Baena - Cordoba

En poco menos de una semana hemos pasado del asombro a la decepción. El primer gobierno nacido de una moción de censura, que primero que se atrevió a sentarse en el banco azul con menos de un 25% de apoyos en el congreso, el pionero en reclutar a sus miembros en naves espaciales y programas de televisión del corazón, ha sido también del ministro más breve, el del presiente mas cobarde y el de las promesas más efímeras. El mundo feliz que Sánchez prometía se ha venido abajo como un castillo de naipes y una tercera parte de el nuevo gobierno ya está en serios apuros. Huerta caput, Planas en la picota, Valerio desautorizada, Marlaska enfrentado a Yanera. Y los separatistas siguen en su negociación de máximos. Han destituido a la jefe de los mossos que colaboró con el estado, han reabierto las embajadas que el 155 había dado por disueltas y han puesto en marcha la ley para investir a puigdemont por vídeo conferencia.Su cobardía empieza a ser proverbial. En dos semanas ha pasado de prometer transparencia a instalarse en opacidad. Lo que hizo el jueves pasado dejando solo al primer ministro Irlandes en la rueda de prensa de la Moncloa para no enfrentarse a las preguntas incómodas de los periodistas es un gesto de cobardía sin precedentes. Tienes todas las trazas de ser por segunda vez Pedro el breve.