Foro- Ciudad.com

Santibáñez el Bajo - Caceres

Poblacion:
España > Caceres > Santibáñez el Bajo
22-11-15 23:28 #12913518
Por:El_ pizarroso

La Pingolla de FELIX BARROSO "ASTRACANADAS"
Este articulo de opinión de FELIX BARROSO GUTIERREZ,que en el día de hoy 22/11/2015,a salido publicado en EXTREMADURA PROGRESISTA o DIGITAL EXTREMADURA

A todos los dioses del Olimpo, del viejo y del nuevo, me encomiendo para que esta nueva columna no tenga la desdicha de ser estrangulada por manos sucias y censoras una vez subida a Facebook. A la anterior la metieron entre barrotes, no sabemos si a tenor de la Ley Mordaza, aprobada en solitario por la derecha (PP) de este país, o debido a las insidiosas artimañas de hackers al servicio de otros oscuros y bastardos intereses. Coleando tristemente continúan los fatídicos y criminales sucesos de París, cometidos por ciudadanos europeos (solo uno de ellos era, al parecer, marroquí), y continúan, igualmente, cayendo las bombas sobre Siria, dejando todo un reguero de niños, mujeres y hombres inocentes masacrados por la metralla.

Se han aferrado al ojo por ojo bíblico, cuando deberían escuchar a Mahatma Gandhi: “Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego”. También había sus cegueras en 1899 cuando abrió unos ojos como platos a la realidad del mundo Urbano Sánchez Montero, siendo el último día de octubre, efeméride de San Epimaco y San Ampliado. En aquellas fechas, andaban metidos en balaceras los que participaban en la guerra anglo-bóer, los de la guerra de los Bóxers y miles de hispanoamericanos en las guerras mambisas, en la de los 1000 días y en aquella otra de “los caudillos”.

En el poblachón, le decían Ti Urbanu y, por rebote, cargaba con el sobrenombre de “El Zorru” o “Zorrilla”. Sus recuerdos se me reducen a mis infancias, cuando colocaba su tenderete de carnicero en la plaza del lugar, junto a la casa de la puerta de “jolata”. Allí, colgadas de siniestros ganchos de hierro, se encontraban las piezas de las cabras que mataba. En la canícula del verano, nosotros, chiquilicuatres, nos divertíamos con las muchas moscas y avispas que se arracimaban, pegajosas, en torno a las sanguinolentas vísceras y mazas de carne. Cazábamos las moscas y les ensartábamos una pajita en el abdomen. Llegaban las avispas y las atrapaban, llevándoselas en volanda, con la paja tras de sí. Algunas remontaban escasamente el vuelo y caían a tierra y las estrujábamos con nuestras humildes alpargatas. O se chocaban entre ellas cuando volaban. Nos imaginábamos divertidos combates aéreos. A veces, cuando nos echábamos casi encima del tenderete, Ti Urbano repartía soplamocos a diestro y a siniestro: “¡La madri que voh parió! ¡Ílvuh a ehtorbal a otra parti! ¡Mecagüen la p-ta de báhtuh, que hoy lah queáih tóh de sobra! ¡A algúnuh voh atupu de tántah móhcah y obíhpah!”

Relataban los paisanos que, al poco de acabar la Guerra, repicaron las campanas para dar las gracias al dios de las batallas porque el general Francisco Franco y otros fascistoides militares sublevados habían salido victoriosos. Obligaron a todos los vecinos a asistir a misa. La ofició un alto cargo eclesiástico de la diócesis de Coria. En el sermón, el clérigo hizo alusión al oro que los vecinos habían entregado para sufragar “La Cruzada de Liberación”. Dijo que aquel oro se emplearía en fabricar una medalla y colgársela a Santiago Apóstol, como patrón de España y de la propia localidad. Cuando Ti Urbano, hijo legítimo de Ti Braulio Sánchez Gutiérrez y de Ti María Montero Montero, escuchó aquellas palabras, como auténtico volteriano que era, exclamó: “Con tó el oru arrecogíu, le jadrán por lo ménuh una medalla de onci arróbah.

Asín que, cuandu se la cuelguin a Santiagu Matamóruh del pehcuezu, de siguru que el pesu le venci y se cairá rongangandu del caballu!” Ciertamente, en el lugar, como en otros muchos, los franquistas habían obligado a las familias a entregar “su oro” (arracadas, hilos, collares, anillos…, heredados de sus mayores), como aportación forzosa a la causa de los sublevados. Jamás se supo de él ni de la medalla a Santiago Apóstol.

Pero de la que sí sabemos sus pormenores es de la Medalla de Oro al Mérito Policial que el Ministerio del Interior, dirigido por el opusdeísta Jorge Fernández Díaz, acordó conceder a Nuestra Señora María Santísima del Amor y a la Advocación Mariana Titular de la Real, Excelentísima, Muy Ilustre y Venerable Cofradía de Culto y Procesión de Nuestro Padre Jesús El Rico (rimbombante y cansino nombre el de la cofradía malagueña). La polémica quedó servida. Hubo recursos en contra de la asociación Europa Laica y, recientemente, la Sección Quinta de lo Contencioso de la Audiencia Nacional ha decidido que la concesión está pero que muy bien hecha. Así lo han avalado tres de los cinco jueces. Algunos piensan que esos tres eran el “Trío de los Antonios”: el cardenal Antonio Rouco Varela, el que cambió la cuadra de Belén por un ático de lujo de 370 metros cuadrados; el cardenal Antonio Cañizares Llovera, el de la roja bata de cola y el obispo J. Antonio Reig Pla, terror de los homosexuales y de las feministas.

