Dos Hermanas - Sevilla

Mejor pagado que en España

'Albañil en paro se ofrece para la vendimia francesa'

* Los temporeros andaluces aumentan un 15'5% por la crisis del ladrillo

Antonio Salvador | Sevilla
Actualizado martes 04/08/2009 08:17 horas

Una avalancha de temporeros españoles volverá a cruzar este año los Pirineos en busca de un tajo en la vendimia francesa, un ‘refugio’ para muchos albañiles a los que el desplome de la construcción ha obligado a bajarse del andamio y volver a las tareas del campo. De acuerdo con los cálculos difundidos ayer por la Federación Agroalimentaria de la UGT, unos 13.500 compatriotas acudirán en septiembre a la campaña de la uva en el país vecino, lo que supondría un incremento del 12,5 por ciento respecto a 2008. Éste, a su vez, ya registró un importante repunte.

«Cuando la construcción se derrumba, los trabajadores buscan refugio en el sector primario», sostiene el secretario de Migraciones de esta federación de UGT, Jesús Acasuso. Éste, no obstante, advirtió de que «el campo no es un chicle» y no puede absorber a todos los desempleados.

Con 998.700 parados y una tasa del 25,41 por ciento, Andalucía volverá a ser un año más la comunidad española que aportará más temporeros (el 71,8 por ciento del total). En concreto, serán unos 9.700 los andaluces que irán este verano a la vendimia, un 15,47 por ciento más que en 2008 (8.400). Según las previsiones que maneja este sindicato, le seguirán los valencianos (1.100), los castellano-manchegos (600) y los murcianos (500), entre otros.

Un vendimiador cobra en Francia al menos 8,82 euros por hora, frente a los 7,70 euros de España, en el mejor de los casos

La vendimia francesa dará comienzo en torno al 18 de agosto en las zonas más tempranas, incorporándose el grueso de los jornaleros a la campaña a principios del mes de septiembre.

No esperarán tanto Bartolomé Racero Caballero y Maribel Borrallo Mariscal, un matrimonio en paro de la localidad gaditana de Alcalá del Valle que hoy pondrá rumbo a un pueblo próximo a Aviñón (departamento de Vaucluse, en la región de Provenza-Alpes-Costa Azul) para trabajar durante los dos próximos meses en las campañas de la manzana y la pera. En casa quedarán sus dos hijos, de 16 y 15 años de edad.
Hacer las maletas

Jamás imaginó Bartolomé cuando, a finales de 2001, regresó al pueblo tras 24 años como emigrante en Alemania que tendría que volver a hacer las maletas, siquiera temporalmente, para ganarse la vida. Será su primera incursión en el campo, pero la situación no permite elegir: «Ya estamos tocando fondo».

Según UGTl Las prestaciones familiares por cotizar en Francia también ejercen de 'efecto llamada'

Desde finales de mayo, los únicos ingresos que entran en la casa de los Racero Borrallo son los 800 euros al mes en concepto de ayuda familiar. Con este dinero tienen que comer y vestir cuatro personas y hacer frente a la hipoteca (300 euros), el préstamo del coche (150) y a los gastos fijos de la casa. «Yo escuchaba a mis abuelos y a mis padres que iban a Francia a la vendimia y a la manzana, pero yo no lo había conocido nunca. Para mí es una experiencia horrorosa, porque después de 24 años en Alemania cmo emigrante...», comenta Bartolomé Racero, que trabajó durante nueve años en una fábrica de botellas de vidrio en la ciudad de Wahlstedt (länder de Schleswig-Holstein) antes de regresar a Andalucía.

Su mujer, una alemana de padres cordobeses que habla tres idiomas, está aburrida de enviar currículos. No le sale nada, ni como administrativa –la profesión que ejerció en el país germano– ni en el sector del turismo. Como mucho, unas clases particulares de inglés a chavales del pueblo.

«No pensábamos que tendríamos que volver a emigrar de esta manera. Al dominar idiomas pensaba que tendría alguna oportunidad, pero el turismo también está afectado», se lamenta.

En el fondo son unos ‘privilegiados’ en Alcalá del Valle. El Sindicato de Obreros del Campo (SOC) recibió 178 solicitudes –de desempleados y empadronados en la localidad– para optar a los 53 contratos conseguidos en origen para la manzana en Francia. La suerte les sonrió en el sorteo.

Como a Antonio Macías López, que volverá este verano a la recolección de la fruta en el país vecino al cabo de 14 años. Lleva seis meses engrosando las listas del paro, después de que la constructora de Cártama (Málaga) para la que trabajaba como oficial pusiera en la calle a casi toda la plantilla.

Él representa nítidamente el trasvase del andamio al campo que está provocando la crisis. Estuvo yendo a la manzana en Francia durante 17 años desde que tenía 15. Hoy, a sus 46 años, está a punto de abrir una página que creía ya pasada.

https://ww.elmundo.es/elmundo/2009/08/03/andalucia/1249327449.html