicar fórmulas de redistribución de riqueza y «hacer compatible que cada uno pague en función de lo que tiene, es vía impositiva». «Un mecanismo fiscal permite una mejor redistribución de la renta, entre otras razones porque el copago, al estilo tradicional que se ha planteado siempre, no consigue ninguno de los objetivos por los que se defiende esta fórmula», añadió.
Así, afirmó que este mecanismo «ni consigue una capacidad recaudatoria que compense el gasto administrativo que, a su vez, requeriría poner en marcha todo este mecanismo; ni tampoco consigue que sea un elemento disuasorio contra el mal uso de los servicios sanitarios».
El cambio de actitud frente al céntimo sanitario
J. M. SEVILLA
SALUD ESPERA RECAUDAR 137 MILLONES EN 2010. La consejera de Salud, María Jesús Montero, realizó ayer una cerrada defensa de una de las medidas impositivas recientemente aprobadas por la Junta: el céntimo sanitario, a la que el ex presidente andaluz, Manuel Chaves, se opuso durante años porque, según dijo en el Parlamento en 2001, los impuestos indirectos «gravan de manera desigual la capacidad económica» y resultan regresivos.
Montero, en cambio, considera que la medida, que permitirá recaudar 137 millones en 2010, «no repercute en el precio del contribuyente, ya que las tablas de precios de las gasolinas son prácticamente similares en todos el Estado».
Este impuesto, sin embargo, está recurrido por parte de la Comisión Europea ante el Tribunal Europeo de Justicia, ante la negativa de España a suprimir esta tasa que se opone a la legislación comunitaria. El recurso prosperará con toda probabilidad contra este impuesto que instauraron las comunidades para financiar la sanidad con el cobro de 2,4 céntimos por litro de gasolina.

https://ww.abcdesevilla.es/20100803/andalucia/junta-plantea-nuevo-impuesto-201008022102.html