Villalmonte - Leon

Doña Morcilla Hontanales
está triste y preocupada
porque hoy a media mañana
su marido en un descuido
se le ha escapado de casa.
No estaría disgustada
si no fuera por que el pobre
se ha ido sin comer nada
y en la percha de la puerta
la chaqueta está colgada
no son días de descuidos
pues a nada que te apures
sin que antes te lo adviertan
se puede meter la niebla
y pasarás mucho frio.
Ha salido por el pueblo
preguntando a todo el mundo
y como nadie le ha visto
decide volver a casa
y prepararse a conciencia
para salir a buscarlo.
Coge un hacha, unas tijeras
con que cortar la maleza
también coge la chaqueta
que se olvidara en la puerta
descuelga el zurrón de una percha
y en el mete la comida
que ella misma considera
por si lo encontrase falto
de comer y en mal estado.
Piensa ¿por dónde habrá ido?
pero por más que razona
no encuentra ningún motivo
que alguna pista le diere
sobre el camino seguido
por eso sin mas demora
toma el camino que lleva
poco a poco hasta la Loma.
Sale desde Los Ríos
subiendo por el sendero
bajo la casa Concejo
hasta el camino que lleva
llaneando por La vega
a la derecha Camilo
a la izquierda la hornera
mas "alante" Luz divina
y la cuadra de Valerio
la nogal que tanto cuida
no parece estar muy buena
y es que todos los días
la salida de la "cienda"
hace que todas las vacas
piensen que las hojas tiernas
son una buena merienda.
Sigue por el camino
con la vista siempre al frente
pensando que su marido
si ha ido por el camino
puede estar en cualquier sombra
posiblemente dormido
y casi sin darse cuenta
Doña Morcilla ha llegado
a ese lugar donde el rio
al marido da apellido
pues como todos sabemos
el marido que se fue
se apellida Coldegüé

(para ser continuado)

No te preocupes, la verdad solo tiene un camino, al final veras como todo se aclara

¡Invenciones! No hubo tal “esposa de Don Androjas” porque siempre fue soltero.

A esto precisamente me refiero, ¿cómo es posible que después de tantos años se pueda llegar a decir tamaña barbaridad?

misteros de la vida

pensaba que era viuda. veo que no.

Precioso