Torrecilla de los Ángeles - Caceres

Con aquella pesetita
que teníamos cuando Franco,
muchas cosas se tenían
que con la misma compramos.

Conoci la perra chica
con la gorda y el real,
más tarde la de cincuenta
y aquél duro colosal.

Y no digamos la rubia
que tuvimos al final,
con la que todas las cuentas
las podíamos ajustar.

De billetes no digamos
los que pude conocer,
que algunos con tanta pringue
mas suaves pudon ser.

Dichoso aquél que tuviera
un verde como llamaban,
porque seguro con él
a todas partes entrabas.

Yo con el mismo pasaba
comiendo fuera de casa,
un mes en una pensión
en los años que estudiaba.

Aunque vd no se lo crea
porque es difícil creerlo,
con cinco verdes de aquellos
un curso yo estaba fuera.



NOTA.Cada curso en el final de mi etapa de estudiante,le soliaq costar a mi padre el equivalente al tabaco que me fumo durante la semana,
que para más señas, se trata de Ducados.


jacintoP.