La Algaba - Sevilla

BANCA Y PROMOTORAS REBAJARÁN MÁS LOS PISOS NUEVOS PARA COMPENSAR EL IVA
La semana pasada, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desveló la letra pequeña del rescate financiero. Entre las contrapartidas, dos impactarán de lleno en el sector inmobiliario: el fin de la desgravación fiscal por compra de vivienda y la subida impositiva sobre la adquisición de un inmueble nuevo, que pasará de tener un IVA superreducido del 4% al 10% en 2013. Con un 2012 bajo mínimos en compraventa de viviendas (las venta de pisos ha caído un 24,5%), el sector ha recibido con pesimismo las medidas. “Eliminar la desgravación o aumentar el IVA no ayuda”, dijo el presidente del lobby inmobiliario G14, Fernando Rodríguez-Avial.
Se comenta que la decisión del Ejecutivo de aplicar el nuevo IVA a partir del próximo año pretende acelerar la compra por parte de aquellos ciudadanos que quieren comprar pero están a la espera de los acontecimientos y de nuevos descuentos. Sin embargo, la incertidumbre macroeconómica y la crisis hace que bancos y promotoras solo tengan una medida para animar las ventas: más rebajas. “La subida del IVA debería acelerar la corrección bajista en el precio, La demanda se encuentra deprimida por falta de financiación y la disminución de la renta bruta disponible”, explica Ángel Serrano, director general de Negocio de Aguirre Newman. Así, se espera que promotoras y banca no solo asuman el nuevo IVA contra sus márgenes, sino que aceleren los descuentos. Desde el estallido de la burbuja, a finales de 2007, los precios de las casas en España han caído más de un 30% y se espera otro 20% adicional. La vivienda nueva es la que menos ha bajado, alrededor del un 10%. “A partir de 2013, las ventas sufrirán una importantísima caída. Fruto de estas medidas, y al tratarse de un mercado en desequilibrio con gran sobreoferta y una demanda débil, se producirá un severo ajuste de precios que pudiera ser, incluso, superior al deseable”, augura Julio Gil, director de la consultora Horizone.
La subida del impuesto supondrá un encarecimiento de unos 12.000 euros en la compra de una vivienda nueva cuyo precio esté entorno a los 200.000 euros, según cálculos de Idealista. Los expertos descartan que este sobrecoste pueda trasladarse al precio final, ya que el comprador se decantaría por adquirir inmuebles usados, cuya venta no está sujeta al IVA, sino al impuesto de transmisiones, que asciende al 7%.
(Expansión. Primera página. Página 3. Editorial en página 2)