La Rambla - Cordoba

Valderas predicaba que jamás consentiría rebajar el sueldo a un trabajador y que ningún funcionario perdiera su puesto
La palabra paripé, según el diccionario de la real Academia de la Lengua, procede del caló y significa fingimiento, simulación o acto hipócrita. Hacer el paripé es presumir o darse tono. Eso es lo que viene haciendo Izquierda Unida en general y Valderas en particular, desde que degustan las lentejas del poder. No dejan de hacer el paripé para tratar salvar la incoherencia manifiesta a la que se ven abocados, como consecuencia de lo que han venido predicando cuando estaba en la oposición y ahora hacen desde que forman parte del ejecutivo andaluz.
Valderas predicaba, con la contundencia que caracteriza a los comunistas cuando de perorar desde la filas de la oposición se trata, que Izquierda Unida jamás consentiría que se rebajase el sueldo a un trabajador y, por supuesto, tampoco permitiría que un empleado público perdiera su puesto de trabajo. Pues bien, ya lo tenemos con capacidad de decisión en el ejecutivo, nada menos que de vicepresidente, y después de un calculado paripé ha aceptado los recortes de sueldos en los empleados públicos por mor de una imprescindible austeridad después del prolongado jolgorio. Don Diego podía haber impuesto que la tijera que recorta de nuevo los sueldos de quienes ya han sufrido recortes en sus salarios se aplicara a otra clase de tela. Pero no, será del recorte a los sueldos de los trabajadores de donde saldrá una parte no pequeña de los dos mil setecientos millones de euros, que las cuentas públicas de Andalucía tienen que ahorrar de forma inexcusable. Nada más plantear la consejería de Hacienda que parte del ahorro se produciría por esa vía, Valderas se apresuró a señalar que los recortes, si es que los había -todavía planteaba como posibilidad que la tijera cortase otras piezas del paño-, se pactarían con los representantes de los trabajadores. Un paripé. La aludida negociación ha acabado como el rosario de la aurora.
Otro paripé, de no pequeño calado, lo protagonizó el señor Valderas, en nombre de Izquierda Unida, a cuenta de su comparecencia ante notario para firmar solemnes compromisos. Por ejemplo, el personal directivo de las agencias gubernamentales se seleccionaría mediante una convocatoria publicada en Boletín Oficial de la Junta de Andalucía y mediante la realización de las oportunas pruebas de selección. Su solemne firma ante notario era otro paripé. Hace pocos días era nombrado como director de la Agencia de Cooperación Internacional el hermano del portavoz de Izquierda Unidad en el Congreso de los Diputados, sin pruebas de selección ni convocatoria pública en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía.
No acaban ahí los paripés en Izquierda Unida. Ya estamos en presencia de otro que se materializará en los próximos días. Los recortes en el campo de la sanidad han llevado a los dirigentes cordobeses de la formación izquierdista, a manifestarse en la calle contra dichos recortes. Sin embargo, llegada la hora de votar en el parlamento el trámite de los recortes como proyecto de Ley, los diputados cordobeses de Izquierda Unidad han votado a favor de su tramitación. Lo de los gritos callejeros no ha dejado de ser… otro paripé. Uno más de los muchos que veremos a lo largo de la legislatura.

cohiba, totalmente de acuerdo contigo...salud...

Cuando uno se pone en su sitio se le olvida todo.Para mi el significado de POLITICA ES EL ARTE DE ENGAÑAR A LA GENTE.