Ante tan carcunda y rocambolesca sentencia, no es extraño que se haya iniciado una campaña de recogida de firmas para entregar también dicha medalla a los personajes de ficción Mortadelo y Filemón, por llevar desde 1958 ensalzando las bondades de la policía a través de sus divertidas viñetas.

La derecha (PP) nos mete la religión hasta en la sopa. ¡Ya está bien de tener que aguantar esperpentos como el ministro del Interior! Siempre dando la nota y flotando cual nube de tiempos periclitados. Ni siquiera en Italia, país muy pródigo en personajes histriónicos, se ha cometido una astracanada tal, al menos desde la II Guerra Mundial. No sabemos cómo no escarmientan con tanta manipulación de las religiones. La historia está atiborrada de guerras y otros hechos violentos a cuenta de tantas cruces o medias lunas enarboladas por belicosas manos. O de las cruces entre ellas (católicos, calvinistas, anabaptistas, luteranos, protestantes…). No solo existieron las Cruzadas contra los agarenos, que dejaron un larguísimo rastro de sangre. También obispos de brazo en alto llamaron “Cruzada” a nuestra Guerra Civil, término que fue legitimado por Papas como Pío XI y Pío XII. Y suma y sigue. Ahora no nos rapiñan el oro de nuestras casas, como cuando el nieto paterno de Ti Miguel Sánchez Clemente y de Ti María Gutiérrez Corrales contaba cuarenta primaveras; pero nos atosigan a impuestos para engrasar la máquina de la guerra. De guerras como ésa a la que azuza el soldado Albert Rivera, el de Ciudadanos, mas permaneciendo él en la retaguardia.

Harta de tantos lazos negros, de tantas concentraciones en los centros de enseñanza y a las puertas de los Ayuntamientos, de tantos himnos a todas horas, de tanta hipocresía y doble vara de medir de esta Europa de los mercados, que no de los pueblos, que tan solo llora a los muertos del Primer Mundo, Beatriz Talegón, la que fuera Secretaria General de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas, se metió hace cuatro días en la boca del lobo. Acudió al programa “Más claro agua”, de 13TV, la conocida como “Televisión de los Obispos”, que no del Papa Francisco.

La directora del programa, Isabel Durán Doussinague, tenida como una periodista de trinchera, afín al PP, no pudo aguantar que Beatriz, la guapa revolucionaria de ascendencia soriana, llamara a las cosas por su nombre y, tal y como ha hecho el intelectual francés Michel Houellebecq, pusiera como chupa de dómine y responsabilizara a dirigentes europeos (entre ellos a varios de la derecha española) de la masacre de París. De telonero estaba Víctor Arribas, otro periodista de la misma cuerda que Isabel Durán. Ambos no pudieron soportar que Beatriz hablara de los 12.000 niños destripados por las bombas en Siria y de la abominable hipocresía del Gran Imperio del Mundo (los EEUU de Norteamérica) y su perra servil: la Europa dominada por la Troika. Acabaron por expulsarla del plató. Y el agua clara se volvió turbia. “Ay, Beatriz, mi Beatriz,/ quién te mandaría meterte ahí./¿Acaso tú no sabías/que eso era un cuchitril?”, como cantaba por bulerías, hace ya varios otoños, mi paisano Rafael Barroso Montero en el bar de “El Moreno”, antes de cambiar la vida por una corbata de cáñamo.

¡Cuán hartos de medallas y de religiones! Ti Urbano Sánchez Montero, uno de los últimos paisanos que gastó chambra apizarrada y nieto materno de Ti Vicente Montero García y de Ti Gabriela Montero Cabezalí, de haber sabido lo de María Santísima del Amor, habría soltado por su iconoclasta boca algún chiste de humor negro. Pero un tumor gástrico le cavó la tumba cuando tiraban cohetes en honor de Santa Fortunata y San Lúpulo de Capua. Transcurría el mes de octubre y andaba la gente en la sementera. No había tiempo para astracanadas.

Buenas noches.
Puntos:

Tema (Autor) Ultimo Mensaje Resp
La Pingolla de FELIX BARROSO "TIEMPO DE ANTRUEJOS" Por: El_ pizarroso 07-02-17 23:39
El_ pizarroso
0
La Pingolla de FELIX BARROSO "ABSTENCIONISMO" Por: El_ pizarroso 27-12-15 21:36
El_ pizarroso
0
La Pingolla de FELIX BARROSO "BANDERAS Y BANDERÍAS" Por: El_ pizarroso 16-07-15 22:37
El_ pizarroso
0
FELIX DEJA EL FORO. Por: No Registrado 20-11-09 16:24
No Registrado
2
Simulador Plusvalia Municipal - Impuesto de Circulacion (IVTM) - Calculo Valor Venal
Foro-Ciudad.com - Ultima actualizacion:08/08/2020
Clausulas de responsabilidad y condiciones de uso de Foro-Ciudad.com