Semana Santa segun un escrito de Pascual Semana Santa.- Dias solemnes llenos de misterio preocupante. Se hablaba en voz baja en nuestra Semana Santa; menos en el Domingo de Ramos. Los ramos de nuestro pueblo no son como los demás: ni palmas ni olivos; son de tejo que es mas lujo; crecieron en Bachende y algunos hasta les nacieron unas rosas de papel para las autoridades. Y comenzaba la Pasión: Calvarios y narraciones cantaban a nuestro modo todo el drama. Conocíamos al dedillo los personajes y sabíamos como llamarlos: Judas, Pedro, Maria Magdalena........ los buenos y los malos. Estábamos al tanto de sus reuniones y de lo que tramaban. Podíamos contar sus vidas como la de nuestro vecino y las cantábamos. Y aquellas Tinieblas impresionantes que discurrían largas......... largas, lentas y solemnes, pendientes de la vela que se apagaba. Al final el Miserere, el más emotivo y grandioso. Mientras, esperaban impacientes las carracas y las matracas afinadas días antes a filo de navaja..... y ya volvía la luz y el silencio. Pero el día grande, dramático y profundo era el Jueves Santo: Aquélla casina, sepulcro del Señor, de paredes blancas de sabanas bordadas y flores salpicadas, hachones de cera velando a la puerta y la gente entrando y saliendo de puntillas. rezo y meditación, profundo olor a incienso y a misterio..... Y al fin la Procesión del Encuentro: las mujeres por la derecha y los hombres por el lado del peral, hasta que nos encontrábamos justo a la puerta de la torre. Maria recobraba a Jesús Resucitado y todos nos alegrábamos con Ella. Todo lo cantábamos así: Domingo de Ramos.- Jesús que triunfante entro Domingo en Jerusalén Por Mesías le aclamo Todo el pueblo y en tropel (bis) a recibirle salió --- ---- Con muchos ramos y flores Jazmines y violetas Se le echaron por la tierra Por donde el Señor pasaba (bis) Se abrían todas las puertas --- ----- Fueron muchos los obsequios y grandes recibimientos de nuestro Padre amoroso Santo Santo Rey del cielo (bis) Santo repitieron todos ----- ----- Hasta los niños de pecho con sus lenguas tiernecillas decían viva el Mesías que nos viene a rescatar (bis) nuestras almas este día
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